Nueva Constitución y no parches
El Perú necesita
una Nueva Constitución y un Proyecto Nacional de Desarrollo.
La Comisión de
Constitución del Congreso de la República, aprobó hoy un dictamen que propone
el retorno a las dos cámaras (diputados y senadores) en el Congreso de la
República, una de 130 diputados y otra de 60 senadores. Todas bancadas
parlamentarias tuvieron una posición favorable, a excepción del fujimorismo.
Los que aprobaron, aún miopes de la realidad, quieren poner parches a una
Constitución ilegítima; mientras que los fujimoristas quieren defender la
nefasta dictadura del 90 y el repudiado golpe de Estado de 1992, que rompió el
sistema democrático del país.
Al
fujimontesinismo le es muy difícil aceptar una mínima restructuración de la
Carta Magna del 93, pues ésta se hizo bajo las orientaciones del Banco Mundial,
el Fondo Monetario Internacional y los poderes económicos locales interesados
en reducir a su máxima expresión al Estado. Los grandes monopolios, las
privatizaciones y el pragmatismo estaban por encima de los intereses nacionales
(todo en manos del capital), proponía que éste (el capital) administre los
sectores Educación, Salud, programas sociales, electrificación, telefonía,
carreteras, puertos y aeropuertos, mercados, agua, bosques, minas, etc. El
Estado solo se encargaría de proponer leyes bajo el “consenso” del capital.
La Constitución
del 93, que viene de un gobierno dictatorial, avanzó a desaparecer varias
instituciones públicas, quebró la institucionalidad democrática de los partidos
políticos, censuró la presencia de las organizaciones y gremios de los
trabajadores-muchos desaparecieron-, liquidó la auténtica libertad de prensa y
expresión (corrieron millones en compra de medios), privatizó empresas
estratégicas, impuso la entrega de tierras de los campesinos a empresas mineras
trasnacionales (contratos oscuros como Yanacocha en Cajamarca); es decir, la
riqueza en manos de pocos y la pobreza en los amplios sectores del pueblo
peruano. Todo bajo el aval de la Constitución Política Fujimorista.
Los poderes del
Estado bajo la misma Constitución, se convirtieron en obedientes del poder
económico y político de turno-la independencia bajo el gatillo-, varios
representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial terminaron
presos por corrupción, acompañados de sus difusores mediáticos, el parlamento
unicameral lleno de tránsfugas e incompetentes, el vídeo Kouri-Montesinos
desenmascaró toda la lacra de la dictadura e hizo que hoy el Congreso sea el
más desprestigiado del país con tan sólo 7% de aprobación. Éste ya no
representa a los peruanos aunque digan que si lo hacen.
Si el actual
Parlamento Nacional propone el retorno a la Bica-meralidad. Con la misma
Constitución nada cambiará. Necesitamos una Nueva Carta Magna debatida y
aprobada a través de una Asamblea Constituyente, escuchando la voz del pueblo
peruano; necesitamos un Proyecto Nacional de Desarrollo que oriente las líneas
maestras del desarrollo humano, que dé sentido de Patria y Nación, que permita
fortalecer la descentralización y el desarrollo integral del país. Tomando lo
dicho por el presidente regional de Cajamarca Gregorio Santos Guerrero: “sólo
parches a una Constitución que viene de la mafia fujimontesinista, es continuismo
y nada más. Sin embargo la derecha misma sabe que esta Carta Magna no da para
más, hay necesidad de cambios profundos”. Una Nueva Constitución debe
ingresar al debate nacional.
La Bi-cameralidad permitiría tener mejores leyes y
mejores representantes en el Poder Legislativo, pero si primero parte de un
Cambio de Constitución, lo otro sólo será mera curiosidad de probar mecanismos
de representación bajo leyes que vienen de uno de los gobiernos más corruptos
del país y que aún sus retoños siguen peleando por mantenerla. ¡Nueva
Constitución y no parches!