La empresa
canadiense puso un plazo de seis meses al Ejecutivo para resolver la
controversia por la vía del diálogo.
Bear Creek espera diálogo para no
llevar caso a instancias internacionales.
La minera canadiense Bear Creek entregó un “aviso de intención”
al Gobierno para iniciar un arbitraje internacional contra el Estadon peruano
por la paralización del proyecto Santa Ana (Puno) el 25 de junio de 2011,
cuando el presidente era Alan García.
“La presentación de la notificación también inicia un período de consulta de seis meses entre las partes
para intentar resolver amistosamente la controversia”, se lee
en el comunicado de la empresa.
“La controversia surge de la promulgación por el Gobierno
peruano el 25 de junio de 2011, del Decreto Supremo N° 032, que rescindió los
derechos de la compañía para operar el proyecto de Santa Ana y que se tradujo
en una paralización total de las actividades de Santa Ana”, agrega en la nota
Bear Creek.
El “aviso de
intención” fue entregado al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), y se alega que la paralización
de Santa Ana constituye “violaciones” del TLC entre
Canadá y Perú y
“de la legislación peruana e internacional”.
“El Aviso de Intención es necesario con el fin de preservar los derechos de la compañía para iniciar
el arbitraje no
se debe llegar a una resolución con el gobierno peruano”, indica Bear Creek.
PROYECTO
Bear Creek recordó que el proyecto
Santa Ana, ubicado en Puno, contiene
reservas
minerales probadas
y
probables que suman
63.2 millones de onzas de plata.
Y subrayó que “adquirió las concesiones mineras en plena
conformidad con las leyes peruanas, como lo confirma el Decreto
Supremo N° 083, promulgado por el Presidente de Perú y el Consejo de Ministros
el 29 de noviembre de 2007”.
La minera se
comprometió a completar el proceso de Evaluación de Impacto ambiental y Social
Integral (ESIA) que inició luego de sus exploraciones del 2008
y que hoy “se mantiene en
estado de alerta”, pues el Gobierno
la suspendió el 1 de junio de 2011.
“La empresa ha
manifestado su voluntad de completar el proceso de ESIA, incluida la demostración de la
licencia social, y llevar a cabo los
demás pasos necesarios para llegar a la producción comercial lo más rápido
posible”, anotó.
El proyecto de Santa Ana “es
ampliamente apoyado por las comunidades locales que rodean el sitio propuesto
para la mina”, señala Bear Creek. Según esta minera, creará 2,500 puestos de trabajo directos e
indirectos en Puno, además de aportar una importante mejora de
infraestructuras de la zona”.
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