¿Desafía a
Cajamarca?
Vladimiro Huaroc: “Si no se restablece el
estado de Derecho en Cajamarca, puede devenir el descontrol”
Lunes,
13 de enero de 2014
Alto
Comisionado de la Ofi cina de Diálogo y Sostenibilidad de la Presidencia del
Consejo de Ministros.
El jefe de la
Oficina de Diálogo señala que las comunidades exigen al Estado que ponga orden
para garantizar proyectos de desarrollo y el ingreso de programas sociales.
También aborda el reconocimiento de comunidades indígenas en costa y sierra, y
el uso de remanentes de cobre para artesanía en las zonas cupríferas del país.
Doctor Vladimiro
Huaroc, el 2013 la oficina de Conflictos Sociales consiguió importantes
acuerdos con las comunidades del sur del país. Las mesas de diálogo,
acompañadas de inversiones, dieron resultados. Sin embargo no logró lo mismo en
el norte ¿por qué, qué pasó?
Lo que hemos logrado en el sur
también lo hemos logrado en el norte.
Probablemente usted tenga esa percepción por el caso Conga.
Probablemente usted tenga esa percepción por el caso Conga.
Conga, Cañaris,
Piura.
No, Cañariaco ha tenido un proceso
auspicioso.
Cañariaco solo
avanzó al 20%.
Cañariaco es un proyecto que ya
culminó la etapa de exploración, pero ha quedado sin recursos. Están buscando
socio para gestionar la otra etapa y no venderlo. Con relación a las
comunidades, en diciembre pasado concluimos la mesa de diálogo con acuerdos
para desarrollar proyectos.
Falta la consulta
previa.
El grueso de la población está de
acuerdo en llevar el proceso de consulta para que la empresa obtenga la
licencia social. Hay condiciones para apoyar este proyecto que deberá
implementarse con políticas de prevención ambiental y social.
¿Conga reinicia
labores este año?
Se ha culminado la construcción del
reservorio Challhuagón, está iniciándose El Perol. Hubo protestas durante este
proceso de los sectores que siempre lo han hecho. Lo nuevo es que las
poblaciones que rodean Conga están de acuerdo con el proyecto, tenemos el acta
con esta decisión.
Será en cualquier momento...
Hay una particularidad: los comuneros
que vendieron sus tierras a Yanacocha se han convertido en 200 pequeños
empresarios de servicios que quieren negociar con Yanacocha. Esto está
deteniendo el desarrollo del proyecto cuprífero. Los comuneros no aceptan que
Yanacocha contrate empresas fuera de Cajamarca, pero la minera cree que hay más
eficiencia en el servicio foráneo.
Cajamarca sigue
convulsionada, hay dificultades para que el Estado lleve programas
sociales a la zona. Un reinicio en estas condiciones podría sonar a imposición,
más si se van a instalar otras comisarías en Celendín, Bambamarca y Cajamarca.
La mayoría de comunidades exige que
el Estado ponga orden en el lugar. Un grupo de ronderos está asumiendo roles
excesivos en el control de la gente y en las sanciones. La última semana han
detenido y castigado a dirigentes que bajaron a reunirse con nosotros. Para nadie
es una novedad que hay zonas en Cajamarca donde el Estado no puede ingresar.
¿Está hablando de
zonas liberadas?
Son casi zonas liberadas y tiene que
modificarse. Esos grupos siempre van a oponerse a toda inversión. Pero decir
que la oposición contra el proyecto Conga es sólida no es verdad. Decir
que están dadas todas las condiciones para que salga adelante, tampoco. Lo que
sí hay son indicadores de un buen escenario.
Si hay buen
escenario ¿para qué instalar más comisarías?
Para llevar más presencia del Estado.
Cuando hay una comisaría el resto del Estado puede ir a cumplir con los
programas sociales y con las demandas de agua, saneamiento, electrificación. A
mí me han demandado agencias bancarias, que no habrá si no hay seguridad. Hay
que verlo en ese contexto.
¿Se trata entonces
de afirmar el imperio de la ley?
Hay distritos en Celendín, San
Ignacio, donde no se puede entrar. Por supuesto que el Estado puede ingresar,
pero eso significa desplazar tropa y eso no queremos. Tenemos información y
evidencias de que en toda esa zona hay narcotráfico, Naciones Unidas lo ha
demostrado. Son las rutas del opio. Aparentemente aquí hay una mezcla muy
extraña entre las rondas y sectores del narcotráfico. Por eso a ellos no les
interesa dialogar.
Un ex funcionario de
Yanacocha, Ramón Huapaya Raygada, ha sido nombrado en la Presidencia del
Consejo de Ministros. ¿Esto no es contraproducente políticamente en momentos
que se plantea reiniciar Conga?
El es el nuevo secretario general de
la PCM. Conozco a Ramón Huapaya como un funcionario vinculado al Estado. Él
viene aquí por ser un gerente calificado del programa Servir. No interviene en
absoluto en políticas de prevención y gestión de conflictos. Eso lo dirijo yo.
Él es secretario general, coordina con los viceministerios las políticas
sectoriales.
Han pesado más las
capacidades del señor Huapaya.
Bueno, yo no lo he nombrado, lo
nombra el Primer Ministro. Sí, es un servidor público de trayectoria, conoce el
Estado y creo que va ser un buen articulador del Estado.
Chadín II es un
proyecto hidroenergético que la población de Cajamarca rechaza porque alegan
que el embalsamiento del río Marañón los obligará a emigrar, además de otras
consideraciones. El caso es que han acordado no vender sus tierras para el
proyecto. ¿Cómo se va a afrontar esta situación?
El Perú tiene un déficit inmenso de
energía y será dramático si no avanzamos. La influencia de los sectores anti
inversión en la zona es aún fuerte, como usted lo ha dicho, han tomado la
decisión de no vender sus tierras. Bueno, esto no es decisión de los comuneros,
es acuerdo de los grupos radicales que influyen también en la sierra de Piura
donde tienen paralizado el proyecto Río Blanco. Igual influyeron en la sierra
de Lambayeque. Se tendrán que tomar decisiones de Estado.
¿Como cuáles?
Esta es una zona en que si el Estado
no restablece el estado de Derecho, dados los antecedentes –corredor de droga,
presencia autoritaria de sectores de rondas campesinas– puede devenir en
descontrol y generar serios problemas al país.
Hablemos del
traslado de Morococha a otro lugar para dar paso al proyecto Toromocho.
Ha sido la primera reubicación en la
historia del Perú. Este mes está terminando de trasladarse el último grupo.
Fue duro dejar el
lugar donde ellos y sus ancestros nacieron.
No, porque el proceso ha sido tan
cuidadoso que se ha llevado la iglesia, los muertos, todo. Ahora que
están instalados surgen otros problemas, como la discusión del Acuerdo Marco
que es un acuerdo social y económico a largo plazo con la empresa. Queremos que
el proyecto Toromocho beneficie a las esposas, que se incorporen a la actividad
económica, la empresa ya se ha comprometido.
¿De qué actividad
se trata?
Necesitamos que parte del cobre de
Toromocho se convierta en artesanía, como se hace en Chile, donde la
exportan. Hay que hacerlo en todos los lugares donde tengamos cobre.
Morococha va ser un modelo.
Está pendiente el
reconocimiento de comunidades andinas y costeñas como indígenas, por
tanto con derecho a consulta. Es un conflicto en ciernes.
A nivel del Ejecutivo no se ha
discutido, y está pendiente la aplicación de la consulta en el mundo andino y
costeño. Yo creo que el segundo trimestre tiene que empezarse a discutir.
Mesa de diálogo e
inversión han dado buenos resultados. ¿Tienen nuevas estrategias para tratar
los conflictos?
Estamos promoviendo entre las
empresas el Centro de Excelencia y Buenas Prácticas Empresariales, para un
mejor relacionamiento con las comunidades. También estamos proponiendo la
creación del Sistema Nacional de Prevención y Gestión de Conflictos, para
que acompañe el proceso de inversiones y dificultades sociales.
Finalmente, la creación del Instituto del Diálogo y el Consenso, a nivel de
sociedad civil.
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