La Corte reconoció al Perú más del 70% del
área de mar que pedía
Martes, 28 de enero de 2014
María Elena Castillo
Casi
dos horas duró la lectura
de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya,
durante los cuales a veces parecía que ganaríamos y a veces que perderíamos. Al
final los jueces optaron por una solución mixta, en la que Perú obtuvo más del
70% de lo que pidió en la demanda sobre el diferendo marítimo con Chile, es
decir, 50.284 kilómetros de mar.
Aunque en un inicio sostuvo que no
había un tratado de límites como dijo Perú, el tribunal concluyó
que por los usos y costumbres de pesca y otros actos realizados –o dejados de
hacer– por ambos países, había un concepto de frontera sobre la línea del
paralelo.
En ese sentido, quince de los
magistrados coincidieron en que el inicio de la frontera marítima es el
paralelo que pasa por el Hito N° 1. Además, diez de los jueces
señalaron que dicho paralelo rige hasta las 80 millas náuticas y no
hasta las 200 como afirmaba Chile. Otro tanto decidió que a partir de
ese punto se trazará una línea de equidistancia entre ambos países.
Y finalmente, la Corte decidió, por 15
votos a favor y uno en contra, que no es necesario fallar sobre el
segundo pedido del Perú, que solicitaba los derechos soberanos sobre el “triángulo
externo”.
En resumen, este fallo reconoce a
nuestro país de 21.928 kilómetros cuadrados del área de controversia, así como
los 28.356 que reclamaba y que según Chile era Altamar.
Dos horas después, el presidente Ollanta
Humala dio un mensaje a la Nación, mostrando su satisfacción por la
sentencia.
“Este es un triunfo para la paz y es
un motivo de satisfacción del pueblo, que pocas veces en la historia
republicana (del Perú) ha podido ver a la clase política unida. Este es un
momento histórico”, destacó en un discurso casi simultáneo al que dio su
homólogo chileno, Sebastián Piñera.
MUCHA EXPECTATIVA
El equipo jurídico peruano, liderado
por nuestro agente ante La Haya, Allan WagnerTizón, llegó a la sede
de la Corte Internacional 40 minutos antes de la lectura.
Evitó dar comentarios a la prensa y pidió esperar el discurso.
Con él ingresaron el coagente José
Antonio García Belaunde y los ex cancilleres Manuel Rodríguez Cuadros
y Eduardo Ferrero Costa. En la delegación peruana también estuvo el embajador
peruano en España, Francisco Eguiguren, así como el ex premier y
actual representante de Perú en la Organización de Estados Americanos, Juan
Jiménez Mayor.
Poco después, entraron al salón en el
que se daría lectura de la sentencia y se ubicaron sonrientes y tranquilos en
la primera fila del lado derecho, junto al jefe de los abogados extranjeros, el
francés Alain Pellet.
En el otro extremo
estaba la delegación chilena, encabezada por su agente, Alberto van Klaveren.
Además, un grupo de estudiantes y
residentes peruanos y chilenos que viven en diversos países de Europa
concurrieron al Palacio de la Paz a escuchar la sentencia que, de cualquier
modo, iba a ser histórica.
NO HAY TRATADO
A las 9 de la mañana (hora peruana)
entraron los magistrados del máximo tribunal internacional de justicia tras el
tradicional llamado de “la cour”.
Su presidente, el eslovaco Peter
Tomka, leyó la sentencia en inglés. Recordó que en 1947 ambos países
proclamaron unilateralmente ciertos derechos sobre los recursos marítimos en
las 200 millas adyacentes a sus costas. Mencionó que luego, Chile, Ecuador y
Perú suscribieron una serie de instrumentos para la conservación de los
recursos marinos del Pacífico sur. Parte de ellos son la Declaración de
Santiago de 1952 y el Convenio de 1954.
En este punto presentó un mapa
mostrando las diferentes posiciones peruana y chilena en relación con su
demarcación marítima: Perú dice que no hay tratado de límites marítimos y pide
a la Corte que determine su frontera según la equidistancia y reconociendo el
inicio en el Hito N°1, así como que reconozca sus derechos soberanos y
exclusivos sobre el “triángulo externo”, mientras que Chile afirma que existe
un tratado que se rige por el paralelo.
Tras una primera evaluación, el
tribunal sostuvo que la Declaración de Santiago, que habla de un
paralelo, no es un tratado de límites marítimos, pues no incluye aspectos
específicos ni coordenadas que hagan pensar en un convenio de esa naturaleza.
Interpretaron este punto conforme la
Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados, recalcando que no se
menciona explícitamente una frontera lateral de 200 millas marinas.
ientras el magistrado leía las
conclusiones del tribunal, los miembros de ambos equipos escuchaban atentos y
tomaban nota. En ningún momento mostraron algún indicio de sentirse
victoriosos. Los dos lados esperaron con calma hasta el final de la lectura.
ACUERDO TÁCITO
Por otro lado, Tomka señaló que el
Convenio Especial sobre Zona Marítima, de 1954, tampoco es un tratado oficial
de límites, pero precisó que en dicho documento se admitía de forma tácita que
existía una frontera ya pactada y que pasaba por el paralelo, a partir del Hito
N°1.
Afirmó que este instrumento jurídico
“no indica cuándo ni por qué medios” se convino la frontera. Sin embargo, dijo
que se trata de un instrumento que “deja claro que la frontera marítima
siguiendo un paralelo ya existía entre las partes”.
Sobre este punto, se debe destacar que los magistrados reconocen
que este convenio continúa vigente.
El juez señala que las acciones de 1968 para
la colocación de faros que se vean desde el mar para materializar la frontera
empieza en el hito mencionado. Destacó que ello se realiza “sobre la base de
que ya existe una frontera marítima, siguiendo el paralelo, que se extiende más
allá de las 12 millas marinas”.
La Corte recordó que el propósito del
convenio de 1954 tenía un fin restringido y específico de diseñar una zona de
tolerancia para las embarcaciones pequeñas que desarrollaban actividades de
pesca en la frontera.
Al respecto Tomka dijo
que por ello el límite por el paralelo –reconocido tácitamente hasta entonces–
se extiende al menos hasta la zona donde en esa época hacían tareas de pesca.
Indicó que el límite biológico ha
sido determinante. Comentó que el tribunal recurrió a un informe de la FAO para
analizar cómo se realizaba la pesca.
En ese punto, señala que las especies
que se pescaban a principios de los años 50 se encontraban a una distancia de
entre 60 y 80 millas de la costa y se hallaban desde Ilo hasta 120
millas y desde Arica a solo 15 millas de la frontera terrestre.
Además, recordó que el Perú ha
recalcado que las zonas cercanas a las costas son ricas en recursos marítimos y
que el área en disputa está ubicada en el ecosistema marítimo de laCorriente
de Humboldt, de donde procede “entre el 18 y 20% de las capturas pesqueras
del mundo”.
El tribunal refirió que precisamente,
en la conferencia de 1958, el representante peruano declaró que los países
proclamaron un límite biológico que correspondía a la zona de pesca, detallando
que “especies como atún y barrilete se pescaban a distancias de entre 20 y 80
millas de la costa, y que las anchovetas a veces se salían a 60 millas o más,
mientras que los cachalotes y ballenas se encontraban a más de 100 millas de la
costa”.
EL HITO Y EL
TRIÁNGULO
La Corte sostuvo que el límite
convenido parte de la intersección del Hito N° 1 con el mar. Precisó que no es
obligatorio que coincida con el límite terrestre, que se fijó en el Punto
Concordia en el Tratado de 1929 y su comisión demarcadora.
Aclaró que por ello
el tribunal no se está pronunciando sobre el tema terrestre, que ya es un
aspecto resuelto.
"La Corte considera que la
frontera marítima de las partes estaban constituidas en el paralelo por Hito
1", declaró, enfatizando que para ello se tomaron en cuenta evidencias
cartográficas y los acuerdos de 1968 y 1969 para colocación de faros.
Luego de esto, Tomka explicó
los procedimientos que usaron para determinar la equidistancia a partir de las
80 millas, por lo que se reconocen los derechos soberanos y exclusivos de
nuestro país en un área que supera los 21 mil kilómetros ubicados en
la zona de controversia y que equivale al 57% del área que el Perú solicitó en
el primer punto de la demanda.
Precisó que "la línea de
equidistancia provisional va en una dirección suroeste hasta que llega al
límite de 200 millas marinas". De esta manera, los jueces fijaron
una nueva diagonal que reconoce las 200 millas marinas un poco más al sur del
puerto de Ilo, en Moquegua, que antes tenía solo 48. Se debe recalcar que antes Chile solo
reconocía todo el ancho de nuestro mar hasta el norte de Chala, en Arequipa.
Y finalmente, el magistrado remarcó
que dada la nueva delimitación el tribunal no era competente para pronunciarse
sobre el triángulo externo que Chile afirmaba era mar internacional. En este
sentido, aclaró que esa petición no es pertinente porque no se superponen.
En otras palabras,
esta decisión significa que los más de 28 mil kilómetros cuadrados de esta área
forman parte del mar peruano.
Con este punto se puso fin a la
audiencia, aclarando que no se ha dado coordenadas geográficas exactas, las que
deben ser determinadas por ambos países según la sentencia de la Corte y el
espíritu de buena voluntad que deben tener los buenos vecinos.
Agente peruano ante
La Haya agradeció a la Corte por dedicación
Al término de la lectura de la
sentencia por parte del Tribunal Internacional de Justicia, el agente peruano
ante La Haya Allan Wagner agradeció a los miembros de la Corte
por el empeño puesto en el caso del diferendo marítimo entre Perú y Chile
durante los seis años que duró el proceso.
Acompañado por el abogado Alain
Pellet y el embajador José Antonio García Belaunde, Wagner
expresó su agradecimiento esbozando una sonrisa:
"Deseo agradecer al presidente
de la Corte, Peter Tomka, y a los magistrados y a todo el
personal de esta prestigiosa institución por la dedicación y el esfuerzo que
han puesto a lo largo de estos seis años para procesar la solicitud que el Perú
presentó el 16 de enero del2008 a fin de resolver la controversia
sobre la delimitación marítima con Chile".
En el mismo sentido, Wagner manifestó
su agradecimiento al presidente Ollanta Humala por el respaldo recibido durante
su gobierno, así como el que tuvo de los mandatarios anteriores.
Incluyó entre sus agradecimientos a
los cancilleres anteriores, bajo cuyas gestiones Wagner trabajó y sacó adelante
el proceso de la demanda peruana ante la Corte Internacional de Justicia de La
Haya.
Hizo de esta manera
referencia a los cancilleres José A. García Belaunde y Santiago Roncagliolo,
así como a la actual ministra Eda Rivas.
"Me siento orgulloso y honrado
de haber presidido como agente un equipo de tan magnífica calidad y patriótica
dedicación", concluyó Wagner.
ENFOQUE
El efecto para
chile no es menor
Juan emilio cheyre
Ex jefe del Ejército de Chile.
Ex jefe del Ejército de Chile.
Se hace difícil encontrar un
fundamento que explique la creación de un nuevo límite marítimo por la Corte
Internacional de Justicia después de haber reconocido, como Chile planteaba,
que existía una frontera marítima, constituida por el paralelo y que se
iniciaba en el Hito 1. El efecto para Chile no es menor, porque pierde más de
20 mil km2 de su zona económica exclusiva.
Hemos sido testigos de un largo
diferendo cuyo desenlace ambos países reconocen. Las partes manifestaron
previamente que el fallo debía ser cumplido, voluntad que han ratificado una
vez conocido el fallo. Se abre así un importante espacio orientado a lograr
acuerdos para su implementación. En esta nueva fase, el principal objetivo
debería ser concordar el detalle que lleve a asegurar a ambas partes
coincidencia plena de que no surgirán nuevas reclamaciones de ninguna especie.
Resulta necesario, entre otros aspectos, que el Perú asuma que el Hito 1 es el
punto de la frontera con Chile en lo marítimo, como lo estableció la
Corte, pero también en lo terrestre.
Sin embargo, pienso que el
fallo y la implementación del mismo se inscriben en una visión que va más allá
de esos procesos. Me refiero al desafío que tenemos ambos países de transitar
desde la existencia de unidad geográfica del sur del Perú y del norte de Chile,
hacia la concreción de una convergencia geopolítica con variables políticas y
culturales.
Pescadores tacneños
no son los ganadores
Antonio zapata
Historiador
Historiador
Se cierra un debate sobre la cuestión
del mar que se inició varios años atrás con la proclamación de las 200 millas y
una serie de episodios que llegan hasta el diferendo. Se cierra toda una etapa
con Chile alrededor de la frontera marítima.
Es evidente que el pueblo tacneño y
sus pescadores artesanales no están entre los ganadores del fallo. Es decir,
que si hemos ganado 70% y hemos perdido 30%, los tacneños se encuentran este
último grupo. Por lo que he visto, recién en Ilo se encuentran 200 millas. Entonces,
para tener ese mar abierto los pescadores de Tacna tendrán que subir hasta Ilo,
pero las consecuencias prácticas tampoco son tan dramáticas.
Por lo pronto hay un reto, que es
instalar una comisión que resuelva la línea finalmente, porque el fallo de La
Haya señala la idea general de 80 millas hasta el punto A y desde ahí una
perpendicular hasta el punto B. Pero esto lo encarga a una comisión que verá
las coordenadas que se tienen que establecer entre ambos países. Para la
diplomacia, hay la necesidad de ejecutar el fallo, pues la Corte ha pedido que
se haga de mutuo acuerdo.
Por su lado, Chile ha evitado lo peor, que era que los pescadores de Arica se quedaran sin mar, lo que hubiera sido fuente de grandes protestas sociales. Entonces, efectivamente Chile no gana, pero evita lo peor.
Por su lado, Chile ha evitado lo peor, que era que los pescadores de Arica se quedaran sin mar, lo que hubiera sido fuente de grandes protestas sociales. Entonces, efectivamente Chile no gana, pero evita lo peor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario