LA
IMPARABLE DISPUTA POR LIMA
DICIEMBRE , 2013
Repensando las cosas tras las elecciones del 24 de noviembre
Por: Luis
Gárate*
Tras los
resultados de las elecciones complementarias de regidores de Lima se ha abierto
un cruce de opiniones en torno a las consecuencias políticas para la gestión de
Susana Villarán y la izquierda.
Estos
resultados merecen una seria reflexión, tanto colectiva como personal. Ahora lo
hago como partícipe de este proceso, en mi calidad de actual regidor
metropolitano, candidato y militante de una de las principales organizaciones
políticas que son parte de la Confluencia por Lima, el Movimiento de Afirmación
Social.
Considero
que no se puede hablar de una victoria, pues el resultado de 7,6 por ciento,
que ha traído la reducción a 3 regidores no puede ser visto como tal. Sin
embargo hay que resaltar que en los primeros sondeos de opinión, la lista de
Tierra y Dignidad (TD) presentaba cifras mucho menores (¡como 0,8 por
ciento!).En pocas semanas, con un símbolo casi desconocido y una logística muy
precaria, pudimos llegar a los resultados ya conocidos.
Este
resultado, siendo muy modesto, fue lo que se pudo lograr, el producto del
trabajo esforzado de la mayoría de miembros de la lista de candidatos, así como
del esfuerzo incansable de los y las militantes de base, los de la Confluencia
y sus partidos, así como muchos activistas independientes y simpatizantes que
no están inmersos en los debates ideológicos o negociaciones, los que mantienen
la esperanza en un gobierno popular que resuelva los principales problemas de
los siempre postergados.
Si bien
algunas fuerzas han salido favorecidas, como el PPC y Somos Perú, tampoco
pueden cantar victoria pues entre los votos nulos y las abstenciones suman un 38
% del electorado de Lima, lo que muestra un alto rechazo ciudadano a lo que
significó esta elección como última etapa de la revocatoria.
Hay que
señalar que como candidatos no sentimos un apoyo decidido, tanto desde todos
los miembros de la gestión municipal, así como de los mismos partidos de la
Confluencia. Podríamos decir, aunque con riesgo de especular, que una
participación mayor y más centralizada de estos actores, como sucedió en la
revocatoria, hubiera permitido mejores resultados.
Hay
realidades que debemos analizar con frialdad. Después de la revocatoria y con
el retiro de 20 de los 21 regidores de la Confluencia, la bancada pasó a ser la
primera minoría con 17 regidores. Nos vimos entonces obligados a llegar a
entendimientos con regidores de bancadas como Restauración Nacional, Perú
Posible y Siempre Unidos, no en base a coincidencias ideológicas o
principistas, sino a la necesidad de sacar adelante acuerdos importantes sobre
las reformas y programas impulsados por la gestión de Lima.
Ahora siendo
3 regidores de la Confluencia, nos vemos en la necesidad de tender más puentes
y concertar con los sectores que la ciudad ha decido poner en el Concejo.
Conociendo que el PPC es una fuerza que después de la revocatoria marcó
distancia de la gestión y está en una abierta confrontación, necesitamos tener
entendimientos con sectores como los antes mencionados, con los regidores de
Somos Perú, Perú Posible, Acción Popular, Siempre Unidos, Restauración y del
Partido Humanista.
En eventos
de la Confluencia previos a las elecciones, algunos sectores de la izquierda
plantearon que hablar de una alianza política con grupos como el Humanismo o
Perú Posible serían una suerte de “traición”, por el pasado de estas
organizaciones vinculados al Baguazo y a denuncias de corrupción. Todos hechos
que debemos reprobar. Sin embargo hoy la realidad política del Concejo que nos
ha dado Lima, nos fuerza a llegar a entendimientos políticos concretos con
estos sectores para avanzar con el Acuerdo de ancha base de 10 puntos y así continuar
las reformas.
Si bien son
importantes los balances, no hay mucho tiempo para evaluar el rol de la
izquierda en lo que resta de la gestión. Entramos en un nuevo contexto
electoral rumbo al 2014 y debemos estar claros en nuestra ubicación respecto a
lo bueno y lo malo de la gestión municipal. Hay que pedir un mayor acercamiento
de Susana y la gestión a la Confluencia, así como una posición más definida de
los izquierdistas.
La izquierda
en Lima no puede estar ausente del debate de las reformas iniciadas por la
Municipalidad ni de un debate programático claro sobre el presente y futuro de
la ciudad. Debemos ser los abanderados del Acuerdo de ancha base, hay que
seguir planteando las críticas, siempre necesarias y las propuestas
alternativas. Lo que no podemos hacer es dejarle en bandeja el gobierno de Lima
a las derechas y los sectores que quieren imponer su agenda a partir dela
mentira, el chantaje y el obstruccionismo.
*Regidor
metropolitano de Lima y militante del MAS
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