Los políticos ambiciosos y con
chicharrones ya lo comenzaron a atacar.
En la última encuesta de Ipsos Perú, apareció el nombre de Gastón Acurio
con un significativo 3% de intención de voto. Digo significativo, porque los
candidatos tradicionales (Keiko Fujimori, Alan García, PPK y Toledo) son
políticos que están en permanente campaña, mientras el reconocido chef no ha
lanzado candidatura alguna y sigue dedicado a seguir impulsando la gastronomía
peruana en el mundo.
A partir de eso, se dijo que Acurio podría ser el ‘outsider’ que todos
estaban esperando. Un hombre que, desde la cocina, supo articular a todo el
Perú y a todos los sectores sociales. Prueba de ello son los exitosos eventos
de Mistura, de los que fue tenaz impulsor. Muchos están hartos de los llamados
políticos tradicionales ¿Por qué tenemos que elegir al menos malo? ¿Por qué
tenemos que votar tapándonos la nariz? ¿Por qué escoger entre el cáncer y el
sida?, como lo definió Mario Vargas Llosa.
El país está harto de ver cómo políticos comprometidos en graves
acusaciones, como la liberación de bandas de narcotraficantes, pretendan seguir
teniendo protagonismo. Acurio, en la entrevista a Milagros Leiva de El
Comercio, opina al respecto: “Nadie debe ambicionar ser presidente. Si las
necesidades o el país te lo exigen, entonces cumples cinco años. Si tú sientes
que esa misión no fue acertada, podrías aprender y asumir una segunda misión.
Si en esa segunda, lograste corregir aquello que sientes que estuvo mal, ya no
es una misión una tercera, sino una ambición”.
Los políticos ambiciosos y con chicharrones ya lo comenzaron a atacar.
Están asustados porque es un personaje con las manos limpias. Los políticos
tradicionales están chamuscados. Uno tiene tremendo rabo de paja con casas
compradas de forma oscura, otro impresentable fue sorprendido diciendo que ‘con
plata voy a comprar votos’ y se ufana de no haber leído nunca un libro.
Y otra no se sabe de qué vive, porque no tiene trabajo conocido y carga
la herencia del gobierno de su padre, donde primó la corrupción y el
autoritarismo. Estos grupos políticos están asustados con la posible irrupción
de Gastón Acurio, un exitoso empresario privado, un hombre que reivindica la
cocina peruana: la costeña, serrana y la selvática. Un articulador.
Ayer, el chef aclaró que no piensa postular en el 2016. Es una lástima.
Ni bien salió su nombre a la palestra, los apristas y fujimoristas saltaron
hasta el techo. Temen a Gastón. Le van a decir que ‘no tiene experiencia’, ‘que
es un albur’.
En 1990 llegó Fujimori con la ‘ayudadita’ del Apra. Hoy, se unen
para oponerse a una eventual candidatura de Acurio. En la entrevista se explaya
en temas que van mas allá de la gastronomía, como la seguridad ciudadana y la
educación, en la que estamos últimos en el mundo, según la prueba PISA. Está
preparado. Si postula, sería un candidato para tomar en cuenta, para que se
purifique la política copada por la ambición y las uñas largas.
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