Perú, el Estado laico que regala más de S/.2 millones a la Iglesia
Presupuesto para el 2014 incluye
millonaria subvención a institución católica, mientras que aquellas destinadas
a la investigación, la ciencia y el deporte no llegan, en algunos casos, ni a
la octava parte.
El último lunes se publicó finalmente
en el diario oficial El Peruano, la Ley de presupuesto
para el sector público para el año fiscal 2014, que detalla la
forma en que se distribuirá el dinero del Estado en su conjunto.
Sin embargo, los medios suelen informar de las
grandes cifras destinadas a los principales ministerios de acuerdo a su
actividad coyuntural, olvidando poner el ojo en los 'números pequeños'.
Nos encontramos así con el Anexo A de
la mencionada ley, donde se enumeran las subvenciones a personas jurídicas, es
decir, el dinero derivado de los pliegos de distintos ministerios a una serie
de instituciones encargadas de realizar labores denominadas de interés público.
Y es aquí donde las diferencias llaman la atención en un caso específico: la
Iglesia Católica.
Según el documento, dicha institución religiosa
recibirá de parte del Estado para el 2014, a través del pliego del Ministerio
de Justicia y Derechos Humanos, una subvención de S/. 2'603,000. Es decir, más
de dos millones y medio de soles a una institución religiosa en un Estado
laico.
¿Dónde está lo curioso? En la comparación a las
subvenciones que recibirán instituciones destinadas a la investigación, ciencia
y educación. Aquí solo algunas:
Academia Nacional de Ciencias S/.100,
000
Academia Peruana de la Lengua S/.255,
275
Academia Nacional de Medicina S/.250,
000
Sociedad Geográfica de Lima S/.860, 000
Es imposible no hacer un paralelismo
entre estas cifras -que sumadas no alcanzan el monto destinado a la Iglesia
Católica-, con la situación actual de la educación en nuestro país, sobre todo
tras darse a conocer los resultados de la última
evaluación PISA, que sitúa al Perú en el último lugar de 65
países respecto a la forma en la que nuestros escolares utilizan los
conocimientos adquiridos en sus escuelas.
Pero las comparaciones son odiosas y
lamentablemente no quedan aquí, pues las subvenciones destinadas al deporte a
través del Ministerio de Educación a las diferentes federaciones, también son
inferiores. Saliendo de unos Juegos Bolivarianos y a puertas del inicio del
proceso de organización de los próximos Juegos Panamericanos, esto debería
también llamarnos la atención.
Comité Olímpico Peruano S/. 600, 000
Federación Peruana de Tabla (Oro en los
recientes Bolivarianos) S/.280, 000
Federación Peruana de Voleyball (Oro en
los Bolivarianos) S/.360, 000
Federación Peruana de Rugby (Bronce en
los Bolivarianos) S/.88, 000
Federación Peruana de Ajedrez (Oro en
Bolivarianos) S/.120, 000
Como un aparte a ello, vale mencionar
el caso de la Academia Nacional de Medicina, con S/.250, 000 como subvención.
La pregunta es clara, ¿por qué en un Estado laico,
sin religión oficial, se le da este beneficio a una institución como la Iglesia
Católica? ¿Por una cuestión de justicia no se debería hacer lo mismo con el
resto de confesiones?
El famoso concordato firmado
entre el Perú y El Vaticano en 1980 durante los últimos días del gobierno
militar -una muestra más de la afinidad de la iglesia católica con los
regímenes dictatoriales de la historia- continúa siendo el pretexto para
mantener en la legalidad este tipo de apoyo, tal y como lo demuestran los
siguientes puntos de dicho acuerdo:
Artículo 8º.-El sistema de subvenciones para las personas, obras y
servicios de la Iglesia Católica seguirá como hasta ahora. Las asignaciones
personales no tienen el carácter de sueldo ni de honorarios, por tanto no
constituyen renta sujeta a tributación.
Artículo 10º.-La Iglesia Católica y las jurisdicciones y comunidades
religiosas que la integran continuarán gozando de las exoneraciones y
beneficios tributarios y franquicias que les otorgan las leyes y normas legales
vigentes.
Es decir, no solo reciben dicho monto de dinero,
sino que además no están obligados a pagar impuestos por ello.
Otro argumento recurrente entre quienes defienden
la Iglesia Católica en nuestro país, es que esta realiza una 'labor' más allá
que la de solo oficiar misas y, claro, meterse en lo que no le importa. Sin
embargo, esta recibe también donaciones por parte de sus mismos feligreses -no
solo domingo a domingo al pase de cesta- sino por parte de organizaciones
nacionales e internacionales para 'repotenciar' dicha 'labor'. ¿Les hace falta
entonces más de dos millones de parte del Estado que podrían tener quizá un
destino más útil?
Porque es evidente que la labor de la Iglesia
Católica no solo se limita a una trabajo de caridad desinteresado, sino que
además realizan este transmitiendo el mensaje de su propia doctrina, algo en lo
que si bien están en todo su derecho, no puede ser pagado por todos los
peruanos.
En otros países no confesionales se le pregunta a
sus ciudadanos si desean aportar o no parte de sus impuestos a la lglesia
Católica. ¿Por qué los peruanos estamos obligados a hacerlo?
¿Cuántos años más la pregunta seguirá sobre la
mesa?
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