Qué es y qué esconde el TPP
o Acuerdo de libre comercio transpacífico
El TPP es un
acuerdo de libre comercio ventajoso para los EUA, hace añicos la soberanía de
los países firmantes poniendo por encima de ellos el poder de los monopolios
trasnacionales, quienes podrán reclamar hasta el pago por “pérdidas” si los
estados imponen medidas proteccionistas en sus respectivos países.
¿Cuáles son las verdaderas intenciones de EEUU al
impulsar el TPP? ¿Por qué muchas de sus cláusulas se han negociado en secreto?
Por Florentino
López Martínez. En Atlanta, Estados Unidos, el pasado 5 de octubre,
culminó la negociación para imponer el Acuerdo Estratégico de Asociación
Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés); se trata del tratado de libre
comercio más grande de la historia de la humanidad, el proceso de negociación
se llevó a cabo en absoluto secreto durante los últimos 5 años, aunque desde la
llegada de Barack Obama a la presidencia de los EUA se tenía proyectado, para
acrecentar el poder económico de los grandes consorcios norteamericanos.
El TPP, abarca un territorio de 12
países: Australia, Canadá, Chile, Brunéi, Japón, Malasia, Nueva Zelanda,
México, Perú, Singapur, Vietnam y Estados Unidos de Norteamérica (EUA);
ubicados en zonas estratégicas de ambos laterales del Pacífico, con una
población de cerca de 1000 millones de habitantes, estos países representan el
25% de las exportaciones globales y el 40% del Producto Interno Bruto (PIB)
mundial.
Las intenciones de EEUU al promover el TPP, son
definitivamente monopólicas.
Recientemente, la prensa
internacional, algunos sindicatos, como la AFL-CIO y en particular Wikileaks,
han sacado a la luz algunos de los contenidos del TPP, partiendo de esa poca
información disponible podemos establecer algunas consideraciones:
1.- El TPP es un acuerdo de libre comercio
ventajoso para los EUA, hace añicos la soberanía de los países firmantes
poniendo por encima de ellos el poder de los monopolios trasnacionales, quienes
podrán reclamar hasta el pago por “pérdidas” si los estados imponen medidas
proteccionistas en sus respectivos países.
2.- En torno al llamado derecho del autor o
derecho de patente, el TPP tiene dos aspectos sumamente agresivos. El primero,
se refiere al control absoluto de la información que circula en los distintos
medios masivos de comunicación, en particular la Internet, según las cláusulas
de este tratado no se podrá propagar información en cualquier país si no se
tiene comprado el derecho correspondiente.
3.- El otro aspecto del derecho de Patente, que
se refiere a la industria farmaceútica es genocida; impone 12 años de
exclusividad a los magnates norteamericanos, y durante ese tiempo se prohibe la
producción de medicamentos genéricos, lo que encarecerá severamente el precio
de los medicamentos.
4.- El TPP es un tratado privatizador que elimina
toda posibilidad de subsistencia de las empresas estatales y paraestatales,
obliga a los estados a finiquitar el proceso de privatización de éstas.
5.- El acuerdo pone en bandeja de plata todos los
recursos naturales y agrícolas de los países firmantes a merced de los
monopolios trasnacionales, obligando a los estados a modificar sus
legislaciones para garantizar el saqueo de sus recursos.
6.- Obliga a los estados miembros a modificar sus
legislaciones laborales, para garantizar una mayor explotación de la fuerza de
trabajo; esto no sólo tiene consecuencias para los países económicamente
dependientes, también para la clase obrera norteamericana, que tendrá como
presión el traslado de sus fuentes de empleo a otros países, y con ello la
disminución de sus respectivos salarios y la pérdida de empleos.
7.- El TPP tiene como uno de sus objetivos
estratégicos, aislar y acorralar a la economía China, la segunda economía más
poderosa del mundo. El mensaje de Obama fue claro en esta dirección: “No
podemos permitir que países como China escriban las reglas de la economía
global, nosotros debemos escribir esas reglas…”.
8.- Lo referente a la cuestión militar, se ha
mantenido en absoluta secrecía, sin embargo, algunos analistas mencionan que
una cláusula principal en el TPP pretende reforzar la presencia militar de los
EUA en la cuenca Asia-Pacífico, a pesar de que actualmente ya cuenta con
presencia militar en 135 países de todo el mundo.
Aparte del TPP, los EUA están en proceso
de negociación de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión
(TTIP por sus siglas en inglés) que se lleva a cabo con la Unión Europea, de
concretarse este acuerdo de libre comercio, impactaría sobre el 60% del PIB
mundial, 33% del comercio en bienes y 42% en comercio de servicios; este
tratado tambien lleva varios años negociándose en secreto, y tiene las mismas
características que el TPP según las pocas filtraciones que se han hecho sobre
su contenido.
Por si fuera poco, un tercer acuerdo
de libre comercio que está negociando en secreto EUA desde hace 6 años, es el
denominado Acuerdo de Comercio de Servicios (TISA por sus siglas en inglés),
que afectará a 50 países: Unión Europea, Japón, Canadá, Colombia, Chile,
México, Australia, y Corea del Sur; este acuerdo abarca un 68% del comercio
mundial en servicios y pretende regular de manera supranacional, los servicios
financieros, de salud, agua, telecomunicaciones y transportes principalmente,
restringiendo toda la capacidad de los gobiernos sobre estos servicios,
obligándolos a la privatización y entrega a los emporios yanquis.
El TPP ahora tendrá que pasar a la
aprobación de los órganos correspondientes de cada uno de los países, en el
caso de México y los EEUU, habrá de ser ratificado por los senadores; de
consolidarse, entraría en vigor en el 2017.
De prosperar las negociaciones
secretas para implantar el TISA y el TTIP, junto con el TPP, le daría el
control a EUA sobre el 80% del valor del PIB mundial, que lo ratificaría como
la primera potencia. Estos acuerdos sin duda buscan revirar la pérdida de la
capacidad de influencia que le trajo la crisis económica internacional del
2007-2009 a EUA y el incremento de la presencia China en el escenario
internacional.
Ante esta realidad, conviene traer a
cuenta que durante la primera mitad del próximo año se cumplirán 100 años en
que Vladimir Ilich Lenin, escribiera una de sus obras económicas más
importantes: El imperialismo, fase superior del capitalismo; que en sus 10
capítulos describe la transformación del capitalismo a su época imperialista,
del papel determinante del capital financiero y la oligarquía financiera, de la
disputa del mercado mundial, la profundización de las contradicciones entre el
capital y el trabajo, entre las naciones imperialistas y las naciones
dependientes, entre los propios bloques imperialistas; nos advierte de la
inevitabilidad de las guerras imperialistas, como producto inherente al
desarrollo del capitalismo en la época del dominio de los monopolios.
Son justamente éstos elementos que
hoy se desarrollan en su máxima expresión, los amplios y agresivos tratados de
libre comercio que están por concretarse (TPP, TTIP y TISA), son mecanismos que
buscan ampliar la maximización de las ganancias del capital financiero, a costa
de la destrucción masiva de la fuerza de trabajo; la sobreexplotación de la
clase obrera, arrojando a la calle a millones de obreros y condenando a las
amplias mayorías de la población a la indigencia y la muerte.
Pero hay algo que hasta ahora ni los
analistas burgueses y pequeñoburgueses han dicho sobre la perspectiva de estos
tratados de libre comercio, el papel que la clase obrera, los campesinos y las
amplias mayorías debemos hacer ante esta ofensiva brutal del capital.
Pues bien, además de convertir el mundo en un gran mercado único y una fábrica mundial, este proceso de centralización y concentración del capital también obliga irreversiblemente a los obreros de todo el mundo a verse como un sólo obrero, una sóla clase que trabaja en una sóla fábrica; y de ahí que se posibilita el establecimiento de una lucha única a escala internacional y crea las condiciones para la socialización de los medios de producción a gran escala.
Pues bien, además de convertir el mundo en un gran mercado único y una fábrica mundial, este proceso de centralización y concentración del capital también obliga irreversiblemente a los obreros de todo el mundo a verse como un sólo obrero, una sóla clase que trabaja en una sóla fábrica; y de ahí que se posibilita el establecimiento de una lucha única a escala internacional y crea las condiciones para la socialización de los medios de producción a gran escala.
Esa es la tendencia que desde abajo
tenemos que empujar, todas las víctimas del capital financiero; el frente unido
de la burguesía se viene consolidando desde hace más de 100 años a través de
sus organismos internacionales como la ONU, el FMI, el BM, la OTAN, etc., cuyos
objetivos se centran en la defensa de los interéses de la oligarquía financiera
profundizando la dictadura sobre todo el planeta, desarrollando todas las
formas de sometimiento, desde los métodos más democráticos y transparentes de
la democrácia burguesa, hasta el fascismo más despiadado; es hora que, desde el
mundo del trabajo, desde la clase obrera, los campesinos y el 99% de la
población que somos damnificados de esa política, presentemos un Frénte Único
contra el imperialismo, contra el fascismo, y por el socialismo.
Como dijo Lenin, esta época del
predominio de los monopolios, del capital financiero, también es la época del
capitalismo agonizante que hoy está en vísperas de una nueva crisis y
probablemente preludio de una oleada de revoluciones proletarias.
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