viernes, 18 de abril de 2014

Las “ondas de choque”, un nuevo tratamiento por si el viagra no funciona
Desde la aparición del primer tratamiento oral, se han multiplicado las opciones para los más de 150 millones de varones que padecen problemas de erección, la más reciente son las ondas de choque.

La revolución del tratamiento para la disfunción eréctil que supuso en 1998 el lanzamiento del Viagra no se ha agotado en el siempre vigente uso de la ya célebre pastillita azul, una solución para los problemas de buena parte de los más de 150 millones de varones que la padecen en todo el mundo. Los últimos años han sido testigos de la llegada de nuevas moléculas emparentadas con el sildenafil -tal es el nombre real de la droga comercializada en Estados Unidos como Viagra y aquí, con decenas de nombres distintos-, de mejores tecnologías en implantes peneanos e incluso de tratamientos completamente distintos, como las ondas de choque de baja energía que desde hace poco se emplean en Argentina.
"Las ondas de choque constituyen un tratamiento absolutamente indoloro, que requiere unas cuatro sesiones de 20 minutos durante un mes, en las cuales se aplican en el pene ondas de choque similares a las que se emplean para disolver cálculos renales, pero de mucha menor intensidad, y que se ha observado que estimulan la formación de nuevos vasos sanguíneos", explicó el doctor Amado Bechara, jefe de Unidad de la División Urología del hospital Durand y director médico del Instituto Médico Especializado (IME), que tiene experiencia en el uso de las ondas de choque.
La necesidad de generar nuevos vasos sanguíneos en el pene de quienes padecen disfunción eréctil está dada porque, en la amplia mayoría de los casos, la causa de disfunción eréctil es vascular.
"La hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol elevado y la enfermedad cardiovascular son los factores etiológicos que más comúnmente se encuentran detrás de la disfunción eréctil, y que tienen en común el daño del endotelio, que es la capa interna de las arterias del pene", agregó el doctor Adolfo Casabé, consultor de la Sociedad Argentina de Urología y encargado del sector de Medicina Sexual del hospital Durand.
"Este tratamiento es una alternativa para los pacientes que no responden al sildenafil o a las otras drogas, pero que no quieren pasar al siguiente tratamiento de la disfunción eréctil, que son las inyecciones intrapeneanas", comentó Bechara.
"La tasa de eficacia ronda el 60%, lo que significa que el 60% de los pacientes tratados con ondas de choque va a poder responder adecuadamente a la terapia oral", completó Casabé, que agregó que los efectos del nuevo tratamiento se observan a los 45 a 60 días posteriores a su finalización.
El tratamiento desarrollado en Israel -y aprobado por las autoridades regulatorias de la Argentina y de 16 países europeos- no posee efectos adversos descriptos.

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