DETENCIÓN DE GOYO, VICTORIA PÍRRICA Y EFÍMERA DE LA DERECHA CAVERNARIA

Por Manuel Guerra

La cosa estaba más que cantada, Goyo lo sabía y aún así asistió a dar la cara a la audiencia donde se consumó su detención. Era lo que había dictado la derecha cavernaria que nunca le perdonará haberse puesto al frente del pueblo cajamarquino que defiende sus lagunas de la voracidad de Newmont y sus socios; se trata, asimismo, de conjurar el riesgo de la reelección del dirigente cajamarquino, que pondría en jaque al cuestionado proyecto Conga. Esta es la madre del cordero que pretende ser encubierta por artificios legales que el poder mediático se encargará de justificar hasta el cansancio.

En el fondo esta medida no refleja sino la desesperación de los grupos de poder, asustados por la inminente victoria electoral de Goyo, porque no han logrado doblegar la dignidad del pueblo cajamarquino, ni mermar su capacidad de lucha, no obstante la brutal campaña que han puesto en marcha durante los últimos años.

Por ello, se engaña la derecha si cree que con esos manejos antidemocráticos, prepotentes y abusivos va a obtener una victoria definitiva. La injusta detención de Gregorio Santos tendrá un efecto contrario a lo que se proponen sus sesudos estrategas. Las muestras de solidaridad con Goyo han empezado a expresarse desde diversos sectores e irán creciendo en los próximos días, en la misma medida que la indignación y rechazo a quienes usan el garrote para imponer un modelo que saquea los recursos y condena al país al atraso permanente.

La heroica resistencia del pueblo cajamarquino seguirá su curso y se expresará de diversas formas. La batalla electoral, con Goyo como candidato, cobrará mayor fuerza e impulso. La dignidad de los cajamarquinos impedirá que Yanacocha, el gobierno, el poder mediático y la derecha coaligada les impongan un presidente regional que se coloque de rodillas frente a la voracidad de las transnacionales.

Cajamarca es un ejemplo de lo enconado de la lucha de clases, que algunos pretenden desconocer; una muestra de lo que son capaces las clases dominantes cuando ven peligrar sus intereses; también del camino que debe transitar el pueblo para abrir un nuevo rumbo a nuestra patria.