El ‘paquetazo’ Castilla – CONFIEP: Una puñalada al pueblo
peruano.
Por: Orlando Escudero Torres*
El sector gran burgués
neoliberal, clase
dominante hegemónica en el país, subordinado y asociado a
las empresas trasnacionales se ubica en el ámbito financiero y rentista; en las
actividades extractivas, particularmente la minería, petróleo, gas, grifos, y
la pesca; la agroexportación levantada sobre un proceso de reconcentración de
la propiedad de la tierra, sobre todo en la costa y selva, que ha dado lugar a
la conformación de grandes latifundios bajo el régimen de producción
capitalista; el comercio, alimentos y supermercados; las telecomunicaciones,
medios de información; la actividad inmobiliaria; la salud y educación,
convertidas en el presente en negocios altamente lucrativos. Son estos
sectores, de naturaleza reaccionaria y apátrida, intermediarios del gran
capital foráneo, los beneficiarios del modelo económico, e interesados en su
consolidación y perpetuidad, quienes detentan el poder real en el país. El ministro
de economía, Luis Castilla, es el implementador, Ollanta Humala es un simple
subordinado.
Por otro lado, los efectos de la crisis capitalista y la
ralentización de la economía China empiezan a sentirse con mayor fuerza en la
economía peruana que ha empezado a registrar un menor ritmo de crecimiento, con
tendencia a agravarse, situación que afecta al conjunto de países
latinoamericanos cuyas economías se levantan sobre el esquema primario
exportador. Este sombrío panorama pretende ser contrarrestado en nuestro país
otorgándosele mayores ventajas a las inversiones extranjeras en las actividades
extractivas, particularmente en los rubros minero y petrolero, a costa de mayor
entreguismo, la destrucción medioambiental, la conculcación de los derechos a
los trabajadores y comunidades indígenas, atentar contra el patrimonio
ecológico y arqueológico, ahondar los niveles de exclusión y desigualdad.
Con este propósito, en los
últimos meses, el Congreso aprobó una serie de reformas enviadas por el
Ejecutivo, como la Ley Servir y su Reglamento, la Ley Universitaria,
el protocolo para el aborto terapéutico, recientemente, “paquete de reactivación económica”.
El ‘paquete’ aprobado el día 3 de julio, mediante la “Ley que Establece Medidas Tributarias, Simplificación
de Procedimientos y Permisos para la Promoción y Dinamización de la Inversión en el País”, es sumamente lesivo a los intereses
del Perú, y sus consecuencias serán nefastas para nuestros pueblos en el futuro
inmediato. Es la traición más humillante y vergonzosa del gobierno de Humala en lo que va de su período, abdicando la soberanía y la dignidad del país, para
satisfacer la voracidad de las empresas
transnacionales y de los grupos de
poder económico agrupados en la
CONFIEP.
Según Ollanta Humala,
se pretende "eliminar
las trabas
que aún existen para que la
inversión privada se ejecute a la velocidad que necesitamos y reactivar la
economía, y actuará en tres frentes y, adicionalmente, se
propondrán modificaciones a leyes como la Ley de Seguridad
y Salud en el Trabajo”: a)
El primer frente es la modificación del sistema tributario "para
reducir los costos de transacción y darle predictibilidad al
contribuyente". b) El segundo
frente impulsará la inversión en sectores específicos, como el minero, hidrocarburos y telecomunicaciones, por la magnitud de las inversiones
que representan. c) El tercer
frente será la reducción de sobrecostos a través de la simplificación de
trámites, la eliminación de “incentivos perversos” en la aplicación de
sanciones, así como la modificación de la Ley de Contrataciones del Estado
para incentivar la competencia y reducir el riesgo de fraude. Adicionalmente
el paquete incluye también modificaciones a la Ley de Seguridad y Salud en
el Trabajo, para reducir los costos para los empleadores, pero “manteniendo el
nivel efectivo de protección a la salud de los trabajadores” (?).
IMPLICANCIAS DEL ‘PAQUETAZO’
1. En materia tributaria, establece una
actualización "excepcional" de todas las deudas tributarias
pendientes de pago a la fecha de entrada en vigencia de la ley que estén a
cargo de la Sunat, incluidas las de EsSalud y de la Oficina de Normalización
Previsional (ONP). La actualización implicaría la extinción de la
capitalización de los intereses generados desde el 31 de diciembre de 1998
hasta el 31 de diciembre del 2005. Según el gobierno, la reducción de la deuda
tributaria “beneficiará a 152 mil contribuyentes, de los cuales más de 140 mil
son micro y pequeñas empresas”.
El
objetivo es condonar la deuda de tributos por la suma de S/. 22 mil millones, a los principales
deudores y evasores de impuestos al Estado, que son las grandes empresas
extranjeras y nacionales, monto que representa el 18.5% del Presupuesto Nacional 2014 y el 3.6% del PBI del país. Sólo la empresa Telefónica le adeuda al Estado peruano más de 2,300 millones de nuevos soles
por concepto de impuesto a la renta, mientras que la cadena de grifos Primax
del grupo Romero, debía hasta fines de 2011 la suma de S/. 217 millones. Aquí se
consagra la política del “perro muerto” para las grandes
empresas, mientras que al bodeguero, a
la micro y pequeña empresa se les aplica
todo el peso de la ley cuando incumplen su compromisos tributarios, donde la
Sunat actúa de gendarme y verdugo.
Este ‘paquetazo’ es,
además, una grave afrenta a la patria, pues significa renunciar el derecho
soberano que le asiste
al Estado
peruano de cobrar los impuestos
que adeudan
las grandes empresas
extranjeras y
nacionales por las actividades extractivas
y de servicios que realizan en nuestro territorio. Con tal cantidad de dinero
se podría solucionar gran parte de
las necesidades internas del
país, que a gritos
reclaman nuestros pueblos y la clase trabajadora. Este “faenón” constituye un
crimen de lesa humanidad.
2. En materia ambiental.
Se ha modificado
drásticamente
la legislación vigente, que debilita la institucionalidad, el control y
la gestión ambiental en el Perú, renunciando el cumplimiento de los protocolos
internacionales sobre cambio climático, del cual el Perú es país firmante. Según
Castilla, para “facilitar la inversión en las actividades extractivas, y destrabar
proyectos de inversión en hidrocarburos por 11 mil millones de dólares” y "asegurar
los derechos otorgados a los concesionarios, por ejemplo, en las áreas
naturales protegidas". Las medidas son:
· Reducción de las multas
de la OEFA. Con esta medida pretenden darle
"racionalidad" a la labor del Organismo de Evaluación y Fiscalización
Ambiental (OEFA) y establecer un porcentaje de 35% para el valor de las multas
que aplicará durante sus labores de fiscalización los próximos tres años. En
este lapso, el
organismo “deberá
sancionar excepcionalmente”. Si lo hace, deberá recurrir a
medidas correctivas (no deberá multar). Solo si estas no se cumplen, podrá multar hasta un
máximo del porcentaje indicado. Está orientado a favorecer
al sector minero-energético ante sus críticas a la legislación vigente por
su “desmedida severidad sancionadora”.
· El Minam ya no creará Zonas Reservadas. Este “paquetazo”
afectaría la designación de zonas reservadas para futuras áreas naturales
protegidas y no respetaría los estándares ambientales del Perú. Las Zonas
Reservadas (categoría transitoria, que se usa en tanto se realizan estudios
para categorizar un Área Natural Protegida) se crearán mediante Decreto Supremo aprobado por
el Consejo de Ministros. Hoy es función del Ministerio del
Ambiente – MINAM. Esta medida favorece a un grupo específico de empresas, dedicadas a la
minería y petróleo, que no les gusta que haya más
ojos encima de sus operaciones, y lo que va generar que los conflictos sociales se incrementen.
· Solo 30 días para opinar sobre EIA. La actual legislación
establece un plazo de 45 días para
la emisión de opiniones vinculantes y no vinculantes que son requeridas para
aprobar un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de un proyecto minero o petrolero.
El paquete recorta en un plazo de
30 días para la emisión de las opiniones vinculantes y no vinculantes
necesarias para aprobar un EIA (Estudio de Impacto Ambiental). No hacerlo “será falta grave y se sancionará al funcionario
responsable”. Si
dicha opinión técnica es además vinculante (es decir, no es posible aprobar el
EIA sin una opinión favorable de la correspondiente entidad), el Titular de la
entidad deberá opinar bajo responsabilidad. En opinión de especialistas
“emitir
opiniones técnicas vinculantes sobre los EIAs de gran complejidad en menos de 30 días es –al
menos– una invitación al
error“.
· Análisis económico para los estándares de calidad
ambiental. Existen
dos herramientas para advertirnos de la contaminación ambiental: El ECA (Estándares de
Calidad
Ambiental)
define cuándo el aire, el río o el suelo en el que vivimos están contaminados, y el
LMP (Límites Máximos
Permisibles) define cuánta contaminación puede emitir cada
empresa. Con la anterior norma, el
Minam los aprobaba mediante Decreto Supremo y sólo se necesitaba una opinión previa del sector
correspondiente. Ahora, será el Consejo de Ministros el que decide la creación de áreas reservadas y en la
fijación de estándares de calidad ambiental
(ECA) y límites máximos permisibles (LMP).
Además,
se incorpora un nuevo
contrato de estabilidad
tributaria a los proyectos mineros “con
capacidad de producción inicial superior a las 15.000
toneladas métricas por día“, añadiendo que “ni la ZEE ni el Ordenamiento Territorial asignarán
usos ni exclusiones de uso“.
3. En materia laboral. Las empresas ahorrarán más de mil millones de soles
con la reducción de multas laborales que aprobó el gobierno a través de una
reforma a la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo.
Se considera manejar con gradualidad las sanciones de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil). "Se moderarán las sanciones a las empresas, por un período de tres años, con un tope de 35% de las multas que les correspondería", detalló Castilla. Durante ese período se realizarán “labores de acompañamiento y aprendizaje para asegurarse de que las empresas fiscalizadas interioricen todo el marco legal laboral que les aplica”. Asimismo, el gobierno adoptará medidas vinculadas a diversas entidades públicas para que no generen “sobrecostos laborales” innecesarios a las empresas. Esta medida se extiende más allá del ámbito ambiental y laboral, "incluye a todas las entidades que tienen un rol fiscalizador como la OEFA, Indecopi, Sutrán”.
Se considera manejar con gradualidad las sanciones de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil). "Se moderarán las sanciones a las empresas, por un período de tres años, con un tope de 35% de las multas que les correspondería", detalló Castilla. Durante ese período se realizarán “labores de acompañamiento y aprendizaje para asegurarse de que las empresas fiscalizadas interioricen todo el marco legal laboral que les aplica”. Asimismo, el gobierno adoptará medidas vinculadas a diversas entidades públicas para que no generen “sobrecostos laborales” innecesarios a las empresas. Esta medida se extiende más allá del ámbito ambiental y laboral, "incluye a todas las entidades que tienen un rol fiscalizador como la OEFA, Indecopi, Sutrán”.
Este ‘paquetazo’ es
solo el inicio. Se vienen más “reformas” bajo la misma coartada económica, para
favorecer a los de hidrocarburos. Se intensificarán, de
manera impune y despiadada, el saqueo y depredación de nuestros recursos
naturales, se pone en grave riesgo la intangibilidad de las Reservas y Parques
Nacionales, y el territorio de las comunidades indígenas de la Amazonía
Peruana, habrá mayor contaminación ambiental, sobreexplotación y exclusión de
los trabajadores y nuestros pueblos, acompañada de mayor autoritarismo y
represión.
Sobre el particular,
se han pronunciado La Defensoría del Pueblo, pidiendo al Congreso que no se
aprueben estas medidas, pues “debilitan la
institucionalidad y los mecanismos de supervisión y fiscalización ambiental”; la ONU–Perú,
expresando a la Cancillería que “a la luz de los compromisos
internacionales adquiridos por el Estado peruano en referencia a la protección
del medioambiente (…) creemos necesario manifestar una legítima preocupación
(…) por el impacto que las nuevas medidas económicas pudieran acarrear”, así como diversas
organizaciones sociales y políticas, que el gobierno no ha tomado en cuenta.
Ahora le corresponde actuar al pueblo organizado.
Queda evidenciado,
una vez más, que lo que tenemos hoy en el Perú es un Estado vasallo y un
gobierno títere como sus antecesores, dispuestos a cumplir sin dudas ni
murmuraciones, los mandatos del Banco Mundial y del Fondo Monetario
Internacional de “ordenar” la economía y la superestructura del país, para lo
cual han “recetado” mayor apertura, menos trabas y más facilidades a las
transnacionales, corporaciones y multinacionales para que “inviertan” y saqueen
las riquezas naturales con mano de obra barata nacionales, de paso que “ayudan”
a los grupos económicos nativos a compartir una minúscula parte de las ingentes
ganancias mientras dejan dentro de nuestras fronteras minucias, limosnas y
dádivas.
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