viernes, 11 de julio de 2014

Hallan dos observatorios de astros en Machupicchu


LEGADO. Expertos confirman que ambos lugares servían para predecir eclipses y ver movimientos del sol y la luna. Así los incas armaban calendarios y ceremonias.
Tuvieron que pasar más de 500 años para que se confirmara que los incas no solo eran diestros en ingeniería y arquitectura, sino también expertos en astronomía. Pese a que las crónicas coloniales hacían referencias sobre esta capacidad, esta recién fue ratificada hace unos días por expertos de la Universidad de VarsoviaUniversidad Técnica de Wroclaw en Polonia y del Ministerio de Cultura. Esto luego de un estudio -que duró dos años- en el que corroboraron el hallazgo de dos observatorios astronómicos incas en el parque arqueológico de Machupicchu.
El primero se ubica en Intimachay. Se trata de una estructura lítica compuesta por una ventana frontal y otra lateral que servía como mirador del sol. Por las claraboyas ingresaba la luz del astro dando inicio a los solsticios de verano e invierno en la época incaica.
La segunda estructura se halla en Inkaraqay. Allí se levanta una portada de piedra fina con dos agujeros de cinco centímetros de diámetro, situados a una distancia de 1.70 metros. Los orificios -concluyen los especialistas- fueron puntos de observación astronómica. 
El estudio de ambos lugares, en el que se usó modernas técnicas como el escaneo en 3D, es el primero en que se comprueba la existencia de este tipo de miradores que coinciden con las características descritas en las crónicas de Pedro Sarmiento de Gamboa de 1571.
Mariusz Ziolkowski, docente de la Universidad de Varsovia, explicó que los observatorios fueron usados “para diseñar el calendario agrícola, coordinar actividades en todo el Tahuantinsuyo, así como para fines ceremoniales y religiosos”.
Desde Inkaraqay se puede ver en perspectiva la cima de la montaña Yanantín por donde cada mañana hace su aparición el sol, estrella considerada como Dios por los incas. 
Ziolkowski manifiesta que estos habitantes fueron incluso capaces de prevereclipses de la luna. “Es un alcance significativo, porque hasta ahora solo sabíamos que los Mayas y Aztecas podían predecir el fenómeno”. El experto advierte que la predicción de eclipses (solar y lunar) tenía fines rituales y sociotécnicos, además  era sinónimo de poder.
“Cristóbal Colón en su tercer viaje tenía problemas de abastecimiento y los moradores de la isla no lo querían abastecer. En las tablas astronómicas pudo leer que en dos días iba haber un eclipse lunar, entonces amenazó a los moradores con que les quitaría la luna. Cuando ocurrió el eclipse, les generó temor  e inmediatamente lo abastecieron. La astronomía en todas las culturas era un instrumento de poder”, refirió el especialista.
En ese sentido, el catedrático destacó que se trata de una comprobación del avance científico de los incas. Según dijo hasta ahora solo se sabía que los observatorios eran instrumentos protocientíficos que usaban en las culturas de Centroamérica. Los más conocidos son el Caracol de Chinchén Itzá y los Pozos Astronómicos Aztecas.
INVESTIGARÁN EN CERRO YANANTÍN
Para Fernando Astete, jefe del parque arqueológico de Machupicchu, la confirmación es una muestra del gran nivel de desarrollo incaico. “Para este año, se prevé una exploración en la cumbre de la montaña Yanantín para ubicar las Sukanqas o marcadores solares colocados verticalmente en la época inca, y tener mayores elementos que corroboren la existencia de observatorios astronómicos”
También está prevista la realización de estudios arqueoastronómicos mediante escaneo láser 3D en el sector del Intihuatana y la montaña de Machupicchu.

Los estudios e investigaciones estuvieron a cargo de los profesores Jacék Kosciuk de la Universidad Técnica de Wroclaw de Polonia, y Mariusz Ziolkowskide la Universidad de Varsovia. 

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