jueves, 26 de diciembre de 2013

COLTÁN: LA PIEDRA MÁGICA DE LA TECNOLOGÍA



DILEMA. Material no es renovable y ocurrió una guerra fratricida en Congo por obtenerlo


La vida moderna como la conocemos, depende de una piedra mágica. Mucho de la tecnología de comunicaciones, como los teléfonos celulares, las computadoras, la banda ancha de Internet y la información transmitida por satélites espaciales se basa en el coltán, mezcla de columbita y tantalita.
El coltán no es realmente ningún mineral establecido. Es un término que no se utiliza en el lenguaje científico y que responde a la contracción de dos minerales bien conocidos: la columbita, (óxido de niobio con hierro y manganeso) y la tantalita, (óxido de tántalo con hierro y manganeso).
El tantalio se usa principalmente en la elaboración de condensadores. El condensador electrolítico de tantalio es en la actualidad un tipo bastante común de condensador presente en gran cantidad de dispositivos electrónicos. A su vez, es mejor conductor de energía que el cobre, y es resistente al desgaste, por lo cual se emplea en banda ancha. 
En esta millonaria industria, el valor de la columbita hecha niobio en 2006 fue de 118 millones de dólares, y el de tántalo de 164 millones. Sin embargo, al parecer, ha habido una caída significativa en la producción y venta de niobio de las minas africanas desde que hubo un drástico incremento de precios en 2000, debido a la especulación.
Esta piedra no es una fuente renovable, y el 81% de las reservas mundiales de ella se encuentran en la República Popular del Congo, país africano asolado por una larga guerra civil. Empresas de Kazajistán, Estados Unidos y Europa pugnan por la compra de coltán en medio de un conflicto.
Mineral de la guerra 
En el documental de la televisión alemana Coltán: comercio sangriento, se presentan casos de mineros congoleses en condiciones de semi-esclavitud.
Relacionan esta extracción con mafias internacionales y grupos armados de países vecinos de Congo, como Uganda o Ruanda, donde el tráfico ilegal de coltán se masifica.
Muy recientemente se ha puesto de manifiesto un problema adicional, relacionado con la explotación artesanal de este producto: elementos como el uranio, el torio y el radio, entre otros, pueden aparecer formando fases minerales exóticas, asociadas al coltán, o estar incluso presentes en la propia estructura cristalina de la columbita y tantalita.
En la revista Journal of Radiological Protection, científicos del Departamento de Física y del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad de Nairobi han evidenciado dosis de radiación en los trabajadores congoleños que se dedican de forma artesanal a la extracción de coltán de hasta 18 mSv por año, aunque el máximo tolerable es de 50mSv anuales.
Por todo ello, el Centro de Estudio Internacional del Tantalio-Niobio en Bélgica, ha recomendado a los compradores internacionales que eviten el coltan de la región del Congo por motivos éticos.
Cabe mencionar que entre 1997 y 2003 se realizó la llamada Guerra Mundial Africana, entre nueve países de la región, por el control político del Congo, que culminó con el derrocamiento del presidente Laurent-Désiré Kabila y su hijo. Estas pugnas tuvieron como tema central el control del coltán. Murieron casi cuatro millones de personas en esos enfrentamientos.

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