martes, 10 de diciembre de 2013

LA IMPARABLE DISPUTA POR LIMA

DICIEMBRE , 2013
Repensando las cosas tras las elecciones del 24 de noviembre

Por: Luis Gárate*
Tras los resultados de las elecciones complementarias de regidores de Lima se ha abierto un cruce de opiniones en torno a las consecuencias políticas para la gestión de Susana Villarán y la izquierda.
Estos resultados merecen una seria reflexión, tanto colectiva como personal. Ahora lo hago como partícipe de este proceso, en mi calidad de actual regidor metropolitano, candidato y militante de una de las principales organizaciones políticas que son parte de la Confluencia por Lima, el Movimiento de Afirmación Social.
Considero que no se puede hablar de una victoria, pues el resultado de 7,6 por ciento, que ha traído la reducción a 3 regidores no puede ser visto como tal. Sin embargo hay que resaltar que en los primeros sondeos de opinión, la lista de Tierra y Dignidad (TD) presentaba cifras mucho menores (¡como 0,8 por ciento!).En pocas semanas, con un símbolo casi desconocido y una logística muy precaria, pudimos llegar a los resultados ya conocidos.
Este resultado, siendo muy modesto, fue lo que se pudo lograr, el producto del trabajo esforzado de la mayoría de miembros de la lista de candidatos, así como del esfuerzo incansable de los y las militantes de base, los de la Confluencia y sus partidos, así como muchos activistas independientes y simpatizantes que no están inmersos en los debates ideológicos o negociaciones, los que mantienen la esperanza en un gobierno popular que resuelva los principales problemas de los siempre postergados.
Si bien algunas fuerzas han salido favorecidas, como el PPC y Somos Perú, tampoco pueden cantar victoria pues entre los votos nulos y las abstenciones suman un 38 % del electorado de Lima, lo que muestra un alto rechazo ciudadano a lo que significó esta elección como última etapa de la revocatoria.
Hay que señalar que como candidatos no sentimos un apoyo decidido, tanto desde todos los miembros de la gestión municipal, así como de los mismos partidos de la Confluencia. Podríamos decir, aunque con riesgo de especular, que una participación mayor y más centralizada de estos actores, como sucedió en la revocatoria, hubiera permitido mejores resultados.
Hay realidades que debemos analizar con frialdad. Después de la revocatoria y con el retiro de 20 de los 21 regidores de la Confluencia, la bancada pasó a ser la primera minoría con 17 regidores. Nos vimos entonces obligados a llegar a entendimientos con regidores de bancadas como Restauración Nacional, Perú Posible y Siempre Unidos, no en base a coincidencias ideológicas o principistas, sino a la necesidad de sacar adelante acuerdos importantes sobre las reformas y programas impulsados por la gestión de Lima.
Ahora siendo 3 regidores de la Confluencia, nos vemos en la necesidad de tender más puentes y concertar con los sectores que la ciudad ha decido poner en el Concejo. Conociendo que el PPC es una fuerza que después de la revocatoria marcó distancia de la gestión y está en una abierta confrontación, necesitamos tener entendimientos con sectores como los antes mencionados, con los regidores de Somos Perú, Perú Posible, Acción Popular, Siempre Unidos, Restauración y del Partido Humanista.
En eventos de la Confluencia previos a las elecciones, algunos sectores de la izquierda plantearon que hablar de una alianza política con grupos como el Humanismo o Perú Posible serían una suerte de “traición”, por el pasado de estas organizaciones vinculados al Baguazo y a denuncias de corrupción. Todos hechos que debemos reprobar. Sin embargo hoy la realidad política del Concejo que nos ha dado Lima, nos fuerza a llegar a entendimientos políticos concretos con estos sectores para avanzar con el Acuerdo de ancha base de 10 puntos y así continuar las reformas.
Si bien son importantes los balances, no hay mucho tiempo para evaluar el rol de la izquierda en lo que resta de la gestión. Entramos en un nuevo contexto electoral rumbo al 2014 y debemos estar claros en nuestra ubicación respecto a lo bueno y lo malo de la gestión municipal. Hay que pedir un mayor acercamiento de Susana y la gestión a la Confluencia, así como una posición más definida de los izquierdistas.
La izquierda en Lima no puede estar ausente del debate de las reformas iniciadas por la Municipalidad ni de un debate programático claro sobre el presente y futuro de la ciudad. Debemos ser los abanderados del Acuerdo de ancha base, hay que seguir planteando las críticas, siempre necesarias y las propuestas alternativas. Lo que no podemos hacer es dejarle en bandeja el gobierno de Lima a las derechas y los sectores que quieren imponer su agenda a partir dela mentira, el chantaje y el obstruccionismo.
*Regidor metropolitano de Lima y militante del MAS

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