lunes, 26 de junio de 2017

EXCLUSIVO | Habla Antauro: Ollanta es culpable en el caso “Madre Mía”
“…En ese tiempo el “capitán Carlos” y muchos hicieron eso. Traían gente y la asesinaban, la fondeaban…”

Por Martín Valdivia Rodríguez
(Director)
El siempre polémico Antauro Humala, hermano del expre­sidente de la Repú­blica, Ollanta Humala Tas­so, en una charla exclusiva con nuestro diario Exitosa, contó sin pelos en la lengua diversos temas de actualidad nacional, pero inició nuestra conversación hablando nada menos que del exjefe de Es­tado y pidió al país que no lo llamen “cosito” sino “capitán Carlos”, que es más honora­ble para la familia. En esta edición presentamos parte de la extensa entrevista que nos brindó y que daremos a conocer sin censuras ni tapujos.
– Antauro ¿cómo te gustaría que el pueblo peruano llame a tu hermano “capitán Car­los” o “cosito”?
Prefiero que se quede como “capitán Carlos” y no como “cosito”.
-¿Y ahora que lo acusan como “capitán Carlos” por los crí­menes cometidos, tú qué opinas de esto?
Que han habido crímenes, estoy totalmente seguro. Pero hay una gran diferen­cia. En la guerra contrasub­versiva hubo dos actitudes por parte del Ejército: los que actuaron como sicarios y los que actuamos como solda­dos. Yo actué como soldado, tengo siete enfrentamientos contra Sendero Luminoso, además tengo una herida de bala en la pierna y la Co­misión de la Verdad nunca me ha tocado porque todos mis muertos son de combate y hay partes de combate y así muchos oficiales. Los únicos problemas que tienen los oficiales con la supuesta per­secución, son para aquellos que actuaron como sicarios.
Por ejemplo, en Accomarca no hubo nunca un enfren­tamiento. Solamente vino un huev… con 30 soldados, metió a los aldeanos a una iglesia, les metió fósforo blanco y los mató a todos. Los quemó vivos. No encon­traron ninguna mecha lenta, no encontraron ni mierda, no hubo nunca un enfrenta­miento. Él pensaba que eran terrucos hasta los niños de cuatro años.
Igual te puedo decir de Ca­yara, de Barrios Altos, igual te puedo decir de La Cantu­ta, hasta amarrados los han matado a los estudiantes. Si fueron terrucos o no, no lo sé. Igual te digo que aquí estoy preso con todos los de derechos humanos del gru­po Colina y estos hue… ven terrucos hasta en la sopa. La otra vez va un coronel a un hospital civil y regresó asado. “Puta, estos terrucos de mier­da”, que la enfermera era una terruca porque no lo quería atender. Imagínate, con esa mentalidad obviamente van a matar a todo el mundo.
Los problemas que tiene el Ejército es con sicarios, porque los soldados nunca se han metido en proble­mas. Y estos sicarios dicen “nosotros defendimos a las Fuerzas Armadas”, o sea, se escudan en el soldado.
Entonces, en Madre Mía, todos los muertos que hay allí, no ha habido ningún combate. Ollanta no tiene ningún puto combate. Aga­rraban al panadero de allá y lo mato…
-¿O sea, en Madre Mía real­mente no hubo combate?
No hubo combate. No hubo ninguno.
 -¿Entonces, lo que hubo fue un genocidio…?
Bueno, lo que puede decirse es que había una ignoran­cia tal en esa época, que se cometía una barbarie y no pasaba nada. Es más, tener desaparecidos era motivo para ascender. Mucha gen­te hizo carrera así. Pero no hubo enfrentamiento.
-¿Crees que tu hermano tie­ne responsabilidad en todo esto?
Yo estoy convencido de eso. No existe ningún parte de combate… como los pe­riodistas no saben muchas cosas de la guerra inter­na, yo te digo: pide un parte de combate. Porque debe haber esos partes. Pide uno a ver. Yo sí tengo mis par­tes de combate que están en mi legajo. Por eso se pierde su legajo, porque no tiene ningún parte de combate.
Una cosa es que tú te sales con tus 20 soldados y te vas 30 días caminando por la puna y te encuentras con 30 terrucos armados y se aga­rran a balazos, tú haces tus muertos, te hacen muertos a ti… ese es enfrentamiento, eso es guerra. Y tú no tienes ningún problema, porque es un enfrentamiento. No te pueden enjuiciar por homicidio.
Pero si yo estoy en mi base, agarro al panadero de la al­dea por equis motivo y aún fuera terruco, yo no lo pue­do matar porque está desar­mado. Pero en ese tiempo Ollanta y muchos hicieron eso. Traían gente y la asesi­naban, la fondeaban.
-¿Tu hermano es responsable de todo lo que ocurrió allí?
Totalmente.
-El tema ha salido nueva­mente a la luz. O sea, ten­dría que ser sentenciado por este caso.
Lógico. Eso es crimen de guerra. Pero aquí lo medu­lar, lo concreto es: ¿Dónde están los partes de comba­te señor? No hay, porque no hubo combate. Usted mató a gente desarma­da, gente atada, gente sospechosa, ¿seguro que eran terrucos? ¿Que tenían su car­net?, jajaja. Tienes que saber que en un momento dado entra­ba un pelotón subversi­vo a una aldea y todos tenían que salir a la plaza y, es más, hacerles hasta parrilladas, pachamancas, porque la gente tenía que comer. Y después se iban los terrucos y al año venía el Ejército y se vengaba del pueblo. O sea, una falta de inteligencia total. Entonces, había muchos oficiales con muy poca cultura militar que veían terrucos hasta en la sopa. Es como si acá entra­ran los chilenos, la gente tie­ne que comer, por eso no son pro chilenos. Es como cuan­do Andrés Avelino Cáceres se fue a la campaña de Breña y regresó después a Lima, acaso ajustició a todos solo porque les dieron de comer a los chilenos. Eso que lo ha­gan, pero en combate.
-¿Es decir uno debe matar cuerpo a cuerpo, cara a cara?

Hay algo que entender, que hasta en la guerra externa no puedes matar a un pri­sionero, es un crimen. Se mata en combate. Como decía Napoleón: después del combate todos podemos ser hermanos. Yo, particular­mente y muchos oficiales, lo tenemos eso claro. Por eso muchos de los problemas que tiene el Ejército son por la gente que actuó como si­carios y no soldados.

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