jueves, 13 de junio de 2013

INDULTO FRUSTRADO, EL MODELO CONTINÚA
Por: Manuel Guerra.

No han pasado muchos días desde la publicitada “unidad nacional” en palacio –en realidad una reunión intrascendente de representantes de la derecha–, con motivo de La Haya, y otra vez la política peruana ha vuelto a su estado natural de mediocridad y medianía.
Iniciamos esta semana con la resaca de la negativa del indulto al reo de la Dinoes, soportando la pataleta de los fujimoristas, la cara compungida de Aldo M, los esfuerzos del inefable Valle Riestra y otros personajes para encontrar una fórmula que haga retroceder a la decisión presidencial sobre este caso. El costo político acusado por el gobierno será mínimo comparado con lo que hubiera sucedido si se optaba por el indulto, lo que habría provocado un escándalo de proporciones internacionales, y posiblemente una crisis al interior del propio Ejecutivo.
Pero también tenemos un nuevo capítulo del toma y daca entre Ollanta Humala y Alan García, pretendiendo este último aparecer como perseguido político y evitar ser juzgado por sus tropelías; otra vez el sainete sobre la posible candidatura de Nadine Heredia; entretanto, mientras Toledo y su suegra compradora de inmuebles de lujo pasan a segundo plano, aparece Rospigliosi convertido casi en héroe por obra y gracia de su denuncia sobre el espionaje que estaría realizando el gobierno a los sectores de la oposición. El ex Ministro del Interior e informante de la CIA está bien enterado de estos manejos de los servicios de inteligencia, que son moneda común en todos los gobiernos, basta nomás mirar lo dispuesto por Barack Obama sobre las comunicaciones privadas en el país del Norte.
En medio de este ambiente enrevesado el modelo neoliberal avanza y se consolida sin encontrar mayores obstáculos. Frente a la desaceleración de la economía registrada en los últimos meses, el gobierno, con pleno respaldo de la Confiep, ha promulgado siete medidas que en buena cuenta se reducen a fortalecer el papel primario exportador de nuestra economía atrayendo mayores inversiones hacia las actividades extractivas. Como buena señal al capital foráneo, entre otras cosas está el compromiso que no habrá retroceso en el proyecto Conga y que la consulta previa en Cañaris, o en algún otro caso similar, tampoco serán cosas que obstaculicen las inversiones.
Por supuesto que parte de este paquete es entregar la cabeza de Gregorio Santos en bandeja de plata. La ofensiva contra el presidente regional de Cajamarca ha recrudecido, esta vez por parte del Parlamento que ha dispuesto acciones legales en su contra, acusándolo de un sinnúmero de delitos. Ya no es suficiente el desprestigio mediático, el recorte presupuestario a su gestión, el acoso judicial; intentan ahora inhabilitarlo legalmente, incluso meterlo a prisión.
La derecha se cura en salud. No quiere más sustos, no más riesgos que el escenario electoral que se avecina se le escape de las manos. Todo su manejo está orientado a mantener en la marginalidad a los sectores que exigen cambios de fondo para el país, en cuyo centro están las fuerzas de la izquierda. Intentan polarizar el escenario electoral entre opciones de la derecha, algunos de los cuales jugarán a correrse al centro y subordinar a la izquierda para sus propios fines.
En este contexto corresponde a la izquierda acelerar sus esfuerzos unitarios, salir al frente de la lucha de ideas, apostar por un proyecto histórico que marque una ruptura con el estado de cosas existente, fundirse con el movimiento social, marchar con todos los sectores que creen que un Perú nuevo es posible. No hay tiempo que perder.

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