Durante
la penúltima semana de setiembre pasado se realizó en Arequipa la
Convención Minera (PERUMIN) Asistieron grandes empresarios mineros de las
empresas transnacionales más importantes del mundo, entre ellos el nuevo
presidente de la empresa minera estadounidense Newmont, que es la accionista
mayoritaria de Yanacocha y el proyecto expansionista Conga. Gary Goldberg es el
nombre del alto funcionario de dicha transnacional minera. También asistieron
varios ministros de Estado, entre ellos, el ministro de Economía y el de
Energía y Minas. Y por supuesto, también asistió el presidente de la República,
quien clausuró el evento empresarial minero.
La
asistencia de varios ministros de Estado fue tomado por muchos en el sector
minero como un espaldarazo del gobierno a su actividad y un reconocimiento de
la necesidad de generar un entorno más favorable para las inversiones mineras.
Esta sensación de respaldo del gobierno a la gran minería quedó corroborada con
el discurso dado por el presidente Ollanta Humala en la clausura de la
Convención minera. ¿Qué dijo el presidente?
Dijo
que: “La nueva minería hoy por hoy da empleo directo e indirecto a casi 2
millones de personas”. ¿Es cierto esto? . ¡No!. No es cierto. Según el
censo del 2,007, la minería generó 134 mil empleos, cerca del 1% de la
Población Económicamente Activa (PEA). Similares porcentajes se registran en
todas las estadísticas desde hace algunos años. Asimismo, un estudio
recientemente publicado por la empresa Macroconsult S.A., favorable a la
minería, indica que el efecto multiplicador sería 4, y que el empleo directo
minero para el año 2011 fue de 177,000 puestos y el indirecto fue de 658 mil
empleos. Por cierto que muy lejos de los 2 millones anunciados por el
presidente Humala en el cónclave minero. Por tanto, el presidente ha mentido.
También
dijo el presidente que “en los próximos tres años se añadirán un millón de
puestos de trabajo, lo que tendrá una incidencia en más de 4 millones de
peruanos”. Según la lógica presidencial, de los 177,000 puestos del 2011 se
va a crear un millón más, es decir seis veces más. Esto es irreal; no es
posible. (Pedro Francke, Hildrbrandt en sus trece Nº 171-27-9-2013).
Esto
que puede parecer un juego de cifras no es lo principal que dijo el presidente
en la Convención minera. Lo central de su mensaje a los magnates de la minería
mundial fue la siguiente expresión: “la nueva minería será la palanca del
desarrollo e industrialización del país”. Por lo que se comprometió a dar
más incentivos para la inversión privada, “a fin de que quienes estén
interesados en hacer negocios en nuestro país se sientan seguros y como en
casa”. Repito: “hacer negocios”. ¿Cómo? Saqueando los recursos
naturales. Por supuesto que el presidente les pidió a los magnates mineros que
sus actividades se desarrollen con responsabilidad social y con atención al
medio ambiente. Esto es pura demagogia. ¿Se puede pedir responsabilidad social
a los empresarios cuando lo esencial para ello es la tasa de ganancia?
Para
obtener el máximo beneficio, el capital no se detiene ante nada. Pisotea
los principios morales, repudia las normas, preceptos, tradiciones y costumbres
de los pueblos. Esto lo estamos viendo en el Perú de hoy. ¿Por qué no se
aplica la ley de consulta previa?. Porque son los grandes grupos mineros
los que se oponen.
El
genial Carlos Marx cita en su imperecedera obra “El Capital” estas certeras
palabras del economista T.J. Dunning:
“El Capital tiene horror a la ausencia de ganancia o a la ganancia
demasiado pequeña como la naturaleza al vacío. Conforme aumenta la ganancia, el
capital se envalentona. Asegúrele un 10 por ciento y acudirá a donde sea; un
20%, y se sentirá ya animado; con un 50%, positivamente temerario; al 100%, es
capaz de saltar por encima de todas las leyes humanas; el 300%, y no hay crimen
a que no se .
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