NEW
YORK TIME REVIVE EL CASO YANACOCHA-NEWMONT
El
influyente diario luego de seis meses de investigación, relata cómo la empresa
Newmont, propietaria de Yanacocha, logró el control de la mina con ayuda de
Vladimiro Montesinos y la CIA.
1. DE TÚ A TÚ. "The New York
Times" reveló que la reunión que Montesinos sostuvo en el SIN el 14 de
abril de 1998, fue con el entonces jefe de la Estación de la CIA en Lima, Don
Arabian, y que hablaron de un operativo para favorecer a la Newmont.
2. YANACOCHA. Newmont usó todos los medios para ganar el juicio contra la BRGM.
3. DESMENTIDO. Benavides afirma que Kurlander no mencionó la cita con Montesinos.
4. AUTORIZADO. Lawrence Kurlander rompió un silencio de siete años para confirmar su relación con Montesinos, con el conocimiento de Newmont y la familia Benavides. Haga click en la imagen para ver ubicación de la Mina Yanacocha.
2. YANACOCHA. Newmont usó todos los medios para ganar el juicio contra la BRGM.
3. DESMENTIDO. Benavides afirma que Kurlander no mencionó la cita con Montesinos.
4. AUTORIZADO. Lawrence Kurlander rompió un silencio de siete años para confirmar su relación con Montesinos, con el conocimiento de Newmont y la familia Benavides. Haga click en la imagen para ver ubicación de la Mina Yanacocha.
EN PRIMERA • El influyente diario
investigó cómo la empresa Newmont, propietaria de Yanacocha, logró el control
de la mina con ayuda de Montesinos y la CIA.
Ángel Páez.
Lawrence Kurlander es un nombre y un
apellido que para la mayoría de peruanos no suenan a nada. Pero este hombre
cumplió un dramático papel que determinó que la corporación estadounidense
Newmont Mining controlara Yanacocha, la mina de oro más productiva del mundo.
El periódico The New York Times, luego
de seis meses de investigación, relata en un amplio reportaje la historia
oscura de Newmont y cómo hasta ahora la justicia peruana se hace de la vista
gorda.
Un documento capital es la grabación
que hizo Vladimiro Montesinos de la reunión que sostuvo con Lawrence Kurlander,
el 26 de febrero de 1998, cuando este era el número tres de la compañía. En el
Perú la ubicación del audio en la práctica no ha tenido ningún efecto, lo que
sorprende a Lowell Bergman, el periodista que piloteó la investigación para el
diario neoyorquino.
Asuntos privados
"El año pasado, el Departamento de
Justicia (de los Estados Unidos) dio por finalizada una investigación sobre el
presunto pago de sobornos a funcionarios gubernamentales peruanos, luego que el
gobierno del Perú rechazó cooperar estrechamente y expiró el estatuto de
limitaciones, de acuerdo con autoridades judiciales familiarizadas con el
caso", escribió Lowell: "El gobierno del Perú investigó el caso
Yanacocha y no denunció los sobornos".
Fue el Ministerio Público el que
informó que no había en curso una pesquisa sobre la reunión entre Montesinos y
Kurlander, y el Departamento de Justicia norteamericano dio por terminado el
asunto.
El reportero Lowell logró que Lawrence
Kurlander, ahora retirado, hablara después de muchos años.
Kurlander le dijo que estaba apenado
por haber ido a buscar a Montesinos, aunque "aseguró que no hubo sobornos,
ni nada ilícito, al menos en lo que respecta a la empresa y nuestros
aliados". El ex consejero de Montesinos, Rafael Merino Bartet, dijo otra
cosa a las autoridades anticorrupción.
Habló de que sí hubo dinero de por
medio, alrededor de US$ 600 mil, y que Montesinos se los entregó a su ex
amante, Grace Riggs Brousseau, quien precisamente estuvo como traductora del
asesor de Fujimori en la reunión con Kurlander. Riggs está detenida y procesada
por su relación con las cuentas de Montesinos en Suiza.
"Cualquiera que estaba de lado de
los Estados Unidos, o en el gobierno estadounidense, y quería verle o hablarle
(a Montesinos), debía pertenecer a las grandes ligas", señaló Kurlander
para explicar por qué recurrió a Montesinos: "Ninguna persona le habló
para que influyera sobre el curso del caso".
La mano de Rasputín
Pero, como anotan Lowell Bergman y Jane
Perlez, la periodista que también participó en la investigación, la grabación
Montesinos-Kurlander, y los hechos posteriores, ponen en duda lo que dice el ex
funcionario de Newmont.
Kurlander dijo que intervino en el caso
Yanacocha porque se enteró que la empresa francesa BRGM, que se disputaba
judicialmente con Newmont la propiedad de un importante paquete de acciones de
la mina aurífera, tenía "un comportamiento inapropiado" y que
presionaba a los jueces para ganar el litigio.
El cinco de enero de 1998, la Corte
Suprema votó 3 a 2 a favor de BRGM, pero necesitaba un voto más para ganar.
Poco después, el 26 de febrero, Kurlander buscó a Montesinos, por recomendación
de gente del gobierno estadounidense y de Newmont .
Kurlander dijo a The New York Times que
"sabía que Montesinos era un hombre extremadamente malo", pero
desconocía que estuviera implicado en casos de corrupción y violaciones de los
derechos humanos. Los informes de esa época del Departamento de Estado
norteamericano lo contradicen: ya eran conocidas las actividades delictivas de
Vladimiro Montesinos.
El mismo Lowell desestima la versión de
Kurlander, porque en la grabación se registra cuando el hombre de Newmont le
ofrece sus contactos a Montesinos para acallar al empresario Baruch Ivcher,
quien se encontraba en Washington denunciando que Fujimori y Montesinos le arrebataron
la nacionalidad peruana con la finalidad de capturar Frecuencia Latina.
Es más, Kurlander le propuso a
Montesinos hacer lobby con sus "amigos judíos" en Estados Unidos,
para desestimar la versión de Ivcher de que era "víctima de una
persecución antisemita" por parte del SIN.
Mala conducta
Kurlander no fue la única ficha que
movió Newmont. También intervino el secretario de Estado para Asuntos
Latinoamericanos, Peter Romero --quien luego renunciaría y se convertiría en
asesor de Kurlander--, y el jefe de la estación de la CIA en Lima, Don Arabian.
Lowell lo identificó en el "vladivideo" del 14 de abril de 1998.
Según la transcripción de la
conversación, Montesinos relata a Arabian la operación de espionaje que había
montado contra los franceses de la BRGM. "No estoy haciendo trabajo con
los teléfonos, pero si es necesario lo haré", le comunica Montesinos a
Arabian la disposición de utilizar los equipos de "chuponeo" del SIN
para apoyar los esfuerzos de Yanacocha. Lowell recuerda que la CIA abonaba US$
1 millón al año a Montesinos para supuestas acciones de inteligencia del SIN.
Catorce días después, el ocho de mayo,
el vocal supremo Jaime Beltrán Quiroga se sumó al voto de su colega Elcira
Vásquez, y Newmont ganó.
Claves
DE RESPETO. Lowell Bergman, el reportero
que piloteó la investigación para The New York Times, es conocido por haber
revelado las maniobras corruptas de las grandes compañías tabacaleras. La
película El informante (The insider) relata la historia.
PRESTIGIO. El año pasado, Lowell ganó el Premio Pulitzer por haber expuesto los graves accidentes que sufrían los trabajadores de grandes corporaciones que habían reducido su presupuesto destinado a la seguridad de los empleados.
PRESTIGIO. El año pasado, Lowell ganó el Premio Pulitzer por haber expuesto los graves accidentes que sufrían los trabajadores de grandes corporaciones que habían reducido su presupuesto destinado a la seguridad de los empleados.
Mañana: Newmont admite la contaminación
ambiental.
En el Perú el caso Yanacocha quedó en
nada
El ex número tres de Newmont Mining,
Lawrence Kurlander, aseguró a The New York Times que la reunión con Vladimiro
Montesinos "no fue secreta" porque "sus superiores de la
corporación y sus socios de la familia Benavides (copropietaria de Yanacocha)
estaban profundamente enterados".
Pero Roque Benavides, el director
ejecutivo de Buenaventura, que comparte la propiedad de Yanacocha con Newmont,
rechazó la versión de Kurlander. "No sabíamos qué es lo que estaba haciendo
Kurlander". Y que recién se enteraron de la entrevista de este con
Montesinos cuando se hizo público el descubrimiento del audio.
Si bien ningún alto funcionario de
Newmont Mining, cuya sede se encuentra en Denver, Colorado, la compañía remitió
al periódico una carta en la que asegura que durante la batalla legal contra la
francesa BRGM, "la empresa respetó totalmente la aplicación de las
leyes".
The New York Times cita un documento
desclasificado del Departamento de Estado y que está fechado a fines de octubre
de 1997. Es una carta del subsecretario de Estado para asuntos económicos,
Stuart E. Eizenstat, dirigida al primer ministro Alberto Pandolfi, a quien le
pide un proceso judicial "justo e imparcial" y le advierte que
"una corrupta decisión política podría afectar la inversión norteamericana
en el Perú".
Fuentes de la Procuraduría del Caso
Fujimori-Montesinos informaron a La República que sobre el caso Yanacocha sólo
se investigó a un grupo de magistrados presuntamente sobornados por Newmont.
Pero el expediente se archivó porque no se halló nada. Ni la Procuraduría ni la
Fiscalía apelaron.
El procurador Ronald Gamarra Herrera
solicitó que se investigara a los funcionarios estadounidenses vinculados con
los hechos, entre ellos Lawrence Kurlander y Peter Romero, así como a los
franceses que tuvieron participación. Gamarra fue separado del caso debido a
presiones gubernamentales.
Fuentes de la Procuraduría confirmaron que después
que la Fiscal de la Nación, Nelly Calderón , archivó el caso contra los magistrados
presuntamente involucrados, no se ha vuelto a hacer nada respecto a Yanacocha.
"Cuando ingresó el procurador Antonio Maldonado el caso ya estaba
archivado, y el plazo para apelar se encontraba vencido, por ello no fue
posible hacer nada", remarcaron las fuentes de la procuraduría. A pesar de
la existencia del audio, nunca se abordó judicialmente a Kurlander.
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