ENTREVISTA A GREGORIO
SANTOS:
“Vivimos en una dictadura que ya no necesita los métodos fujimoristas”
Autodenominado perseguido político con veinticinco meses de prisión preventiva, recuperándose de una parálisis facial y semanas después de realizar hasta cinco mítines en su intenso día regreso a Cajamarca, Gregorio Santos responde algunas inquietudes sobre su futuro a corto y mediano plazo.
“Vivimos en una dictadura que ya no necesita los métodos fujimoristas”
Autodenominado perseguido político con veinticinco meses de prisión preventiva, recuperándose de una parálisis facial y semanas después de realizar hasta cinco mítines en su intenso día regreso a Cajamarca, Gregorio Santos responde algunas inquietudes sobre su futuro a corto y mediano plazo.
-¿Cómo fue su regreso a Cajamarca, a las concentraciones masivas?
Me hizo recordar a la primera marcha contra el
proyecto Conga de Yanacocha, contra el gobierno traidor de Ollanta Humala.
Nunca se había visto una plaza tan llena. Me vinieron a la mente muchas ideas,
sobre todo el cómo hacer que la población nunca se decepcione y permanezca en
la senda del cambio, en la lucha por hacer la democracia. Sentí que se
consolidaba el despertar de Cajamarca, una identidad peruana que busca
reencontrarse con sus raíces. Vi rostros alegres desde que salí en libertad,
desde la puerta del penal de Piedras Gordas hasta los barrios de Lima. Lo de
este 3 de agosto va a generar un reencuentro con la cultura cajamarquina.
-¿Qué pasó con su salud un día antes de su regreso a Cajamarca?
-¿Qué pasó con su salud un día antes de su regreso a Cajamarca?
Luego de salir de una
entrevista en Radio Programas y de visitar el estudio de abogados que me
representa, un grupo de personas pidió tomarse unas fotos conmigo. Yo tengo una
forma de sonreír y cuando quise hacerlo ya no pude, me pareció raro. En un taxi
intenté en vano morderme el labio y me di cuenta que sufría de una parálisis
facial. Creo que abusé demasiado de mis fuerzas. Salí del penal a las dos de la
tarde y ese mismo día me acosté a las dos de la mañana, para volver a
levantarme a las cinco. Y así los siguientes días. En el penal dormía siete
horas, y pasé a dormir tres o cuatro máximo. Me dijo el médico que mi sistema
nervioso no resistió esa tensión acumulada y explotó.
-Vayamos un poco atrás. ¿Es cierto que a Usted le ofrecieron asilo político en algunas embajadas antes de ser detenido?
-Vayamos un poco atrás. ¿Es cierto que a Usted le ofrecieron asilo político en algunas embajadas antes de ser detenido?
Hubo una reunión muy
informal en una embajada solidaria donde me preguntaron por mi caso. Les
respondí que agradecía el gesto de algunas personalidades e intelectuales
independientes que no tenían nada que ver con la izquierda. Les comuniqué que
yo no tenía la mínima intención de asilarme ni de fugarme y que me presentaba
sí o sí a la audiencia donde estaba seguro me detendrían. Nunca estuvo en mis
planes ni esconderme ni asilarme, y tampoco lo está ahora, por más duras que
sean las sentencias que vengan.
-¿Ha cambiado su perspectiva de la justicia después de salir de la cárcel?
-¿Ha cambiado su perspectiva de la justicia después de salir de la cárcel?
Yo no confiaba en la
justicia. Era clarísimo que el objetivo era político en mi caso. Antes de la
audiencia tuve que reunirme con mis compañeros y decirles que me iban a detener
y que aquí [en Cajamarca] se tenía que ganar sí o sí, para romper los epítetos
de corruptos y ladrones. Mire, primero hicieron que todos los casos de
Cajamarca pasaran a Lambayeque, eso ya era una violación. Y luego, mi caso lo
trasladaron directamente a Lima por considerarlo un caso de carácter nacional,
un problema de seguridad de Estado. Y yo tenía que probar una teoría en mi
caso, someterme a la justicia para comprobar que nos gobierna una dictadura
cuyas instituciones están controladas por los poderes fácticos y económicos. ¿Y
cómo lo iba a demostrar?, pues sometiéndome al poder judicial. Yo no debí ir ni
un minuto a prisión preventiva porque no cumplía las condiciones para eso. Sin
embargo considero que el único nivel que nos queda ahora con independencia es
la Corte Suprema. Pero en el primer nivel, los jueces que actúan por encargo
deberían volver a la universidad a prepararse y leer de nuevo.
-Entonces, ¿volvería a enfrentar a esa justicia que tanto cuestiona?
-Entonces, ¿volvería a enfrentar a esa justicia que tanto cuestiona?
Hasta los caviares reconocen que vivimos en
una semidemocracia. Pero nadie te va a creer si tú mismo no te vas a prueba.
Pregúntese qué han hecho otras autoridades regionales. Se han escondido en vez
de presentarse. Yo no me estoy prestando al juego, sino sometiendo a prueba el
sistema y demostrándole al país que este poder judicial está controlado.
-¿Eso implica que Usted espera alguna sentencia condenatoria?
-¿Eso implica que Usted espera alguna sentencia condenatoria?
Con mis abogados nos
vamos a defender con todo, porque hasta en las dictaduras más bárbaras cuando
la razón, la verdad y un pueblo están de pie se tiene que aplicar la ley
correctamente…
-¿Si tendría que regresar a la cárcel por uno o dos años, lo haría?
-¿Si tendría que regresar a la cárcel por uno o dos años, lo haría?
Tendría que aceptarlo
por más dura que sea la decisión. Yo doy mi palabra. De lo contrario no se
construye un nuevo país ni nuevos liderazgos. ¿Por qué no tiene autoridad moral
Alan García, Alejandro Toledo, o los demás partidos políticos? Porque nunca se
sometieron a la justicia ni pusieron el pecho cuando cometieron errores, cuando
le fallaron al pueblo. Si en mi caso encuentran que yo he fallado, que me
equivoqué y por eso me sentencian tendré que decirlo con el mismo coraje y me
presentaré a la hora de la sentencia y al penal que me lleven, porque esa es mi
palabra, y no ante los jueces sino ante el pueblo. Aquí se debe reconstruir el
país con el ejemplo sin ir a las influencias por arriba o a las resoluciones
amañadas.
-¿Qué compañeros tuvo o qué amigos hizo en un penal de máxima seguridad como Piedras Gordas?
-¿Qué compañeros tuvo o qué amigos hizo en un penal de máxima seguridad como Piedras Gordas?
Si a uno lo conminan
en un lugar de treinta metros cuadrados donde hay doce personas uno tiene que
comunicarse como ser humano. Conocí a valiosísimas personas independientemente
de las razones por las que estábamos allí. Uno se mira adentro de otra manera y
por otras cosas. Conocí a César Álvarez, a Lucho Arroyo, a Benedicto Jiménez, y
mucha otra gente de la cual me reservo sus nombres.
-¿No es un error defender a autoridades regionales sindicadas por corrupción o asesinato como César Álvarez siendo que usted se autodefine como un perseguido político?
-¿No es un error defender a autoridades regionales sindicadas por corrupción o asesinato como César Álvarez siendo que usted se autodefine como un perseguido político?
Yo no los defiendo a
ellos, lo que yo defiendo es el debido proceso. Porque el Estado y sus
estamentos se rebajan, quedan cochinos y deslegitimados al aplicar la ley de
manera inapropiada sabiendo que tienen que aplicar la norma como corresponde,
procesarlos, juzgarlos y sentenciarlos si corresponde. ¿Y qué pasara si
demostraran que son inocentes? El Estado quedaría deslegitimado. El objetivo
fundamental de este inicio de investigaciones de la Contraloría a presidentes
regionales fui yo, Gregorio Santos. Por eso quisieron darme veinticinco meses
de escarmiento para que tenga miedo. ¿Acaso el contralor que acaba de salir o
el ex fiscal de la Nación no debería estar preso porque muchas empresas de investigado
Gerald Oropeza ganaron licitaciones con la Contraloría general de la República?
-Dice que ahora vivimos en un dictadura, pero ¿cómo cree que lo hubiesen tratado durante el gobierno fujimorista? Probablemente me sentenciaban a treinta años o a cadena perpetua por terrorismo, o corría el riesgo de que me desaparecieran.
-¿Qué tipo de dictadura es la actual, según Usted?
-Dice que ahora vivimos en un dictadura, pero ¿cómo cree que lo hubiesen tratado durante el gobierno fujimorista? Probablemente me sentenciaban a treinta años o a cadena perpetua por terrorismo, o corría el riesgo de que me desaparecieran.
-¿Qué tipo de dictadura es la actual, según Usted?
Es una dictadura que
ya no necesita los métodos fujimoristas. Ahora se trata del sicariato moral, el
otro era sicariato efectivo de muerte física. Ahora tenemos un sicariato donde
se está instrumentalizando de manera sutil los poderes del Estado. Antes daban
los golpes con los tanques en las calles, ahora lo hacen con el poder judicial.
-¿El actual presidente cambiará eso?
-¿El actual presidente cambiará eso?
PPK tendría que
cambiar radicalmente la Constitución que tenemos que es hija de la dictadura
fujimorista. Esta es una Constitución de los vengadores que se agarraron todo
lo que Velasco Alvarado intentó democratizar, la tierra, la industria, la
minería. PPK no va a cambiar esta Constitución porque la defiende, su
revolución social suena a más de lo mismo, a demagogia. Revolución social con
esta desigualdad enorme, producto del poder económico, no es posible.
- Ha dicho que la cárcel es la segunda universidad de la vida…
- Ha dicho que la cárcel es la segunda universidad de la vida…
Lo es en el sentido de que tienes dos caminos.
O la aprovechas para templarte, afirmando tus ideales, o te quiebras y terminas
tan renegado de la vida que crees que has vivido por las puras.
-¿Es cierto que Usted puso “orden” en el pabellón donde estaba recluido?
-¿Es cierto que Usted puso “orden” en el pabellón donde estaba recluido?
[Risas] No sé si puse
orden o desorden. Hay anécdotas extraordinarias que quizá las vaya a escribir
algún día. Recuerdo que compartimos la navidad hasta hicimos debates. Lo que es
necesario es cambiar el sistema penitenciario peruano, porque aquí no tenemos
penales sino almacenes y depósitos de humanos donde la persona se vuelve más
salvaje.
-¿Cómo político no le convendría más moverse libremente por el país antes que regresar al gobierno regional?
-¿Cómo político no le convendría más moverse libremente por el país antes que regresar al gobierno regional?
Se hará un análisis
colectivo, me reuniré con el consejo regional y espero que en lo más pronto
convoquemos a una asamblea abierta, popular y regional, con mecanismo de
consulta para que se me conceda licencia durante estos siete meses para poder
defenderme, porque la arremetida judicial no ha parado. La dictadura mediática
continúa haciendo un juicio público de linchamiento y de estigmatización,
señalando que soy muy peligroso, el líder de una banda criminal. Yo les
respondo que soy un dirigente político y el presidente regional electo de
Cajamarca. También debo recomponer mi salud en estos treinta días de descanso
que me ha dado el médico. El tema no es lo que más me conviene a mí, sino lo
que más le conviene a la región como a los compañeros de todo el país que están
interesados en que haya una alternativa política. Eso lo veremos en la asamblea
nacional que tendremos este 27 y 28 de agosto.
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