lunes, 8 de agosto de 2016

¿Ratificará el Congreso peruano el controvertido Acuerdo Transpacífico (TPP)?

Oswaldo de Rivero
Los congresistas norteamericanos que han leído el TPP han declarado que “solo dos capítulos, de los 30 que tiene el TPP, son sobre liberación del comercio, y que el grueso del Acuerdo consiste en disposiciones que otorgan privilegios a las corporaciones transnacionales y obligan a los gobiernos a no interferir en sus beneficios de éstas.”
Sin embargo, el gobierno de Humala, y también el chileno, han presentado al TPP como una grandiosa y favorable liberalización del comercio. Esto no es cierto, porque todo el que lea el TPP verá que su texto confirma lo que dicen los congresistas norteamericanos, que el TPP no es para nada una gran liberalización del comercio sino más bien un gran código de conducta cuyos capítulos más importantes: Inversiones Extranjeras, Propiedad Intelectual y Medio Ambiente, están orientados a empoderar a las corporaciones extranjeras con nuevos derechos frente a los Estados.

La única gran liberalización comercial del TPP es la del comercio entre los EEUU y el Japón, que viene a ser casi el 40 por ciento de todo comercio cubierto por el TPP. Para el resto de los países, la liberalización comercial no sería notable, porque ya existen tratados de libre comercio entre EEUU, Canadá y México (NAFTA) y Perú, Chile y México (Alianza del Pacífico). Además, el Perú tiene tratados de comercio (TLC) con los EEUU, Canadá, Chile, Japón, México y Singapur. No hay entonces mucho más comercio que liberar a través del TPP. El Banco Mundial confirma esto diciendo que las tarifas promedio de aduanas entre todos los países del TPP son muy bajas y una gran parte de los productos entran ya libres.
ESPACIO GEO-ECONÓMICO
Entonces, para los países del TPP que ya tienen TLC entre ellos, lo importante será la liberación del comercio con los pocos países con los cuales no tenía un TLC. En el caso del Perú, sería tan solo con Australia, Nueva Zelandia, Brunei, Malasia y Vietnam. El TPP no está, pues, dirigido a una gran liberación del comercio sino a ser un gran código de conducta orientado geopolíticamente a crear un gran espacio geo-económico en el Pacifico donde las transnacionales norteamericanas y las japonesas pueden competir sin China. En otras palabras, el TPP es una alianza económica que fortalece la alianza militar que tienen los EEUU y el Japón.
Ante esta orientación geopolítica, el Perú y Chile, por su frenesí de pertenecer a toda organización económica que surja en el Pacífico, se han metido en el TPP sin haber hecho un análisis geopolítico. Y ahora son miembros de un acuerdo, que no les sirve mucho para liberar su comercio, y que más bien se dirige hacia la contención geopolítica de la China, que es nada menos la socia comercial principal de ambos países.
RECHAZO
Hoy, a pesar de ser una iniciativa norteamericana, el TPP enfrenta un gran rechazo en el proceso electoral norteamericano. Este rechazo se debe a la desilusión que existe sobre los tratados de libre comercio (TLC), ya que éstos han creado un gran desempleo en EEUU. El rechazo es tan contundente que el único consenso que existe en el debate electoral entre Donald Trump y Hillary Clinton, es que el TPP puede causar el desempleo de 440,000 norteamericanos. La verdad es que nunca me imaginé escuchar a Hillary Clinton decir en Michigan: “Si los EEUU no firman nunca más un TLC, eso sería una buena cosa.”

Esta situación va a hacer que el Congreso norteamericano demore o no ratifique el TPP. En el Perú, en cambio, el nuevo Congreso ya sea por falta de información o ideología, puede ratificarlo. Si lo hace antes que el Congreso de los EEUU, el Perú hará internacionalmente el ridículo, ya que la mayoría de los países del TPP condicionarán su ratificación a que los EEUU lo haga primero, ya que sin la participación de la más grande economía de la región Pacífico el TPP no tiene ningún sentido.
En el Perú debe quedar claro que el TPP no es gran TLC “benefactor” sino un “partnership” redactado por ejecutivos de las corporaciones norteamericanas para poder competir en el Pacífico sin China, y además, para poder enjuiciar a los Estados miembros del TPP en tribunales supranacionales y así proteger las ganancias y la propiedad intelectual de sus empresas.

El Estado peruano ya está enjuiciado por corporaciones extranjeras por cerca de 2,200 millones de dólares. Además, la severa protección de la propiedad intelectual del TPP puede encarecer los medicamentos. Esto hace indispensable un gran debate nacional sobre el TPP, un tratado que, como lo vaticina el premio Nobel de economía, Joseph Stiglitz: “encerrará al Perú en relaciones económicas desiguales.”

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