Breña Pantoja
Era una
derrota anunciada. Pero a la que había que concurrir a pesar del escenario
hostil, con un "bullying" mediático sin precedentes; cargado no ya de
críticas sino de mala intención y ataques exacerbados, acompañado de una
campaña de Tierra y Dignidad con algunas muestras de coraje, propuesta y
dinamismo; pero en general carente de suficiente unidad y fuerza. La
revocatoria, si bien pudo comenzar por una actitud de revanchismo y venganza de
los anteriores inquilinos de la municipalidad, por los asuntos de Comunicore,
rápidamente la tomó la derecha como una cruzada política. No se trataba ya de
bajarse o no a Susana Villarán, sino, principalmente, de aplicar una
"lección" a las izquierdas que se habían "atrevido" a ganar
en Lima. Se trataba de dejar en claro que Lima, electoralmente, se le había
escapado de las manos con Alfonso Barrantes y ahora con Villarán. Por eso sus
argumentos: participación inaceptable en la alianza ganadora de comunistas de
Patria Roja, extremistas y hasta terroristas; lo inaceptable que significaba la
presencia mayoritaria como concejales de izquierdistas, enemigos de la
inversión minera y del modelo económico, de gentes antisistema. Y allí orientó
el grueso de su artillería ideológica y política, adosada ahora por una
presunta inercia en las obras físicas y el reordenamiento de servicios públicos
municipales. Y vaya si han avanzado.
Quienes
promovieron, impulsaron y se auparon al proceso revocatorio no solamente no
presentaron candidaturas o alternativas; algunos ni siquiera aparecieron para
votar. ¿Para qué se busca la revocatoria si no es para ofrecer a los ciudadanos
una mejor propuesta? Los revocadores no buscaban construir nada, su afán fue
tan solo de destrucción.
¿Y qué
hacemos los izquierdistas? Simple. Y complejo. Asimilar la derrota en los
mejores términos. Examinarnos autocríticamente. Este proceso electoral es solo
un episodio. Hay mucho por decir, mucho más por hacer. Las condiciones están
para caminar hacia y en mejores condiciones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario