Secretos y mentiras en el caso López Meneses
El rostro, las actitudes y palabras del
ministro de Defensa, Pedro Cateriano, son el mejor 'termómetro' para medir
hasta dónde sacudió al Gobierno la revelación de una estructura aún no bien
definida de altos oficiales de la Policía Nacional, contactos en las Fuerzas
Armadas y operadores palaciegos vinculados a la custodia irregular de Óscar
López Meneses, un ex operador político de Vladimiro Montesino cuya reaparición
en escena parece confirmar las sospechas de métodos de seguimiento y espionaje
a opositores y periodistas críticos, al estilo de los años 90.
Las sospechas de vinculaciones entre
López Meneses y el actual Gobierno todavía no se disipan pese al desmentido del
propio presidente Ollanta Humala. Y aun cuando se anuncia una comisión
investigadora, tampoco hay indicios claros de que la oposición vaya a acometer
esta misión en serio.
Para el mandatario, el incidente que se
trajo abajo a casi una decena de generales de la Policía, un ministro del
Interior y a su controvertido -pero siempre bien protegido- asesor Adrián
Villafuerte, se reduce a "un acto de corrupción policial".
Declaración que ha suscitado rechazo al interior de la institución y podría
alimentar reacciones en las próximas semanas. Precisamente, para conjurar esta
eventualidad, Humala se preocupó el martes 19 por reunirse con el alto mando de
la PNP y con el flamante titular de Interior, Walter Albán, para procurar una
imagen de unidad de cara a la opinión pública.
UN PODER EN LA BALANZA. El término
"poder paralelo", utilizado a raíz de estos hechos en que ministros
como Wilfredo Pedraza e incluso el propio titular del Consejo de Ministros,
César Villanueva, parecían solo pintados en la pared, no es nuevo. En enero de
2012 el ex jefe de Inteligencia del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas
(Ccffaa), Roger Zevallos Rodríguez, advirtió que desde aquella fecha ya se
venía desarrollando un poder alterno. "Están creando una fuerza paralela
dentro del Ejército, que pretende ser manipulada por (Adrián)
Villafuerte", advirtió Zevallos, al tiempo que denunciaba una manipulación
delincuencial en los ascensos de militares cercanos al ex consejero
presidencial en temas de seguridad. Fue la primera denuncia frontal contra
Villafuerte desde que asumiera el rol de 'brazo derecho' presidencial en
materia castrense.
Hoy el término vuelve a la palestra
debido al escándalo alrededor de la protección oficial a López Meneses y a una
presunta red de espionaje puesta al servicio de colaboradores directos del jefe
del Estado, tal como ha denunciado el ex ministro del Interior Fernando
Rospigliosi y otras fuentes de origen castrense que prefieren -por el momento-
mantenerse en el anonimato. La respuesta, en boca de Cateriano, tuvo la misma
contundencia de Humala: "Acusan al actual Gobierno de tener una red de
espionaje. Yo pregunto a la ciudadanía: ¿cuáles fueron los dos Gobiernos en cuyos
mandatos se probó la existencia de espionaje telefónico?", expresó en
alusión a las administraciones de los ex presidentes Alberto Fujimori y Alan
García.
Para Rospigliosi, quien denunció
públicamente en más de una ocasión la existencia de una maquinaria de
inteligencia aceitada por la mano de Villafuerte y cuyo fin era impulsar la
candidatura de la primera dama en las elecciones de 2016, expresa que
"probablemente ha estado funcionando un centro de espionaje en la casa de
López Meneses, utilizando gente y plata de la DINI porque es de ahí de donde
pueden echar mano y no dar cuenta a nadie", insiste.
GARGANTAS PROFUNDAS. A propósito de
este escándalo, en los últimos días varias fuentes militares y policiales en
actividad y retiro han sido consultadas por esta revista. Con la información
recogida se puede, con la única condición de quedar en el anonimato y así poder
armar el rompecabezas de la inteligencia nacional, tentar un primer esbozo de
cómo habrían desempeñado sus labores de 'inteligencia' diversos operadores que
estarían vinculados a Villafuerte y a algunos allegados a este. Sin duda se
trata de indicios que deberán ser confirmados o descartados cuando se realicen
las investigaciones que, desde el Congreso, se anuncian.
Sobre este tema, López Meneses, la
'estrella' del momento, asegura no tener "ningún afán de vincularme al
señor Humala. Tenía alguna fe en él, pero me equivoqué y hoy día podría decir
que para mí el señor Humala ha defraudado al país", expresó en entrevista
brindada a RPP como si se tratara de un ciudadano cualquiera. En las próximas
semanas las autoridades tendrán la oportunidad de confirmar si esto es así.
Es importante que así ocurra porque,
según voces policiales, el hilo de la madeja parte desde la Dirección Nacional
de Inteligencia (DINI). "Lo ponen a Víctor Gómez Rodríguez como jefe de la
DINI, pero lo estarían manteniendo al margen y colocan a Iván Kamisaki como su
segundo operativo. Este último es clave en todo. Kamisaki interviene y se jala
a (Raúl) Salazar para controlar la Policía", explican nuestros
informantes. Como se sabe, Kamisaki y Raul Salazar, ex director de la Policía
-el mismo que saliera a declarar en contra del jefe del Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas, el vicealmirante José Cueto Aservi-, pertenecen a la misma
promoción Los Sinchis 1982, de la desaparecida Guardia Civil.
"Miran los cuadros y dicen cómo
podemos controlar a la Policía. Este Salazar tiene un ejecutante que estaba en
la Séptima Región Policial Lima, que es el general Gómez Cahuas, que también lo
han sacado. Con ellos se materializa el control de la Policía, se dan de baja a
29 generales y entra Salazar teniendo el control", enfatiza esta versión.
En el Ejército las fichas son movidas
con cautela. Las fuentes consultadas insisten en que el puesto de comandante
general del Ejército, del general EP Ricardo Mocanda Novoa, sería estratégico.
"Subordinado al 'Ácido' -como se conoce a Villafuerte-, Moncada sería
quien habría 'filtrado' al general EP del arma de Inteligencia, Oswaldo Zapata
Corrales, primo de López Meneses".
"Él (Villafuerte), junto a
Salazar, Kamisaki y Oscar López Meneses conforman la organización de
Inteligencia paralela con recursos provenientes de la DINI. De ahí se estaría
informado el presidente Humala", añaden. Es más, en estos días se ha
llegado a afirmar que López Meneses habría visitado el Pentagonito, desde donde
se habrían monitoreado actividades de inteligencia (seguridad electrónica,
psicosociales). La información es variada y solo una investigación
independiente podrá confirmar o descartar la veracidad y gravedad de estos
hechos.
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