Candidatos
enmascarados
JNE.
El presidente del JNE, Francisco Távara, dijo que los candidatos que no dieran
información sobre sus procesos judiciales deberían ser excluidos.
Van tres
presidentes regionales condenados por delinquir cuando aún no cumplen medio año
en el cargo. Ocultaron al votante que estaban siendo juzgados. Congresistas no
desean cambiar ley encubridora.
Ricardo Uceda
Cuando se lanzó a la presidencia del Gobierno Regional de Huancavelica, Glodoaldo Álvarez presentó la declaración jurada que el JNE exige a cada postulante. Aparte de sus datos personales, experiencia laboral, formación académica y cargos políticos, el candidato incluye, en un documento de formato único, la relación de sentencias judiciales que haya recibido. Hay un casillero para condenas impuestas por delitos dolosos, y otro para las de incumplimiento de obligaciones familiares, contractuales y laborales. Según la Ley de Partidos, las sentencias declarables son aquellas firmes; es decir, las que ya no requieran apelación. En otras palabras, un candidato no está obligado a declarar una condena en primera instancia.
Cuando se lanzó a la presidencia del Gobierno Regional de Huancavelica, Glodoaldo Álvarez presentó la declaración jurada que el JNE exige a cada postulante. Aparte de sus datos personales, experiencia laboral, formación académica y cargos políticos, el candidato incluye, en un documento de formato único, la relación de sentencias judiciales que haya recibido. Hay un casillero para condenas impuestas por delitos dolosos, y otro para las de incumplimiento de obligaciones familiares, contractuales y laborales. Según la Ley de Partidos, las sentencias declarables son aquellas firmes; es decir, las que ya no requieran apelación. En otras palabras, un candidato no está obligado a declarar una condena en primera instancia.
Así pues, en el casillero respectivo,
Glodoaldo Álvarez escribió: “No cuenta con antecedentes penales”. Y luego
declaró que tampoco contaba con antecedentes civiles. En las elecciones de
octubre del 2014 fue elegido presidente regional al frente del movimiento
Ayni. Se instaló en su nuevo cargo el 1 de enero del 2015. Seis días después,
el Segundo Juzgado Unipersonal Penal de Huancavelica lo halló responsable de
apropiarse de fondos públicos de la construcción de una carretera. Los hechos
se produjeron cuando Álvarez fue alcalde provincial de Acobamba, entre 2003 y
2006. Recibió dos años de prisión suspendida más el pago de una reparación. Ha
apelado la condena, pero si pierde deberá dejar el cargo. Este tipo de
sentencias incluyen inhabilitación.
SOLO EN CARRETILLA
En 2014, Jaime Rodríguez
Villanueva, quien postulaba a la presidencia del Gobierno Regional de
Moquegua, declaró no tener antecedentes penales ni civiles en su declaración
jurada ante el JNE. Fue elegido con el 49% de los votos válidos. Aún no había
asumido el cargo cuando el juez penal unipersonal Roger Pari lo sentenció a
cuatro años de prisión, inhabilitándolo para ejercer cargos públicos por el
mismo período. La Fiscalía lo acusó de malgastar más de un millón de soles en
beneficio de terceros, cuando ejerció la presidencia regional entre 2007 y
2010. El dinero estaba destinado al empalme de una carretera. Aunque el
perjuicio comprobado asciende a unos cien mil soles, el juez ordenó
prisión efectiva, la que podría ser confirmada o levantada en los próximos
días, cuando se resuelva una apelación.
No es el único proceso que enfrenta
Rodríguez. Acabó su primer mandato con numerosas denuncias, seis de las cuales
están procesándose en varias fiscalías. En una ocasión, cuando fue requerido al
respecto por la prensa, razonó que mientras otros presidentes regionales se
llevaron la plata en volquetes, él solo lo hizo “en carretilla”.
OSCORIMA Y ACUÑA
Wilfredo Oscorima Núñez fue reelegido presidente regional de
Ayacucho. A diferencia de los casos anteriores, su Hoja de Vida en el JNE sí
registra cuatro sentencias de tipo civil y una penal, por falsedad genérica,
que mereció sentencia de dos años de prisión suspendida. Pero Oscorima no
incluyó –ya vimos que la ley no lo obliga– los procesos judiciales que actualmente
afronta. Hace unos días la jueza Roxana Molina, del Segundo Juzgado Penal de
Ayacucho, lo halló culpable del delito contra la administración pública en la
modalidad de omisión de funciones. Durante su primer gobierno se adquirió
maquinaria agrícola sin licitación. La pena, dos años de prisión suspendida e
inhabilitación por igual tiempo, ha sido apelada por la autoridad.
Un cuarto caso es el del gobernador
regional de La Libertad y exalcalde de Trujillo, César Acuña. La Segunda Sala Penal de Apelaciones de
la Corte Superior ha acogido un pedido de la Procuraduría para embargar un
predio de la autoridad en relación con una denuncia del 2012 que se procesa a
nivel de fiscalía. Por lo tanto, aún no existe sentencia. Acuña habría cometido
el delito de negociación incompatible en agravio del Estado, al haber donado
irregularmente 57 mil soles a un cineasta. Como en los casos anteriores, la
Hoja de Vida de Acuña aparece inmaculada en materia de sentencias civiles y
penales.
PODERES DISCREPANTES
La primera pregunta que surge de
estos casos es si los votantes tenían derecho a saber los antecedentes
judiciales de los candidatos. No solo sobre sus sentencias firmes, es decir,
las que emanaron de una última instancia jurisdiccional, sino también de las
acusaciones que les han sido planteadas, tanto civiles como penales. La ONPE, en oficio dirigido al Congreso, está a favor de
modificar la Ley de Partidos para que sea obligatorio incluir esta información
en la Hoja de Vida que llenan los candidatos. El JNE, a juzgar por una ponencia
pública de su presidente, Francisco Távara, cree que la exigencia
debe ser aún mayor. Propone que cuando un candidato omita declarar sus juicios
en trámite sea excluido del proceso electoral.
Sin embargo, este criterio no
es compartido por otros poderes del Estado.
El Poder Judicial, por ejemplo, según oficio de setiembre del
2014 dirigido al Congreso por su presidente, Enrique Mendoza, opina que
si un candidato incluye en su Hoja de Vida la relación de sus procesos penales
en trámite estaría afectándose su derecho a la presunción de inocencia
establecido en la Constitución. Exactamente lo mismo opinó dos semanas después
el Ministerio Público, por entonces dirigido por Carlos Ramos Heredia. En estas comunicaciones no se
desarrolla una argumentación convincente. En realidad no llega a haber una
fundamentación.
Lo más insólito fue obra y gracia de
la Comisión de Constitución y Reglamento del Congreso. Acaba de aprobar un
dictamen cuyos fundamentos justifican una transparencia plena de los juicios en
trámite que afecten a los candidatos. Sin embargo, en su parte resolutiva solo
mantiene como obligatoria la publicidad de las sentencias firmes. O sea, lo
mismo que ahora. No hay sustentación, pues el preámbulo va en un sentido
contrario: aboga por brindar toda la información.
EL VOTO A CIEGAS
De todos modos, el dictamen de la
comisión aprobó una nueva exigencia informativa: la de los bienes y rentas.
Javier Bedoya no estuvo de acuerdo y votó en contra. Pero la transparencia de
los procesos judiciales tuvo más opositores y, finalmente, desapareció en el
texto final.
En el debate interno se arguyó que
esta información afectaba la presunción de inocencia. En público es difícil que
algún congresista lo diga sin caer en el ridículo. Es un principio aplicable
solo en un proceso judicial, para que un imputado reciba siempre un tratamiento
de presunto inocente hasta la sentencia. De allí que la prisión preventiva sea
excepcional. También es una regla de organización del proceso: impide el
prejuzgamiento. Por eso los juicios antiterroristas del fujimorismo fueron
declarados nulos. Por último, es una regla de valoración de una prueba. La
condena sólo puede producirse si hay elementos de convicción, más allá de toda
duda razonable, sobre la culpabilidad del imputado. ¿De qué manera informar al
votante sobre las acusaciones de los candidatos puede afectar los procesos
judiciales que estos afrontan?
–Si la información pública de los juicios afectara
la presunción de inocencia, la prensa no podría informar como lo hace –dijo
Gerardo Távara, director ejecutivo de Transparencia, la ONG que pidió que los
procesos penales y el patrimonio fueran declarados.
De momento, entonces, la famosa Hoja de Vida tiene un hueco. Está por verse si el pleno del Congreso cambiará la situación.
De momento, entonces, la famosa Hoja de Vida tiene un hueco. Está por verse si el pleno del Congreso cambiará la situación.
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