lunes, 17 de octubre de 2016

Reflexión sobre la juventud y su participación política

LIA VALDERRAMA
Nunca fui simpatizante de la Vero, desde que en el 2014 visité su despacho para solicitarle que apoye a la FEP para presentar el anteproyecto de Ley Universtaria, uno de sus "asesores" me dijo: si quieren que los apoyemos traigan miles de estudiantes al congreso exigiendo que continúe el debate de la Ley Universitaria, solo así podremos hacer algo.
Claro, en nuestra realidad para hacer caso a la defensa de los derechos ciudadanos debemos estar organizados, masivamente y con capacidad de inestabilizar las calles para que nos hagan caso. En infinidad de casos eso a veces no basta, tienen que haber heridos o muertos para que nos escuchen; por eso creo en la acción directa de choque pero organizada, no improvisada.
Para mí su intención fue clara: traigan gente y solo así los ayudamos, por algún motivo necesitaban encabezar un movimiento. Esto lo ratifiqué en la lucha contra la Ley pulpín, a fines del mismo año, ahora Vero sí quería escuchar a los jóvenes; claro, éramos miles en las calles. Hasta ese entonces no terminaba de sospechar qué quería, pero coincidentemente luego de culminada la lucha contra la Ley Pulpín surge su movimiento, integrada por muchos activistas de Las Zonas (movimiento ciudadano autónomo que nace en plena lucha). Muchos recibimos la propuesta de ser parte de una "nueva organización". En one dije: con la Vero no. Sabía que iba a pasar porque sentía que sus intereses eran personales, interesados, y no representaba a nadie, qué lucha a liderado la compañera Verónika? Conoce cuáles son los diferentes espacios de organización territorial del país? Si quiera de Lima? Entiende la importancia de fortalecer los movimientos sociales? Sabe organizar un partido? Son muchas preguntas, si alguien tiene respuestas y sabe su historial de lucha hágamenla saber.
No me equivoqué, yo no iba a traicionar a un movimiento por ninguna organización electoral que necesitaba a los jóvenes de relleno, de burros de carga, los que tenían que obedecer y no cuestionar. Por eso cada vez que participo en algún espacio que cree en la vía electoral me afano por que se comprometan a darle a los jóvenes la oportunidad de asumir responsabilidades orgánicas, no solo relegarlos al trabajo de juventudes o tenerlos de relleno, para la foto y para operativizar decisiones tomadas a espaldas de nosotros. Así como me desvivo por hacer respetar a los movimientos sociales y luchar por su fortalecimiento.
Es difícil luchar por nuestro reconocimiento como joven, sufrimos las taras del neoliberalismo que se ha extendido en todos los sectores, incluido la política. Hasta ahora, con los compas con los que nos encaminamos a participar en la vía electoral nos hemos sabido hacer respetar, y nos hemos abierto cuando ha sido necesario. Algunos hasta hemos tomado diferentes alternativas, pero siempre mantenemos comunicación porque entendemos que las elecciones son solo una herramienta, el enemigo real es el neoliberalismo y contra ese modelo debemos articular la mayor cantidad de fuerzas en todas las vías de luchas posibles.
Expreso mi solidaridad a los compañeros expulsados de SEMBRAR, a pesar de las discrepancias en las formas nadie va negar que se fajaron por su agrupación y por la Vero. La juventud no es solo rebeldía, también es organización, crítica y autocrítica y como tal merece su inclusión orgánica de manera transversal en las organizaciones políticas. Que un partido o movimiento expulse a su juventud, no merece sobrevivir, está condenado a su extinción.

Tan asqueroso como escuchar el audio del mercenario Moreno, a sido leer esa carta de expulsión a una "facción" de jóvenes de Sembrar.

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