Reflexión sobre la juventud y su participación
política
LIA VALDERRAMA
Nunca fui simpatizante de la Vero,
desde que en el 2014 visité su despacho para solicitarle que apoye a la FEP
para presentar el anteproyecto de Ley Universtaria, uno de sus
"asesores" me dijo: si quieren que los apoyemos traigan miles de
estudiantes al congreso exigiendo que continúe el debate de la Ley
Universitaria, solo así podremos hacer algo.
Claro, en nuestra realidad para hacer
caso a la defensa de los derechos ciudadanos debemos estar organizados,
masivamente y con capacidad de inestabilizar las calles para que nos hagan
caso. En infinidad de casos eso a veces no basta, tienen que haber heridos o
muertos para que nos escuchen; por eso creo en la acción directa de choque pero
organizada, no improvisada.
Para mí su intención fue clara:
traigan gente y solo así los ayudamos, por algún motivo necesitaban encabezar
un movimiento. Esto lo ratifiqué en la lucha contra la Ley pulpín, a fines del
mismo año, ahora Vero sí quería escuchar a los jóvenes; claro, éramos miles en
las calles. Hasta ese entonces no terminaba de sospechar qué quería, pero
coincidentemente luego de culminada la lucha contra la Ley Pulpín surge su
movimiento, integrada por muchos activistas de Las Zonas (movimiento ciudadano
autónomo que nace en plena lucha). Muchos recibimos la propuesta de ser parte
de una "nueva organización". En one dije: con la Vero no. Sabía que iba
a pasar porque sentía que sus intereses eran personales, interesados, y no
representaba a nadie, qué lucha a liderado la compañera Verónika? Conoce cuáles
son los diferentes espacios de organización territorial del país? Si quiera de
Lima? Entiende la importancia de fortalecer los movimientos sociales? Sabe
organizar un partido? Son muchas preguntas, si alguien tiene respuestas y sabe
su historial de lucha hágamenla saber.
No me equivoqué, yo no iba a
traicionar a un movimiento por ninguna organización electoral que necesitaba a
los jóvenes de relleno, de burros de carga, los que tenían que obedecer y no
cuestionar. Por eso cada vez que participo en algún espacio que cree en la vía
electoral me afano por que se comprometan a darle a los jóvenes la oportunidad
de asumir responsabilidades orgánicas, no solo relegarlos al trabajo de
juventudes o tenerlos de relleno, para la foto y para operativizar decisiones
tomadas a espaldas de nosotros. Así como me desvivo por hacer respetar a los
movimientos sociales y luchar por su fortalecimiento.
Es difícil luchar por nuestro
reconocimiento como joven, sufrimos las taras del neoliberalismo que se ha
extendido en todos los sectores, incluido la política. Hasta ahora, con los
compas con los que nos encaminamos a participar en la vía electoral nos hemos
sabido hacer respetar, y nos hemos abierto cuando ha sido necesario. Algunos
hasta hemos tomado diferentes alternativas, pero siempre mantenemos
comunicación porque entendemos que las elecciones son solo una herramienta, el
enemigo real es el neoliberalismo y contra ese modelo debemos articular la
mayor cantidad de fuerzas en todas las vías de luchas posibles.
Expreso mi solidaridad a los
compañeros expulsados de SEMBRAR, a pesar de las discrepancias en las formas
nadie va negar que se fajaron por su agrupación y por la Vero. La juventud no
es solo rebeldía, también es organización, crítica y autocrítica y como tal
merece su inclusión orgánica de manera transversal en las organizaciones
políticas. Que un partido o movimiento expulse a su juventud, no merece
sobrevivir, está condenado a su extinción.
Tan asqueroso como
escuchar el audio del mercenario Moreno, a sido leer esa carta de expulsión a
una "facción" de jóvenes de Sembrar.
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