domingo, 28 de julio de 2013

SÀBADO 27 DE JULIO: CRÒNICA DE LA JORNADA DE LUCHA

JULIO 27, 2013
Tal como estuvo programado, el 27 de julio, el pueblo peruano salió a las calles de Lima para hacerse oír frente al grotesco papel que cumple Ollanta Humala y la asquerosa repartija de cargos públicos por parte del Congreso de la República. Desde tempranas horas, un mar de gente venido de todo Lima, se congregó en la plaza 2 de mayo para enrumbar pacíficamente hacia la sede del Poder Legislativo.

Encabezando la marcha estaba la CGTP, CITE, Sutep, Fep, Jotacé, Frente Amplio, Movimiento de Afirmación Social, Movimiento de los Sin Techo, Comedores Populares, Vasos de Leche, Federación Médica, así como colectivos y diversas organizaciones sociales.
La masa humana transitó pacíficamente por la Av. Colmena, pasando por Av. Wilson, Paseo Colón, Av. Grau y Av. Abancay.  banderas, carteles y consignas retumbaban y calentaban el ambiente.
Fiel a su oportunismo, el  Apra, la CTP y su gente del colectivo Renovar se escondieron en las arterias contiguas para pretender “encabezar” la marcha; una vez que cruzaron rápidamente la esquina de las avenidas Colmena y Abancay, la policía acordonó la zona para no dejar pasar a la multitud organizada que se acercaba. El acuerdo político entre el oficialismo y los búfalos fue hacer aparecer ante los medios de comunicación y la opinión pública, a una ínfima delegación aprista como la única que protestó. Como si fuera poco, fue el APRA quien inició actos de violencia, con el único propósito de desacreditar a los aproximadamente cien mil manifestantes que se encontraba a varios metros de distancia. Los “periodistas” atribuyeron la violencia al  Movadef y la Trinchera Norte, que se plegó a la marcha en protesta contra las Sociedades Anónimas  pero a ciencia cierta, estos grupos humanos no generaron ninguna provocasiòn.
Pasaron casi dos horas y la multitud permanecía repletando toda la Av. Abancay, imposibilitada de acercarse al Congreso pues las armas de la policía custodiaban a los apristas que se prestaron para el burdo juego. Una vez que la bufalería se batió en retirada, se improvisó un cordón policial para que salgan de la zona sin ser agredidos por el pueblo. Apenas salió el último aprista, la represión hiso uso de las bombas lagrimògenas para repeler a la masa humana.
La jornada terminó con 15 detenidos tras la movilización y una actitud verdaderamente vergonzosa por parte de la policía y el Apra quienes se prestaron al juego para desmerecer la contundencia de la multitud en las calles.

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