Polémicas

 ROLANDO BREÑA PANTOJA

Está de moda retar a polémica. Villarán reta a Castañeda, Heresi y Bonifaz retan a Villarán, Altuve reta a Heresi... sabiendo que posiblemente ninguna de ellas se concrete. Es que quien "anda volando bajo" en las encuestas, quiere emular a David, desafiando a los que vuelan alto, a ver si su valentía les permite ganar "alguito".

En los últimos tiempos, lo que hemos visto y escuchado no son polémicas, sino confrontaciones en las que priman los ataques y acusaciones, donde la ausencia del debate programático, que algunos confunden con promesas, es ostensible.

Son otros tiempos. Sin ánimo de comparación, recordamos dos polémicas trascendentes. La protagonizada por Luis Bedoya y Jorge Grieve. El "Tucán" prácticamente pulverizó a Grieve, un "técnico químicamente puro", que formaba parte del llamado grupo de los nueve sabios de la OEA, huérfano de dotes oratorias y polemistas. El APRA elaboró un ingenioso spot publicitario: "Un sabio contra un sabido". El "sabido" ganó.

La otra es la que impulsó, y quizá definió, la victoria de Alfonso Barrantes en 1983 y que la ganó frente al candidato del APRA Alfredo Barnechea.

Bedoya y Barrantes gozaban de capacidades oratorias y polémicas en propio estilo personal. El primero, punzante y directo, apabullante y teatral. El segundo, bonachón y tranquilo, pero siempre certero, eficaz, cazurro, desconcertante. Cada cual carismático a su manera. El uno abierto y exuberante, criollo avispado chalaco y limeño, con calle y esquina. El otro, provinciano profundo, ademanes y estilo aparentemente suaves, que se impregnaban como perfume invisible pero eficazmente en el aprecio de las gentes y que desataba calor y fervores.