jueves, 27 de febrero de 2014

Para entender lo que pasa en Venezuela

PARA INTERVENIR GOBIERNOS, SOBRE TODO A LOS QUE ASUMEN UNA POSTURA DISTINTA A LA QUE DICTA EL MERCADO NEOLIBERAL, NO SE TIENE QUE INVENTAR LA PÓLVORA, LA FÓRMULA YA ESTÁ DADA Y AMÉRICA LATINA ES PRUEBA VIVIENTE DE ELLO.


POR PILAR ROJAS


1) Genere una guerra económica o agudice la situación económica en el país elegido para su golpe de Estado; por ejemplo, recomiende a los empresarios vender sus productos ganando 3, 4 o hasta 10 veces más, aprovechar el contrabando y explotar la diferencia cambiaria, con eso habrá asegurado el desabastecimiento, más aún si se trata de una sociedad consumista. Esto le va a costar tiempo y dinero, pero si tiene relaciones afianzadas con la oligarquía del país, más temprano que tarde lo logrará. 

2) Fortalezca la impresión de que el resto de países vecinos está viviendo una relativa calma mientras le hacen ver que el suyo es el más inseguro y el que peor la está pasando, no crea que lo logrará fácilmente, pues ahora con la globalización de la información todo se sabe, pero seguramente los medios tradicionales le echarán una mano y sobrarán mercenarios informáticos para ponerse a su disposición; también haga que narren todas las imágenes violentas de su país y que no armen tanto revuelo si hechos más violentos suceden en otros Estados. Por ejemplo, evite exponer noticias sobre la violencia e inseguridad, productos del narcotráfico colombiano, los cárteles centroamericanos y mexicanos, la matanza de mapuches, o los cientos de muertos debido a las protestas sociales en el Perú (que en apenas 7 años se han triplicado). No deje de apoyarse en los “expertos analistas económicos” para la predicción del caos que usted mismo está cocinando. 

3) Aproveche la coyuntura: el descontento popular, la especulación de precios, la corrupción administrativa, el miedo, la inflación y el desabastecimiento (a la que usted contribuyó) y súbase a la ola de protestas, mejor si la convoca el mismo día en la que sale parte del pueblo a dar el apoyo al gobierno actual, de este modo generará un escenario de “dos barras bravas” enfrentadas; aproveche la efervescencia para que delincuentes pagados por usted disparen a su misma gente, así los muertos le ayudarán a avalar el golpe de Estado. Recuerde los francotiradores que los golpistas pagaron para disparar contra la marcha opositora en Venezuela el año 2002, está demás decir que tiene que atribuir rápidamente esos asesinatos al gobierno de turno, lo que no será tan difícil gracias a la prensa que está con usted. 

4) Las reglas básicas de un golpe de Estado, descritas por Curzio Malaparte, aconsejan dominar las comunicaciones. Pero si usted y sus amigos ya tienen toda la concentración de medios posibles tendrá algo menos de que preocuparse (puede seguir el ejemplo peruano donde el grupo El Comercio concentra más del 80% de los medios escritos, cosa no vista antes en países “democráticos”). Teniendo los medios a su favor, pase únicamente las imágenes y videos que le beneficien, manipule y distorsione la realidad, de ser necesario aplique un “silencio informativo” (podría hacer como en la Venezuela del 2002 donde únicamente pasaban dibujos animados y deportes mientras destituían a Chávez). Recuerde sus alianzas con los medios internacionales, la gran CNN, definitivamente, es su mejor apuesta. 

5) Aunque su objetivo es el golpe de Estado, ocúltelo a toda costa. Sea un abanderado de la democracia, de los derechos humanos, de la libertad de expresión y denuncie cualquier tipo de censura, no importa si su pasado dice todo lo contrario, usted muéstrese cínico, indignado y hasta adolorido por lo que está pasando en su país, así muchos ignorarán la historia y le creerán. Para eso podría imitar a Alan García, que aspira a un tercer mandato, mientras se burla de todos los cientos de muertos y heridos que sus gestiones anteriores ocasionaron. 

6) Si hace bien su trabajo con los medios de comunicación, podría lograr que organizaciones internacionales se pronuncien a favor de la “democracia” que usted tanto defiende y exijan al gobierno actual dar cuentas. Logrará que las interferencias de EEUU sean bien vistas e incluso que las organizaciones de la sociedad civil que debieran enfrentársele se amilanen y no se pronuncien, o mejor aún se pronuncien a favor de la causa “democrática”. Veremos un sinnúmero de notables ciudadanos, colectivos y organizaciones defendiendo la paz y la justicia que nunca, en sus propios territorios, defendieron con tanto ahínco. 

7) Si tiene a los militares de su lado, muéstrelos como los héroes de la ciudad, los que hacen intentos gigantescos para mantener el orden y la seguridad. Si no están de su lado, aproveche y maximice los errores (y abusos) de la policía y las fuerzas del orden, así los hace quedar como títeres de un “gobierno inepto y dictatorial” y podrá deslegitimarlos fácilmente. Puede darse algunas ayuditas transmitiendo imágenes de conflictos en Siria, Palestina, Chile, etc. y hacerlas pasar como suyas, pocas personas se darán cuenta. Esto le permitirá orientar la indignación popular hacia su propia causa.

8) Algo importante a tener en cuenta para un exitoso golpe de Estado es el nivel de conciencia ciudadana que tiene el pueblo o “la chusma” (para usar la expresión de un sacerdote de la Iglesia Católica). No minimice a una fuerza popular que en el 2002 actuó con contundencia, revirtió en apenas unos días el proceso golpista, repuso a su presidente depuesto, Hugo Chávez, y lo avaló ampliamente por 11 años más. Si subestima al pueblo, se le puede voltear la torta, literalmente. 

Recomendación extra: Si usted es de los que prefieren el reto, la adrenalina y el riesgo para sus acciones golpistas, el Perú no vale la pena, pues la democracia está tan descompuesta, los gobernantes son tan sumisos a las transnacionales y la ciudadanía prácticamente no existe, que no se necesita de mucho esfuerzo para mantener el poder y la riqueza en manos de los mismos de siempre. 

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