Las intocables exoneraciones del club minero
Privilegios. Desde inicio de los años 90, el sector minero ha sido
protegido por un paquete de contratos y beneficios tributarios que se
mantuvieron invariables incluso en el periodo del boom de metales. Una investigación de Ojo-publico.com revela que solo el impacto de cuatro
exoneraciones fiscales le ha costado al país S/ 1.567 millones en 10 años. Los convenios de
estabilidad son la mejor arma que tiene el sector para evitar el pago de nuevos
impuestos.
Congelan
condiciones. Cinco compañías mineras han renovado sus contratos de estabilidad,
según información del Ministerio de Energía y Minas.
Elizabeth Salazar / Nelly Luna Amancio
En una de las zonas más altas y frías de la región Arequipa se
encuentra la tercera operación minera más
rentable del Perú: Cerro Verde. La compañía minera, subsidiaria
de la estadounidense Freeport McMoRan, que extrae el 2% de cobre que se
comercializa en el mundo, acaba de registrar utilidades 700% mayores a las del
año anterior, pero desde hace 17 años es inmune al peso de los nuevos
impuestos.
En los últimos años, una suerte de paraguas ha protegido de
la carga tributaria al sector minero. Desde el inicio de sus
operaciones, Cerro Verde –junto a otras 14 compañías mineras– se ha amparado en
convenios de estabilidad promovidos durante el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000) para congelar las condiciones tributarias y
administrativas vigentes al momento de la suscripción de su contrato inicial.
El 2012, pese a una millonaria controversia que tiene con la Sunat por la
aplicación de estos convenios, la empresa logró renovar estos mismos beneficios
hasta el 2028.
El caso de Cerro Verde –minera propiedad de Cyprus
Climax Metals Company de Freeport-McMoRan (53,5%); SMM Cerro Verde Netherlands
de la japonesa Sumitomo Metal Mining Company (21%) y la peruana Minas
Buenaventura (19,5%)– ilustra las prácticas y beneficios tributarios que
protegen a este sector desde hace 25 años, y que Ojo-publico.com trata de
mostrar en esta serie investigativa sobre los #PrivilegiosFiscales.
Por la inversión
Luego de la crisis económica generada por el primer gobierno de Alan García (1985
-1990), el gobierno de Alberto Fujimori diseñó normas legales a medida de la
industria minera. Así, entre 1991 y 1992, se aprobaron los Convenios de
Estabilidad Jurídica y los Contratos de Estabilidad Tributaria que congelaban
las condiciones fiscales hasta por 15 años.
Estas medidas, sin embargo, marcaron el inicio de una cadena de privilegios fiscales que se
extendieron y
renovaron durante 25 años. En la última época, el uso de estos acuerdos –para
prolongar beneficios o extender su alcance a proyectos no previstos– ha
derivado en juicios contra la Sunat, como en el caso de Cerro Verde.
Pero estos contratos no son los únicos beneficios que ha tenido
el sector minero.
Una investigación de Ojo-publico.com identificó cuatro beneficios
tributarios del sector minero que en los últimos 10 años le han costado al
Estado S/ 1.567 millones: la reducción del Impuesto a la Renta
(IR) por obras de infraestructura y la reinversión de utilidades, la
devolución del Impuesto General a las Ventas (IGV) por los trabajos que realicen durante la fase de
exploración y la depreciación del valor de sus bienes.
El monto que el fisco dejó de recaudar por estos cuatro
beneficios equivale a todo el presupuesto del Seguro Integral de Salud (SIS) para los 500.000 beneficiarios
del país.
Largos convenios
El 2004, el gobierno de Alejandro Toledo, en plena bonanza del
oro y los minerales, creó la figura de la regalía minera (una contribución adicional al
impuesto a la renta) con el fin de incrementar la recaudación. Sin embargo, 11
compañías mineras se negaron a pagar amparándose en sus contratos y convenios
de estabilidad.
Según información del Ministerio de Energía y Minas (MEM) y Proinversión, las corporaciones mineras que se
aferraron a estos convenios fueron, además de Cerro Verde, Doe Run, Antamina
(de BHP Billiton, Glencore y Teck), Yanacocha (de Newmont y Buenaventura),
Barrick Misquichilca (compañía canadiense), Milpo (del Grupo Votorantim),
Antapaccay (antes Xtrata Tintaya), Condestable (de Southern Peaks Mining), Los
Quinuales (de Glencore), Santa Luisa (de Mitsui Mining & Smelting) y Sipán
(del Grupo Hochschild).
El entonces presidente de la Sociedad Nacional de Minería
Petróleo y Energía (SNMPE), José Miguel Morales Dasso, lideró
el rechazó de estas once empresas y presentó una demanda ante
el Tribunal Constitucional (TC) para evitar el pago de estas regalías. Sin
embargo, la respuesta no les fue favorable.
En su fallo 0048-2004, el TC precisó que la regalía no es un
tributo y que por lo tanto no está incluida en la protección del contrato. Pese
a la contundente sentencia, las empresas argumentaron que el cobro era
administrativo y que por eso sus contratos también los blindaban del pago de la
regalía.
Ignoran sentencia
Desde ese momento y hasta la fecha, ninguna entidad del gobierno ha buscado hacer cumplir
la sentencia del TC que
hubiera permitido ampliar la recaudación. Incluso, el 2006, los entonces
ministros de Energía y Minas, Glodomiro Sánchez, y de Economía, Fernando Zavala (hoy
presidente del Consejo de Ministros), respaldaron ante una comisión del
Congreso la interpretación de las empresas.
Un estudio de la ONG Oxfam estima que entre el 2004 y el 2011 el
Estado dejó de recaudar por este incumplimiento US$ 1.590 millones. El 73%
de las regalías impagas se
concentran en Antamina, Yanacocha y Cerro Verde.
Consultados sobre el tema, la oficina de Comunicaciones
Externas de la Sociedad Minera Cerro Verde (SMCV) respondió a Ojo-publico.com
que, si bien su contrato de estabilidad rige desde 1999, el acuerdo fue firmado
en 1996 y congeló “las leyes peruanas vigentes” por un periodo de 15 años. “Por
lo tanto –dicen en su nota–, cuando se aprobó una ley imponiendo regalías a las
compañías mineras (2004), Cerro Verde estuvo exenta de pagar”.
Solo en el caso de Cerro Verde, la Procuraduría del Ministerio
de Economía y Finanzas (MEF), el Tribunal Fiscal y tres juzgados de Lima y
Arequipa han confirmado que la minera debería pagar por regalías más de S/ 800
millones a la Sunat por la deuda de los años 2006, 2007 y 2008. Este año, en
enero y abril, la Sexta Sala Superior y el 20º Juzgado de Lima rechazaron dos
procesos contenciosos de Cerro Verde; y en setiembre último, el Juzgado
Contencioso de Arequipa desestimó una acción de amparo, pero la minera sigue
litigando.
Entre el 2005 y el 2014 vencieron los acuerdos estabilidad, pero
los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala suscribieron
nuevos contratos.
Privilegios renovados
Cinco compañías mineras han renovado sus contratos de
estabilidad, según información del MEM. Se trata de Yanacocha, con su
proyecto de explotación de óxidos en La Quinua, Cajamarca; Minera
Bateas, que explota oro, plata, zinc y plomo en la misma región; y Antapaccay,
antes Xtrata Tintaya, con su planta de óxidos en Cusco. También encontramos a
la Compañía Minera Ares, en Apurímac; y Milpo, con la mina Cerro Lindo, en Ica.
Todas ellas cuentan con protección hasta el 2017 o 2021.
Carlos Gálvez, actual presidente de la Sociedad
Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), dijo a Ojo-publico.com que el
sector minero ya no tiene beneficios tributarios, que aquellos vencieron “hace
más de 15 años” y por el contrario los que han firmado contratos de estabilidad
se perjudican porque pagan el 32% de Impuesto a la Renta cuando hoy esta tasa se redujo a 28% para el resto de
contribuyentes.
Menos canon
El congelamiento de los impuestos no fue el único beneficio del
sector. Desde 1993, las mineras podían reinvertir hasta el 80% de sus
utilidades en nuevos proyectos a cambio de que se les exonere el mismo monto en
el Impuesto a la Renta. Catorce compañías se acogieron a la norma. Esto redujo
el canon minero, que se compone del 50% de la renta pagada por las
mineras, y es de uso directo de las municipalidades y gobiernos
regionales de la zona de influencia.
Este beneficio tributario se derogó el año 2000. Sin embargo,
después de la anulación de esta medida, nueve empresas continuaron aplicándola,
protegidas por sus contratos de estabilidad. Estas fueron Votorantim Metais,
Antamina, Yanacocha, Southern, Milpo, Volcán, Atacocha, Los Quinuales, y nuevamente
Cerro Verde.
El análisis de la ONG Cooperacción encontró que entre el 2001 y el 2011 se usó ocho
veces más el beneficio de reinversión que cuando estaba vigente:
en total se canjearon US$ 2.982 millones de utilidades, lo que significó una
pérdida de US$ 447 millones por canon minero. Los principales perjudicados
fueron las poblaciones asentadas en las zonas de explotación y que son quienes
reciben estos recursos.
Además de la información reunida por Cooperacción, la base de
datos de Ojo-publico.com reveló que las empresas continuaron registrando
reinversiones en el gobierno de Humala, el
2012 y el 2013, por un valor de S/ 135.204, por lo que se dejó de recaudar S/.
40 millones adicionales en renta.
A la fecha, el sector minero se mantiene con dos excepciones
tributarias: se les devuelve el IGV que pagan por las actividades y compras que
realizan durante la fase de exploración minera, y se les reduce el 20% valor
anual de sus maquinarias (depreciación acelerada), lo que también aminora el
monto sobre el que se deducirán sus impuestos.
Gálvez señala que ambos beneficios no son exclusivos y que, en
efecto, se aplican también a los sectores hidrocarburos y construcción. Por
ambos incentivos el fisco dejó de recaudar S/ 609.555 millones en la última
década.
Lea la serie investigativa completa #PrivilegiosFiscales en Ojo-publico.com
Ejecutivo vs. Sunat
Entre julio y diciembre del 2014, el gobierno
de Ollanta Humala promulgó dos leyes que le permitieron extender los beneficios de la estabilidad tributaria a las
inversiones adicionales de nuevo proyectos mineros (no menores a US$ 25
millones) dentro de una misma concesión.
Fuentes de la Sunat explicaron que este cambio les ha generado
una confrontación con la posición que mantiene su institución desde el 2006, y
que fue ratificada por el Tribunal Fiscal del MEF el 2013, pues las mineras
podrán plantear ante el Poder Judicial que los privilegios tributarios que
poseen pueden extenderse a los demás trabajos que realizan en su concesión.
El precio de los metales está hoy a la baja. Según los reportes
de la Sunat, los ingresos tributarios que nos aporta este sector alcanzaron los
S/ 2.699 millones el año pasado, un 54% menos que el 2014. El aporte de la
minería en la recaudación peruana es ahora solo del 3%, el más bajo desde hace
12 años. Pero ni en su mejor momento los beneficios y convenios tributarios
dejaron de ampararlos.
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