miércoles, 16 de noviembre de 2016

Unidad renovadora

Escribe: Sigrid Bazán
Algunas separaciones o “rupturas” pueden ser vistas o interpretadas como eventos negativos; sin embargo, hay momentos en los que más bien se trata de emanciparse.
Este es el caso de los cientos de jóvenes militantes de la Juventud Comunista que han decidido romper con un partido vertical que persiste entre los más antiguos de nuestro país. Los jóvenes que rompen con Patria Roja lo hacen para emprender un nuevo proyecto: sin ataduras, ni yugos.
Más allá de cuestiones específicas, está claro que con liderazgos en organizaciones barriales, sindicales y universitarias, los jóvenes de izquierda nos hemos conocido en el terreno, en la acción política, haciendo campaña, protestando contra la Ley Pulpín y combatiendo a la derecha más rancia que ahora vemos representada en el fujimorismo.
Sin embargo, hace años que mucho de este trabajo político en conjunto se ha visto interrumpido por peleas absurdas entre los dirigentes clásicos de los partidos de izquierda. Parece que ha llegado el momento de poner un alto a esta espiral en donde los nuevos militantes tienen que cargar con los problemas de siempre.
Es por ello que la mayoría de jóvenes, cada vez más conscientes, entendemos que toca dejar de lado aquellas rencillas originadas por dirigentes que llevan casi 50 años en sus puestos y que, hasta el día de hoy, han fracasado en construir una alternativa real y unitaria de izquierda para este país. Desde el Partido Socialista o desde los nuevos espacios que estos jóvenes encabecen, toca acabar con el pensamiento mediocre de que siempre tenemos que estar divididos, como si ese fuera el orden natural de las cosas para la izquierda.
Pero, ojo, no se trata de aquella falsa dicotomía: “jóvenes versus viejos”. Se trata de la única dicotomía que existe: nueva política contra vieja política. Como decía Salvador Allende: “No hay querella de generaciones: hay jóvenes viejos y viejos jóvenes…”.

Es hora de que esta nueva generación y quienes no compartan el viejo estilo de hacer política se unan para defender las banderas progresistas y que nunca más se herede una izquierda atomizada o resignada al fracaso. Diversos sectores vienen reorganizándose y es necesario y urgente la construcción colectiva de un nuevo proyecto que materialice las nuevas expectativas y que ponga fin a la división. No será fácil y se presentarán dificultades, pero mientras la voluntad política exista, los objetivos se cumplirán. Tenemos que comprometernos a que la división de la izquierda muera ahora y para siempre. Nos lo debemos a nosotros y a los que vienen. Con toda la fuerza de la historia, ¡adelante!

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