TRABAJÓ PARA LA CIA Y AHORA , ASESORA A PRIMER MINISTRO FERNANDO ZAVALA

Mientras en otros países se expulsa a la USAID por sus actividades siniestras y desestabilizadoras, en el Perú esta organización actúa no sólo con libertad, sino con inaceptable injerencia en asuntos internos del Perú, prueba de ello es que según una investigación de la agencia The Associated Press (AP) jóvenes peruanos junto a jóvenes de Costa Rica y Venezuela, fueron enviados en un lapso de dos años a Cuba por parte de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), con el objetivo de incitar una rebelión en secreto y fortalecer a la oposición.

Felipe José Valencia-Dongo Quintanilla, es uno de los jóvenes peruanos que realizó acciones de espionaje en Cuba. La agencia menciona que Felipe conocía que su misión era de naturaleza clandestina, la cual se habría cancelado por temas de seguridad y por no haber conseguido ganarse la confianza de sus objetivos radicados en Cuba. Luego de su labor de espía al servicio de la USAID, Felipe Valencia-Dongo se desempeñó como especialista junior del Gabinete de Asesores en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (2012-2013) y asesor del ministro de Educación Jaime Saavedra (2014-2016); hoy ha sido nombrado como Asesor II del presidente del Consejo de Ministros, Fernando Zavala.

Aquí la historia Felipe Valencia-Dongo es un joven de 28 años, que estudió en el colegio Anglo Americano Prescott de Arequipa y Economía de la Universidad del Pacífico. Según su cuenta en LinkedIn, habla inglés, francés y alemán, fue primer puesto de su promoción en la universidad (2010-I) y que ha trabajado en la OEA (2008) y en The Grameen Creative Lab (2011), aunque hace un par de años, un reportaje de The Associated Press (AP) reveló que habría realizado un trabajo de espionaje en Cuba para EEUU.

Según el reportaje de AP, la Agencia para el Desarrollo Internacional de EEUU (USAID por sus siglas en inglés) contrató el 2008 a la firma Creative Associates International, con sede en Washington, para promover la oposición política de los jóvenes cubanos contra el gobierno comunista de Cuba. Creative Associates ya había creado una red de mensajes de texto llamada ZunZuneo que estaba diseñada para que estuviera al alcance de cientos de miles de cubanos y que fuera revelada en otro reportaje de AP en abril del 2014. Irving Pérez de Creative Associates Internacional fue el patrocinador de dos jóvenes universitarios peruanos: José Gálvez Agurto, economista de la Universidad San Ignacio, y Felipe Valencia-Dongo Quintanilla. Según AP, el 3 de septiembre del 2010, Pérez les dijo a ellos por Skype que era “necesaria una discreción total” sobre la misión.

Para recibir los pagos de USAID, Valencia Dongo y Gálvez conformaron una empresa llamada Strendia Social Consulting SAC, que tuvo como representante legal a Bernarda Quintanilla, madre de Valencia-Dongo. Valencia Dongo no viajó solo a Cuba. En el 2009 viajó con su compañera de la universidad Geraldine García Medina, de 22 años en ese entonces. AP intentó comunicarse, sin éxito, con Valencia Dongo, pero sí pudo concretar una reunión con Geraldine García, quien les confirmó que Valencia Dongo la reclutó para una misión y que sabía de la participación de la USAID. “Este tema no lo he hablado con nadie”, le dijo García a AP, agregando que no podía discutir del tema porque “era confidencial”.

Tanto Geraldine García como Felipe Valencia Dongo fueron contratados como asesores del ministro Jaime Saavedra en el 2014, el único ministro del gobierno anterior que ha sido ratificado por el presidente Pedro Pablo Kuczynski. La misión duró dos años y según AP, fracasó porque los cubanos reclutados por los peruanos se mostraron recelosos, temían que los expulsaran de la universidad y perdieron contacto con ellos en enero del 2011. Valencia Dongo y Gálvez no pudieron sustentar US$ 2,000 que entregaron a jóvenes cubanos ni les consiguieron las visas para capacitarse fuera de la isla.

Si tuviésemos un gobierno con un poco de decencia, se debería haber expulsado a la USAID y a sus sirvientes de las instituciones del Estado, pero esa cualidad parece que no existe en nuestra clase política.