PARTIDO
COMUNISTA DEL PERÚ – PATRIA ROJA.
EL PERÚ TIENE FUTURO ¡UNIDOS PODEMOS LOGRARLO!
GREGORIO SANTOS ¡LIBERTAD!
PRONUNCIAMIENTO
1. Camino
de tres décadas de un programa de ajuste y reforma neoliberal que se aplica sin
pausa y con prisa, muestra claros signos de agotamiento y decadencia. Nada
nuevo tiene que ofrecer ¿Qué queda del crecimiento que nos llevaría al Primer
Mundo? ¿Qué de la inclusión social allí donde la riqueza se concentra a manos
llenas y se arrebata a los trabajadores hasta sus mínimos derechos
sociales? Recesión, inflación, déficit comercial, en suma, el fantasma de
la crisis ronda el ambiente. La justa y valiente rebelión de los jóvenes que se
trajo abajo la Ley de Empleo Juvenil, es el epitafio a la prepotencia de que
quienes, desde el Poder, se sienten dueños del Perú.
2. La
Constitución de 1993 configuró el Estado neoliberal: subsidiario del mercado.
En lugar de un Estado moderno con democracia real y eficiente, con
instituciones firmes y derechos fundamentales para todos, ha dado paso a un
Estado en crisis, con instituciones frágiles y desacreditadas, una democracia
con escasa o nula participación ciudadana (en el rango de Mongolia), desbordado
por la corrupción, la violencia gansteril, el narcotráfico, los poderes de
facto y la manipulación mediática.
3. Para
imponer el orden neoliberal desmantelaron al Estado y su rol en la economía.
¡Privatizarlo todo! fue la voz de orden durante el fujimorato y después. Nada
mejor para ello que barrer los derechos laborales y sociales de los
trabajadores, fragmentar sus organizaciones, convertir los partidos políticos
en rótulos electorales, quebrar valores básicos como la solidaridad, la
igualdad, la justicia, la dignidad, dando paso al pragmatismo utilitario, al
individualismo a ultranza, al estilo mafioso de enriquecimiento de
cualquier modo. Personajes como Orellana, Álvarez y tantos otros del mismo jaez
inundan el país. Son los hijos naturales del sistema, el cáncer
incrustado en su corazón que amenaza devorar la sociedad.
4. Como
país hegemonizado por la derecha conservadora hemos llegado a un punto límite.
Las elecciones de 2016 pueden terminar siendo más de lo mismo: permanece
esta realidad ya insoportable o se abre un nuevo camino a un futuro
promisorio para las nuevas generaciones. El ciclo de Ollanta Humala está
terminado: nada nuevo ni distinto tiene para ofrecer, excepto su traición,
mediocridad y fracaso. Es el momento de una alternativa que signifique cambio
de rumbo, no solo de rostro. Amplios sectores del pueblo buscan la voz que les
señale el camino: una voz firme, segura, creíble. Esta es la opción que hay que
construir sin pérdida de tiempo. La coalición de las izquierdas, el movimiento
popular y el progresismo es un imperativo y una necesidad. También la única
posibilidad de éxito. La estrechez sectaria, el espíritu de aldea, el “yo mando
aquí” arruinó esfuerzos unitarios hasta tornarlos una caricatura, y arruinará a
quienes lo promuevan en el nuevo escenario.
5.
Recojamos la lección que nos ofrecen los jóvenes que derrotaron la Ley
“Pulpin”, golpeando en el nervio más sensible de la política de ajuste
promovido desde la CONFIEP y respaldado por el ollantismo: unidad en la
diversidad, iniciativa desde las bases, democracia en la acción, coraje para
tomar las calles, confianza en la posibilidad de la victoria, realismo para
entender los escenarios de cada batalla. La derecha no es lo fuerte que
imagina; tiene una bandera única pero muchas cabezas electorales en disputa.
6. Gregorio Santos, presidente electo del Gobierno Regional de Cajamarca
con el respaldo mayoritario de su pueblo, se encuentra arbitraria e
injustamente en la cárcel por decisión política del más alto nivel. No hay
razón que explique este hecho violatorio de los derechos humanos. Al mismo
tiempo que exigimos su libertad inmediata, por ser de justicia, agradecemos los
miles de gestos de solidaridad a lo largo y ancho de la patria.
7. Nos
permitimos convocar a las mujeres y hombres que creen en el Perú y su
futuro, a buscar puntos de convergencia e impedir la fragmentación del voto
popular y progresista y la dispersión de las luchas sociales. En 2006 y 2011
pagamos caro ir separados. No cometamos el mismo error esta vez. Que los
prejuicios, desconfianzas o intereses particulares no nos impidan ver el bosque
y construir la gran unidad para el gran cambio con democracia, justicia social,
trabajo digno, crecimiento con desarrollo, igualdad de oportunidades, soberanía
y regeneración moral, que demandan millones de peruanos.
8. La
derecha económica y política no está dispuesta a aceptar ningún rasguño al
modelo. Para ello necesita aislar, dividir y arrinconar a las fuerzas de
izquierda y populares. Sólo unidos estaremos en condiciones de conjurar esta
amenaza y abrir un nuevo curso para el país.
¡LA UNIDAD
DEL CAMPO POPULAR ES NECESARIA Y POSIBLE!
¡HAGÁMOSLA
REALIDAD!
¡PATRIA
PARA TODOS!
Comité
Central del Partido Comunista del Perú – Patria Roja
Lima,
Fines de enero de 2015.
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