César Guzmán: ¿Les comió la lengua el gato?
A nuestra izquierda el tema de
Odebrecht les salpica y muy fuerte...
Por César Guzmán
El escándalo de Odebrecht a nivel internacional ha
golpeado en nuestro país con singular fuerza y recién estamos avistando la
punta de un iceberg que apunta a convertirse en el caso de corrupción más grande
de los últimos 20 años.
Ante este mar de fundadas evidencias de coimas en
los más altos estratos de la administración pública, la izquierda ha guardado
una actitud que llama la atención: se ha quedado calladita y evita todo pronunciamiento
del tema.
¿Dónde están las marchas de indignados, la
“sociedad civil organizada” que ellos se arrogan de representar, las
lavadoras de banderas y los de bracitos cruzados, los “activistas” que se
encadenan o desnudan en plazas públicas, IDL, Mónica Sánchez, Jason Day,
Gustavo Bueno y demás “paladines de la moralidad”? Se esfumaron.
Por otro lado, la prensa cómplice de esta
izquierda y blogueritos aguerridos cuya única razón de existencia es su
patológico odio al fujimorismo han optado por una actitud más alucinada y no
menos obscena. O decir que Odebrecht también operó en los 90 con más fuerza
(una suerte de “nosotros robamos menos”), o hacer ejercicios comparativos
bobos sobre quién fue peor, el fujimorismo u Odebrecht (la columna de Fernando
Vivas en el decano de la prensa pasará a la historia por tan inútil
digresión). Pero de los destapes actuales, ni una palabra.
Y los políticos de izquierda Verónika Mendoza,
Marisa Glave, Indira Huillca o Marco Arana, enfrascados en descalificar a
todo aquel que sea designado para investigar el caso Lava Jato y sus
tentáculos. Por no hablar de Susy Villarán, inubicable y bien guarnecida en
algún lugar del planeta.
La explicación es obvia: a nuestra izquierda el
tema de Odebrecht les salpica y muy fuerte. Los que históricamente se han
autoproclamados como practicantes de una política inmaculada y honesta están a
punto de verse expuestos en su verdadera dimensión. Y esa presunta legitimidad
para juzgar a los demás parece que muy pronto se hará trizas.
A propósito, ¿alguien se acuerda de la arena que
“donó” Odebrecht a Villarán para maquillar una remodelación de La Herradura
que duró un día?
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