En general no somos lo
que debemos ser, porque hay mucho conservadurismo, la gente no se atreve a
cambiar, el peso de las costumbres es tan grande que se resiste al cambio, y no
hay cosa que la política sea exitosa si no vas cambiando de acuerdo a las
condiciones, y no vas proyectando figuras, siempre estuve reservado. No me
preparé para la acción política abierta.
Alberto Moreno: “La izquierda tiene que
estar preparada para luchar y superar sus limitaciones”
El mítico líder y dirigente de la
izquierda peruana, Alberto Moreno Rojas,
explica el papel de la izquierda de cara a los siguientes procesos electorales.
Alberto
Moreno recibió un reconocimiento por su carrera política en la ciudad de
Bambamarca.
Después que saliste de la clandestinidad agarraste la condición
de mito. ¿Qué rescatas de esos 30 años en la sombra?
Estar en una situación de ese tipo no es nada agradable ni
deseable. Son las circunstancias que te obligan, pero la política no se hace
desde la clandestinidad, la política hay que hacerla de cara a la gente, el
gran problema que tuve cuando salí de esa etapa es que no estaba preparado lo
suficientemente para hacer la vida política
abierta, porque uno se forma una
sicología, un temperamento de ver las cosas propias de la clandestinidad.
¿Algún provecho habrás sacado de tu “cárcel”
voluntaria?
Para tener mayor madurez, mayor serenidad,
no exagerar el papel de la persona, el individualismo. Soy una persona modesta,
que no tiene un afán de figuración, que entiende la política como un compromiso
personal y como un sentido de responsabilidad con la sociedad.
Cuando uno alcanza
la mayoría de edad, ¿cómo se suple esto, la falta de energía física?
Con la experiencia, la madurez, la reflexión, que es lo que más
podemos dejar.
¿Cuál ha sido tu
obra maestra en la política, Patria Roja?
Soy fundador de
Patria Roja, impulsor de Izquierda
Unida, pero también me faltó la fuerza suficiente para que esos proyectos
puedan desarrollarse.
Sí pues, sigue siendo minúsculo Patria Roja, electoralmente
hablando.
En general no somos lo que debemos ser, porque hay mucho
conservadurismo, la gente no se atreve a cambiar, el peso de las costumbres es
tan grande que se resiste al cambio, y no hay cosa que la política sea exitosa
si no vas cambiando de acuerdo a las condiciones, y no vas proyectando figuras
también, y eso es un segundo defecto mío, siempre estuve reservado. No me
preparé para la acción política abierta.
¿Has recibido un
nocaut en la política, has arriado las banderas de la izquierda?
No, nunca, no había razón, aunque tuviera las mayores
dificultades y la mayor derrota no lo haría, porque las derrotas son parte de
la vida, de la lucha, no se construye ni se conquista nada grande sino teniendo
algunas derrotas, y seguramente estas son la mejor oportunidad para aprender,
porque te obligan a reflexionar, te obligan a descubrir qué pasó.
Nadie es eterno en
esta vida. ¿Antes que cierres tus ojos verás un proyecto de la izquierda en
Palacio de Gobierno?
La vida es efímera, aspiro a construir un proyecto unitario que
garantice la posibilidad de llegar al gobierno, pero más importante es la capacidad de
gobierno, se puede llegar a gobernar,
pero difícil es hacerlo, resolver los problemas, tenemos que prepararnos
políticamente, moralmente, técnicamente, mentalmente.
Ustedes van de
frustración en frustración con cada elección.
Si nosotros hubiésemos logrado lo que planteamos, una gran
unidad, un solo frente, un solo programa, un solo candidato, las elecciones
pasadas, el panorama del Perú sería distinto, no habríamos ganado el gobierno,
pero seríamos la segunda fuerza electoral, se hubiese pasado a la segunda
vuelta y si hubiese habido mentalidad estratégica, hubiéramos aprovechado esa
oportunidad para construir el tejido social para atraer a la intelectualidad,
para buscar canales de comunicación con la juventud, para construir una fuerza
sólida, grande.
Aparte de la unidad
se necesita liderazgos en la izquierda; contigo se terminará algún día los
escasos líderes que queda en la izquierda peruana. ¿Por qué no surgen figuras
de peso?
Por perjuicios, por las divisiones, porque cada uno mira de
acuerdo a sus ambiciones particulares, y los líderes no surgen por cientos, hay
personas que tienen condiciones y sería bueno que los apoyáramos.
¿Qué chance tienen
para el 2021, Verónika Mendoza, Gregorio Santos (si no lo meten preso) y Marco
Arana?
Como liderazgo, Verónika
Mendoza tuvo
una oportunidad y la está perdiendo; Santos tiene el problema que tú señalas,
su gestión no fue buena y ahora mismo lo cuestionan porque no asume la
responsabilidad para lo que lo eligieron: para gobernar, no para candidatear.
¿Por qué se quebró
tan temprano la relación con Santos, cuál fue el detonante para romper
relaciones que terminaron con su expulsión de Patria Roja?
Porque él construyó su propio proyecto, al margen del proyecto
que tenemos.
¿No tenía derecho de
alzar vuelo propio?
Es lo que está haciendo.
¿Eso es malo?
Si tú tienes un partido, tienes que actuar en la lógica de un
partido. Nosotros lo habíamos lanzado como precandidato, porque veíamos en su
persona una potencialidad importante, pero muchas veces cuando llegas a gozar
de cierto poder te obnubilas, pierdes el sentido de la realidad, piensas que
todo el mundo está tras tuyo, que eres el líder histórico, entonces vienes a
trabajar sobre la base personal, es que eso es parte de nuestra cultura
también, el caudillismo es una herencia que viene desde la colonia que
sobrepasó toda la república, hasta el presente, aquí no tenemos una cultura de
institucionalidad. ¿Qué es el presidente actual, qué partido representa, qué
estructura? Es un individuo.
A propósito, peor
aún si ese individuo está secuestrado por el fujimorismo...
No creo que esté secuestrado, sino que es débil, ambos se
necesitan, en esta compulsa que han tenido ambos se han debilitado, por
eso es que han buscado una forma de salir de esa situación, porque el programa
que tienen es común.
¿Y quién gana con
este debilitamiento?
Gana la posibilidad que se construya una alternativa distinta,
que sea seria, madura, con capacidad de plantear respuestas a los problemas del
país, este es un momento extraordinario para la izquierda, si sabemos
entenderlo y adecuarlas a las condiciones, desgraciadamente no se está
entendiendo, estamos dividiéndonos cuando debiéramos juntarnos, porque los
pueblos al final confían en la gente que tienen posibilidad de victoria.
¿Tienes todavía la
posibilidad de convocar a las fuerzas de izquierda?
Estamos en eso, estamos convocándolas, estamos conversando,
esperamos que madure.
¿La izquierda está
para llorar?
No, la izquierda debe estar preparada para luchar, para vencer,
para superar sus limitaciones, convencerse de que hay muchas cosas que corregir
y avanzar.
¿Qué quisieras que
pusieran un día en tu epitafio? No estoy anunciando tu muerte.
(Risas), bueno, yo no quisiera un epitafio, sino que me
incineren, que mis cenizas las arrojaran al río donde yo nací (Huaytará).
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