martes, 10 de enero de 2017

REFEREMDUM CONSTITUCIONAL, SI LA HACEMOS!

La idea de una nueva constitución es una consigna en los sectores políticos de izquierda en el Perú, desde hace más de 2 décadas, y cada vez tiene un eco más potente. No hay agrupación política de izquierda que no incorpore la necesidad de una nueva constitución, sobre la que se construya un nuevo estado, democrático, soberano, digno. El problema es cómo llevar a la práctica política esta consigna. ¿Alguien sabe?

Es lógico que con una mayoría fujimorista en el Congreso de la Republica no se convoque a una asamblea constituyente. Y el presidente ni se molestara. Y la Constitución del 93 seguirá inmaculada. Sin embargo nos queda el referéndum constitucional, como una opción única, sino la más mediata.

Ya no es necesario decirles a las vanguardias políticas la necesidad grande de una nueva carta magna, si no todos la han leído, si todos entienden que esta constitución es el sostén del estado débil que tenemos, y sobre el que no se puede sostener una sólida producción industrial estatal y un sistema de seguridad social para todas las peruanas. ¡La cuestión es poner manos a las obra!

Para convocar al referéndum el Jurado Nacional de Elecciones solicita dos cosas puntuales: 2 millones 300 mil firmas y una propuesta de reforma constitucional previamente trabajada.
Sobre el primer punto, la confluencia Más Democracia, con el que postulo Gregorio Santos a la presidencia de la república, ya tiene alrededor de un millón 900 mil firmas. Se han propuesto como frente político recoger otro millón de firmas más, y esto será aún más posible con la unidad política de todas las fuerzas progresistas.

Sobre el segundo punto, solo la práctica nos dará la razón. Se plantea la conformación de comités constitucionales ciudadanos, que convoquen a asambleas populares en donde se debata la propuesta de reforma constitucional. Estos comités, que dirigirán el desarrollo de la asamblea, anotaran en libros de actas lo discutido artículo por artículo de la constitución. El resultado de todos estos debates se terminara de sistematizar en un Congreso Nacional

Constituyente, de donde nacerá la propuesta de reforma constitucional.
Ahora como decía, ¡La cuestión es poner manos a las obra! Tenemos que apuntar a ganador, y para esto todos los que quieran un cambio constitucional suma, el reto es ganar el referéndum constitucional con más de 12 millones de votos.


El proceso de referéndum si bien lo inicia un frente político, a MÁS DEMOCRACIA, no le pertenece sino a todo el país. Le toca a las vanguardias políticas apropiarse del referéndum asumiéndolo como un reto planteado, necesario y posible. Entonces estudiemos la constitución, empecemos a recoger firmas, organicemos foros, reuniones que conecten cada conflicto social, cada problema estatal con la nueva constitución porque lo más importante es lograr que la gente de a pie sienta la necesidad de una nueva carta magna. A trabajar.

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