¿Arte Marginal o
Ministra Marginal?
Por: Rolando Breña
Entorno al borrado de murales por orden del Alcalde de Lima, la Ministra
de Cultura ha tenido frases infelices en su afán de coincidir con el papelón de
Castañeda y hacer su propio papelón.
Ha dicho que los murales han sido siempre “un arte marginal” y “viene de
la calle”. A estas alturas se nos viene a recordar que, tristemente, subsisten
en la mentalidad de gentes presuntamente cultas, inteligentes, modernas,
democráticas, que además ocupan funciones de primera importancia en el ámbito
cultural, concepciones elitistas y prejuiciosas respecto de las manifestaciones
artísticas y su origen. Parece que existiera una añoranza de los tiempos
en los que fuera patrimonio de las cúpulas del poder y del dinero, que el vulgo
no es capaz de crear ni de disfrutarlo. Sus palabras encierran inaceptables
contenidos contra pintores que plasmaron en las paredes y los muros de Lima,
algunas de sus creaciones.
La Historia del Arte es extraordinariamente generosa en demostrar que no
existe “Arte Marginal”. Lo que alguna vez fue motejado de marginal por
los rectores del “Arte Oficial”, fueron siempre poderosas manifestaciones de
ruptura que abrieron nuevos cauces a la creación y regalaron a los seres
humanos obras maravillosas, aunque casi todos sus iniciadores sufrieron los desprecios,
olvidos, los odios de cultores y seguidores de “cánones clásicos” del arte
oficial, del poder político y pecuniario y murieron en la pobreza, en el
olvido, denostados. Hoy todos los museos y coleccionistas del mundo disputan
sus obras que se cotizan en millones, son objeto de estudio, de
investigación, de exposiciones.
El arte para expresarse no requiere de un lugar especial, no exige espacios oficiales o elegantes o lujosos. La afirmación
ministerial que “viene de la calle” es una perfecta barbaridad, por decir lo
menos. El arte viene de la calle, del campo, de las residencias, de los salones
y los palacios, de las oficinas, los talleres, la selva, los desiertos, las
pistas o los terrales. Se olvida que los grandes artistas llevaron y llevan también
sus caballetes al aire libre para mejor captar la belleza que da la naturaleza,
la vida, las luces y los colores, los vientos y la lluvia, los cielos y el sol.
Debe recordar la ministra que nuestro inmortal Cesar Vallejo, escribió alguna
vez que el arte viene del pueblo y va hacia él.
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