miércoles, 4 de marzo de 2015

NO ESPEREMOS SENTADOS
Por: Rolando Breña

“Esperamos que la respuesta sea constructiva, precisa y satisfaga la solicitud de información”. Así se expresó el Ministro de Relaciones Exteriores Gonzalo Gutiérrez, respecto de la nota diplomática de protesta enviada por el gobierno peruano al chileno, sobre el espionaje realizado contra nuestro país. Los deseos del Ministro pueden parecer diplomática y políticamente correctos y un lenguaje prudente y apropiado, pero probablemente ilusos. El gobierno chileno responderá, ya lo anticiparon, pero que satisfaga nuestros requerimientos de información es, ciertamente, poco creíble por decir lo menos. Que sea constructiva y precisa, menos, porque significaría la aceptación chilena que es verdad que espía al Perú y, en consecuencia, le hace llegar sus satisfacciones y mea culpa, así como “constructivamente” renunciar en el futuro a tales acciones, “inamistosas” como benévolamente se le moteja. Pero Chile nunca aceptara haber incurrido en espionaje, es una confesión que esperaremos inútilmente hasta las calendas griegas; y si tenemos esperanzas en ese tipo de respuesta, quedaremos con los crespos hechos como novio o novia abandonados en pleno altar o autoridad municipal.
Además, si nos ponemos más avisados, ya el gobierno sureño ha respondido anticipadamente, sin esperar las mutuas notas diplomáticas y. de seguro, oficialmente tendrán los mismos contenidos ya adelantados de manera explícita por boca de su Ministro de Relaciones Exteriores.
En efecto, Heraldo Muñoz, Ministro Chileno ha señalado las características generales de su respuesta y sibilinamente ha lanzado unas críticas a la posición peruana. Sus palabras: “Es importante la prudencia. Vamos a privilegiar una respuesta con serenidad y sin exabruptos.
Quien sepa leer el lenguaje diplomático y escrudiñar un poco más allá de las palabras, encontrara fácilmente una clara confrontación con los reclamos peruanos. Al mencionar “prudencia” indirectamente acusa nuestra reacción de imprudente, poco razonada y prácticamente precipitada. Al expresar “respuesta con serenidad y sin exabruptos”, inequívocamente hace entender que el Perú reacciona por pura exaltación, con exagerado celo casi irracional, por lo mismo lleno de torpezas impropio de un estado serio y que pretende relaciones normales con sus vecinos.
Al afirmar que Chile jamás habrá de reconocer su espionaje, lo hacemos basados en las declaraciones del mismo Heraldo Muñoz: “El gobierno de Chile no realiza, apoya ni ampara actividades de espionaje en otros países”. ¿Es posible creer que el gobierno chileno podrá desdecirse de las declaraciones oficiales de su Ministro?. No. Ellos ya dieron el punto por zanjado. No hay nada que precisar ni explicar. Ellos son prudentes, serenos, no caen en exabruptos. Su nota diplomática de respuesta ya anticipó sus contenidos en las palabras de Heraldo Muñoz, quizá sus contenidos nuevos sean protestas de amistad, de buena vecindad, del trabajo conjunto por el futuro, de la apuesta por la paz, del respeto a los tratados internacionales, etc, es decir, los discursos a los cuales nos tiene acostumbrados mientras ratifica en los hechos su larga historia de conflictos con los países fronterizos precisamente por sus políticas hegemonistas y expansionistas.
En conclusión, no seamos ingenuos, no esperemos mucho, o mejor, no esperemos nada de la respuesta chilena que ya va tardando mucho.    
Hace pocas horas, Ollanta Humala ha declarado: “Eso no se queda así nomás” añadiendo que “sí no hay respuesta, es también una respuesta”.
Al margen del juego de palabras sobre no respuesta como respuesta, es de interés nacional de primer orden se explique qué significa “eso no se queda así nomás”. En principio, son expresiones bastantes duras y, aparentemente, podrían reflejar la decisión del gobierno de defender enérgicamente los intereses del país y no aceptar explicaciones que no sean la aceptación chilena de espionaje y, en consecuencia, las satisfacciones y disculpas correspondientes. Si esa es la decisión, debe merecer el respaldo nacional por encima de los problemas que vive el país en su realidad interna y más allá de los intereses partidarios.
Hacer política es, entre otras cosas, anticiparse a los hechos, prever lo que se puede venir y prepararse para afrontarlo. Si Humala afirma que “no se queda así”, se debe entender que ya existen estrategias definidas cualquiera sea el escenario que se presente. Esas estrategias no pueden comprometer solo al gobierno central sino al país entero, más aun si avizoramos una respuesta ajena, distinta o contraria a la realidad y a nuestras exigencias.  Esperemos que no sea una simple frase, algo para ganar las tribunas. Si se convierte en llamado nacionalista y patriótico, allí estaremos todos sin ninguna duda.

Por lo pronto, hay que preparar terreno, tanto en las instituciones como en la población, debiera ser una medida inmediata de protesta el retiro de nuestro Embajador en Chile en tanto procesan su respuesta, tal como se sensata y previsoramente propone el Embajador Hugo de Zela.

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