LOS NEGOCIOS PRIMERO
Por: Rolando Breña
En torno a los problemas con Chile, respecto del
espionaje, circulan posiciones que no ayudan a construir estrategia ni sólido
respaldo nacional.
El diario “El Comercio” trata con extrema suavidad,
por decir lo menos, las ofensas chilenas fabricando un pretendido espíritu
“conciliador” en la respuesta diplomática chilena que niega absolutamente
cualquier hecho denunciado por el Perú, a despecho de las abundantes pruebas.
Debilita así la energía y severidad que deben existir en la condena, así como
las necesarias disculpas. Se alinea prácticamente en la estrategia chilena en
las palabras de su Ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz: “El gobierno
de Chile no realiza, apoya ni ampara actividades de espionaje en otros países,
que es el mismo contenido que hace llegar oficialmente Chile. Encontrar tono
“conciliatorio” en las posiciones del vecino país, ciertamente choca con la
realidad, con nuestra dignidad, con nuestra soberanía, con la historia.
En la misma línea el diario del Jr. Miró Quesada,
otro Miró, en este caso el Ex Presidente de la CONFIEP, Alfonso García Miró,
retrata posiciones de algunos grandes grupos empresariales, en las que las nociones
de patria y patriotismo han dejado su lugar a las ventajas o apetencias
comerciales. En este caso, tomando como pretexto a los sufridos consumidores.
Cuando se han sugerido algunas medidas más allá de los cauces puramente
diplomáticos, como el llamado “enfriamiento” de las relaciones comerciales
propuesto por parlamentarios gobiernistas, García Miró, más rápido que
inmediatamente salto a la palestra para afirmar que eso “al único que perjudica
es al consumidor nacional”, al que se le privaría del precioso tesoro de la
economía de mercado: la posibilidad de escoger (nos recuerda a Milton Friedman,
en uno de sus libros-madre del neoliberalismo: “La libertad de escoger”).
Tenemos que entender que no son preocupaciones por
los consumidores y su “libertad” para comprar productos chilenos, sino la
posibilidad que puedan mermar sus ganancias. No estamos planteando que se
enfríen o no las relaciones comerciales, tampoco que se asuman posiciones
chauvinistas, pero sí debe existir claridad en que Chile ha ofendido a los
peruanos, ha mellado gravemente la seguridad nacional y la soberanía, y frente
a ella, los peruanos tenemos el derecho y la obligación de exigir respeto y
disculpas en los tonos que la dignidad nacional demanda tomando las decisiones
que la evolución de los hechos aconsejen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario