Artrosis
de las manos
La enfermedad se produce como
resultado de los cambios que se producen a nivel del cartílago que recubre y
protege a las articulaciones que conforman el esqueleto humano
Doctor Mauro Rumbaut Reyes.
Se denomina artrosis, osteoartritis o enfermedad degenerativa articular,
al resultado de los cambios que se producen a nivel del cartílago que recubre y
protege a las articula-ciones que conforman el esqueleto humano, afirma el
doctor Mauro Rumbaut Reyes. Y precisa: esta enfermedad se caracteriza por
provocar la destrucción progresiva del hueso que se encuentra debajo del
cartílago dañado, provocando dolor, inflamación y deformidades articulares.
Suele afectar con mayor frecuencia a las articulaciones de la columna
vertebral, sobre todo a los segmentos cervical y lumbar, al hombro, los codos,
las caderas, las rodillas, las manos y los pies, refiere nuestro entrevistado,
quien es especialista de segundo grado en Ortopedia y Traumatología, Profesor
Auxiliar de la Facultad de Ciencias Médicas Manuel Fajardo, y jefe del Servicio
de Cirugía de la Mano y el Miembro Superior del Hospital Ortopédico Docente
Fructuoso Rodríguez.
¿Se conocen las causas fundamentales que originan esta enfermedad?
Ningún factor solitario actúa como activador de esta dolencia, pero su
origen está asociado a dos mecanismos fundamentales: una carga articular
excesiva que provoca daño del cartílago y el hueso que se encuentra debajo de
este, independientemente de que sus propiedades sean normales, como sucede en
los trabajadores manuales y los traumatismos articulares repetitivos; o por
fallo primario del cartílago y el hueso, aunque la carga articular no sea
excesiva, como ocurre en la enfermedad degenerativa secundaria a trastornos de
causa endocrina o metabólica (la artritis urémica); hematológicas
(hemartrosis), del tejido conectivo (lupus eritematoso sistémico y la
psoriasis), y procesos inflamatorios de origen autoinmune como la artritis
reumatoide y la esclerodermia, entre otros.
¿Y los principales factores de riesgo?
Se mencionan el envejecimiento, los traumatismos, la realización de
algunas labores profesionales que requieran de actividad manual importante.
¿Aqueja siempre las dos manos? ¿Genera crisis de dolor?
En general se presenta de forma bilateral y simétrica aunque
excepcionalmente puede aparecer de forma unilateral. Provoca crisis dolorosas
que están relacionadas con los episodios agudos de inflamación articular.
¿Y en cuanto al sexo y a la edad promedio de aparición?
Aunque afecta a ambos sexos por igual, suele aparecer más temprano en el
femenino, a partir de los 45 años de edad.
¿Cuáles son los signos y síntomas de esta enfermedad?
La manifestación clásica de la enfermedad degenerativa articular en las
manos está representada por los nódulos de Heberden, que son prominencias óseas
que aparecen en el borde dorsal de las articulaciones interfalángicas distales
y los de Bouchard que se manifiestan en las proximales. Estos tienen apariencia
quística y son dolorosos cuando se inflaman.
Los casos crónicos se caracterizan por crecimiento óseo y deformidades
articulares que provocan desviación de la alineación normal de los dedos,
conocida como mano en ráfaga. También puede presentarse formando parte del
cuadro clínico de una osteoartritis hipertrófica primaria generalizada, en cuyo
caso se acompañaría de dolores poliarticulares.
¿Es de avance lento y progresivo?
Usualmente experimenta un avance lento y progresivo, evolucionando por
crisis y conduciendo invariablemente a la cronicidad.
¿Puede llegar a invalidar las manos de todas o algunas de sus funciones?
Si, en los estadios avanzados suele aparecer deformidad fija en los
dedos y rigidez digital, ocasionando la invalidez total de las manos.
¿El diagnóstico es clínico?
El diagnóstico se realiza de forma clínica y apoyándose siempre en
estudios radiológicos y de laboratorio para descartar enfermedades sistémicas
que cursan con afección articular.
¿Hay opciones de tratamiento? ¿Con qué resultados?
Existen cuatro pilares de tratamiento: el general, que incluye el reposo
articular y la dieta sana; el medicamentoso, dirigido al alivio del dolor y al
control de los episodios inflamatorios agudos con fármacos analgésicos y
antinflamatorios, pues no se conoce ningún medicamento capaz de detener el
proceso patológico básico que es la degradación del cartílago, ni tampoco
existe ninguno que intensifique la síntesis de este; el tratamiento
rehabilitador, encaminado a conservar la movilidad articular y evitar la
progresión del cuadro, y el tratamiento quirúrgico reservado solo para la
corrección de las deformidades y la estabilización de las articulaciones, ya
sea por reparación o sustitución de las superficies articulares interesadas.
¿Alguna consideración final?
Subrayaría que ante la aparición de cualquiera de los síntomas antes
mencionados, se debe acudir cuanto antes a la atención especializada para
evitar la progresión de tan incapacitante enfermedad.
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