¿CUÁL “CURUL
VACÍA “?
Por. Rolando Breña
Demasiado aspaviento para la “curul vacía”. Un verdadero tiro, al aire
que responde mucho más a la necesidad del Congreso de mostrar algunas actitudes
creíbles sobre su preocupación en torno a la corrupción y al transfuguismo, que
se pasean en los pasillos congresales y que no tienen mucho que ver
necesariamente con lo aprobado.
Hay por lo menos dos asuntos a contemplar:
1. El tiempo.- No son necesarias
demasiadas palabras ni mucho análisis para, recurriendo a la experiencia
última, concluir que dormirán plácidamente en el Congreso los expedientes
contra algunos congresistas, de acuerdo a los intereses de la mayoría o a las
alianzas establecidas, de tal forma que el manejo del tiempo y las agendas
parlamentarias conviertan la disposición legal en un grito en el vacío o
en una actitud inútil. Podrán saltar hasta el techo investigadores y
periodismo, se acumularán indicios y pruebas, se mostrará la preocupación y
hasta la indignación ciudadanas, todo eso no tendrá efecto alguno sobre la
gruesa piel impermeable del parlamento y las mayorías congresales dejarán en la
congeladora asuntos que no le interesen o le interesen demasiado. Conocemos
bastante bien la palabra “blindaje”, y cómo ha funcionado en estos tiempos para
proteger militantes, amigos o aliados cuyo concurso es necesario para el
oficialismo y sus manejos, para evitar fiscalizaciones o investigaciones. Igual
podemos decir de los plazos judiciales que se prolongan indefinidamente y
sufren de intervención y presión abierta o encubierta del poder político y de
los sectores mediáticos.
2. La inmunidad.- No abundaremos sobre
esto. Es elevado el número de congresistas que se protege entre los amplísimos
pliegues de la inmunidad. Más de uno, requerido por el Poder Judicial, lo
desacata olímpicamente con desprecio de los fueros judiciales, no
acude nunca a sus notificaciones o citaciones. Y no pasa nada. Incluso
peticiones de levantamiento de inmunidad, debidamente acreditados y
fundamentados, se hallan arrinconados en los anaqueles congresales.
Sería justo y democrático que la petición de levantamiento de inmunidad
realizada cumpliendo todos los requisitos legales y por la autoridad
competente, tenga el carácter de obligatorio. Es decir, que el Congreso no
ponga en debate el pedido, simplemente le dé trámite y ponga al congresista a
disposición de la justicia.
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