miércoles, 5 de abril de 2017

BRECHAS DEL AUTO GOLPE DEL FUJIMONTESINISMO DEL 5 DE ABRIL DE 1992- NUNCA MÁS EN EL PERÚ.

Por: Ydelso Hernández Llamo

El 5 de abril de 1992, un día como hoy hace 25 años, el entonces tirano japonés quien fue elegido presidente de la República del Perú, Alberto Fujimori decidió ejecutar un autogolpe de Estado y mediante un mensaje televisivo anunció la disolución del Congreso y la intervención del Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal de Garantías.


Sin duda el Perú con Fujimori en los años 90 exhibió una sátira de “democracia”, que apoyado por la Fuerzas Armadas y su servicio de inteligencia destruyo el Estado de Derecho e impuso en su lugar un régimen dictatorial que a través de una pequeña “camarilla” domino todos los poderes del Estado.

Una vez dado el autogolpe de Estado, mando al tacho la constitución política de 1979, pasando a aprobar la de 1993. Fujimori y sus allegados civiles, militares y lacayos aspiraron y siguen aspirando hasta hoy en querer perpetuarse en el gobierno, los mismos que han degenerado el ejercicio del poder político, utilizando sus cargos para obtener mezquinos intereses personales o de grupo ligados hasta con el narcotráfico y mafias oscuras y la corrupción.

A un mas quien no recuerda. El fujimontesinismo una ves establecido en el gobierno de ese entonces, se tomó la autoridad de desconocer la voluntad de cerca de 2 millones de peruanos, que con sus firmas demandaron la realización de un referéndum en contra de la llamada “Ley de Interpretación Auténtica”, aprobada por Fujimori para facilitar una nueva e ilegal reelección presidencial.

Desde los inicios del gobierno del Fujimontesinismo, nos trae a la memoria, donde cada parlamentario “de la mayoría”, cada Ministro de Estado, cada Juez o Fiscal en el Perú, cada Funcionario que ha deseado saborear los placeres del poder en todo el gobierno de Fujimori, ha tenido que renunciar a su independencia declinar a sus funciones y más bien convertirse en un títere de Fujimori y Montesinos, que los han manejado a su capricho y que los manejan ande algunos hasta hoy en función a sus propios intereses. Quienes trataron de ejercer sus funciones con dignidad, con independencia, con criterio profesional, o bien fueron forzados a renunciar a sus principios, o tuvieron que sufrir las consecuencias de su decisión, sufriendo los chantajes, represarías y amenazas de atentados contra su propia vida.

En el gobierno de Fujimori se aceptaba como normal que cada Ministro o parlamentario, o juez nombrado por el gobierno recite los libretos elaborados por el Servicio de Inteligencia manejado por el ex capitán del Ejército Vladimir Montesinos, tufo que hasta hoy se ha reflejado en los gobiernos de turno sucesores de Fujimori. Jamás en toda la historia del Perú Republicano se había llegado a tan inmensa degradación de la función judicial o política.
Por poner un ejemplo. La sumisión al poder del Fujimontesinismo permitió que la señora Blanca Nélida Colàn se mantenga por más de seis años como soberana de la Fiscalía de la Nación en el gobierno de Fujimori, y que en lugar de defender los intereses del estado, de la sociedad y de los pueblos víctimas de las multinacionales, etc., haya concentrado sus esfuerzos en lavarle la cara, con el dinero de todos los peruanos, tanto a Fujimori, como a sus asesor Vladimir Montesinos y al general golpista Nicolás Hermoza Ríos, entre otros personajes de la farándula política del Perú.

En todos los niveles de la administración de estado, en el gobierno de Fujimori se manejó con nepotismo, en realidad fue una práctica vergonzante, donde toda la manada y camarilla de la mafia fujimontesinista, manejaron al estado peruano como si hubiera sido su propiedad privada, regalando puestos de trabajo a sus hermanos, hijas, sobrinos, y otros familiares directos e indirectos en función de gran responsabilidad política de acorde a sus intereses.
Además para consolidar sus aspiraciones de convertirse Fujimori en Presidente vitalicio del Perú, fomento la corrupción económica de la mayoría de sus cercanos colaboradores, fundando una especia de hermandad de los ladrones de corbata y terno, que obligadamente, para evitar las sanciones correspondientes por sus delitos, tendrán que oponerse, con tanta fuerza como él, a cualquier cambio de gobierno o transición democrática, petulancias que en la actualidad se refleja en su hija Keiko y Kenji Fujimori.

En realidad son numerosos los casos de corrupción y mafia que se enrolaron los Fujimori, como sus funcionarios que operaron en las esferas del estado. Que decir de su enriquecimiento ilícito de toda la camarilla fujimontesinsitas que hasta desaparecieron más de seis mil millones de dólares. Quien no sabe que al ser investigados por la justicia peruana la familia más cercana de Fujimori sacaron cuerpo del Perú, seguramente de retorno a Japón.

El fujimontesinismo aparte de pretender perpetuarse en el poder del estado, su herencia que nos ha dejado es la profundización de un sistema político dictatorial neoliberal. La constitución política aprobada en 1993 ha permitido profundizar políticas neoliberales caracterizado por su carácter primario exportador, en su forma irracional en la extracción de los recursos naturales e irresponsable en lo social y económico. Es decir, el neoliberalismo en todas sus fases: entreguista, autoritario y corrupto.

Por lo heredado del fujimontesinismo bajo mandato constitucional de 1993, fruto del auto golpe del 5 abril de 1992, los más beneficiados son los poderes fácticos organizados en la Confederación de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP), como la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo (SNMP), así como los dueños e impulsores de los Tratados de Libre Comercio (TLC) y las Asociaciones Publico Privadas (APP), los mismos que están ligados a los organismos internacionales particularmente Al Fondo Monetario Internacional(FMI), al Banco Mundial (BM) y a la Organización Mundial de Comercio (OMC), entidades más representativas del capitalismo salvaje y depredador, que desempeñan un rol principal en el proceso de globalización inhumana.

En el Perú, por lo señalado son los que nos gobiernan y los que no permiten que se modifique o cambie un ápice de la constitución política de 1993, así como la política neoliberal y neocolonial que han establecido y regido desde Fujimori hasta la actualidad. Además son los que chantajean a los gobiernos con el prurito de que si se paralizan los proyectos mineros en el Perú, como conga, afectara seriamente a las inversiones y estabilidad jurídica.


En tal sentido las luchas de los pueblos y de los dignos peruanos y peruanas tienen que ser más fluidas y unitarias para derrotar a los rapaces invasores neoliberales y no permitir nunca más dictaduras neoliberales y neocoloniales fujimontesinistas. Unidos por una nueva constitución para la refundación de la república-camino a la victoria, el Perú para los peruanos

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