sábado, 9 de agosto de 2014

Del mudo y otras palabras
Por: Rolando Breña Pantoja

Yo nunca entendí al que alude nuestro amigo congresista y alto dirigente del Partido Nacionalista, Daniel Abugattás, que “las ratas abandonan el barco cuando se hunde”.
Porque eso es absolutamente normalSun barco naufraga y empieza a desaparecer bajo las aguas, es lógico que las ratas busquen salvarse. Y no lo las ratas, todos los animales que en él se encuentran también, por supuesto, los serehumanos.
¿Se cree, por ventura, que pasajeros, bípedos, cuadrúpedos, alados u otros, esperarán resignadamente a morir sin hacer lposible posalvarse?. Claro qulharán. Ello no es malo ni bueno, es categóricamente lógico. Ni criticable ni repudiable.

Es verdadque de acuerdo a protocolos internacionales y humanitarios, existe señalamiento de quiénes primero deberáser salvados, aunque a veces es imposiblepues frente al pánico no es cil establecer orden ni preferencias; o que la tripulaciónoficiales y el comandante deben ser los últimos en intentar el salvamento personalPero, reitero, que se haga todo lo posiblpor abandonar un barco que se hunde es normal.

Pero es abusivo pretender equiparar un barco con un partido político. Un barco puednaufragar al ser azotado por terribles tormentas, acolisionar con rocao arrecifes o con otras naves, por fallas estructurales o humanas.

Según la tesis de Danielloquabandonan un partido es porque éste se hunde y los que se van son ratas.

¿Debemos entender que la salida última de media docena de congresistas del Partido Nacionalista es porque este partido se está hundiendo? ¿Significa entonces que el PNP está en pleno naufragio, en desbande, en crisis terminal y quienes lo abandonan están en búsqueda no solo de salvación sino de nuevas perspectivas políticas o acomodos?

¿Y porque se hunde el PNP? Necesitamos algunas explicaciones.

¿Será porque, en realidad, nunca fue un partido, tan solo un movimiento alrededor de un liderazgo surgido de una coyuntura particular en que el pueblo demandaba cambios y para llenar un vacío político, aun sin tener las características que los retos del momento exigían? ¿Será la ausencia doctrinaria y la manipulación de un nacionalismo vacuo que puede encender momentáneamente algunas esperanzas, para diluirse tan rápidamente  como apareció? ¿Será, porque ha habido tanto transformismo programático, que no solo desdibujo y rebajó las ofertas iniciales, sino que terminó adoptando como suyos el programa y el modelo contrarios, y que condujo a que las multitudes que lo respaldaran lo abandonen hoy? ¿Será porque algunos ya calculan qucon un PNP en naufragio sólo irán al fondo del mar y tientan otranaves más seguras para atracar cómodamente en los puertos del 2016?

En finquienes abandonan el PNP u otros partidos o grupos parlamentarioslo hacen por principio,programademocracia u oportunismo. No todo el que sale es principista o programática u oportunistaCada cual es dueño de su verdad y de su camino. Igual los que se quedan.

Si a lo dicho añadimos la afirmación que los partidos están en descomposición, tenemos la idea más o menos completa. Efectivamente, en el Perú hay un proceso de descomposición; pero que no es sólo político, es un proceso de descomposición social totalizante. Abarca todos loámbitos de la sociedad. Por ello se requiere reconstruir nuestros modode vida; nsólo untransformacion económico o socialsino en valores, sentimientos, éticapatriotismoY no etarea de un partido, es tarea de todos "los hombres y mujeres de buena voluntad".

Npodemos terminar la entregdhoy, sin manifestar nuestrsolidaridad e identificación con las posiciones asumidas por Daniel Abugattás en torno al genocidisionisten contra del pueblo palestino.

Las declaraciones del embajador israelí son inaceptables, prepotentes e insultantes para ePerú y el propio gobierno. Una llamada a consulta deembajador peruano resulta ya insuficiente y débil. El gobierno debiera exigir la inmediata salida del país del funcionario diplomático solicitar las explicaciones pertinentes al gobierno dIsrael.


Es también inaceptable la absurda identidad que pretende entre el terrorismo de sendero luminoso y la lucha de los palestinos. No esolamente irracional sino incluso cobardepropio de mentalidades fascistas y genocidas. Palestina no agrede a ningún pueblo, se defiende en su propio suelo de fuerzas invasoras extranjeras que pretenden desaparecerla como nación y usurpar sus territorios para siempre; con el inmovilismo y la complicidad de las grandes potencias y los organismos internacionales presuntamente creados para velar por la paz mundial.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario