jueves, 23 de febrero de 2017

EL GRUPO COMERCIO Y SUS ESTRATEGIAS INEFICIENTES

Por: Ydelso Hernández Llamo

Las delaciones del caso Odebrecht no solo compromete a la estructura política, a Toledo, García, Humala y PPK, sino también a la estructura mediática como Graña y Montero y al propio Grupo El Comercio, todo lo que tenían ellos para el control de la información a una parte del empresariado y sobre todo a un conjunto de tecnócratas que han estado abundando a partir de los grandes estudios de abogados que hoy día andan en silencio porque todos están comprometidos. Hay fujimoristas como (Fernando Altuve), solo por mencionar a uno de los grandes estudios, que han estado vinculados y han tenido representación en Odebrecht. La bomba que se podría producir, como se dice que la delación es completa, puede comprometer al conjunto del Estado neoliberal.


El Comercio y la derecha días atrás han salido a decir: “Evitemos que en esta crisis los antisistema digan: “es la crisis del sistema”, hay que decir que el sistema funciona, solo que hay que sancionar a unos 4 o 5 bandidos”. Quieren evitar que los dignos peruanos y peruanas no cuestionemos y desenmascaremos al sistema, quienes en realidad son culpables de la inmoralidad social y política de la mano con sus acólitos gobernantes de turno, que nos conducen a la debacle desde 1985 hasta la actualidad.
Hoy, siguen persistiendo en que hay que reforzar más el sistema actual y que si funciona, que está bien, solo que ha habido bandidos y hay que sancionarlos; hay que hacer que esto se plantee como una lucha contra la corrupción, y ello empate con ese discurso.
Ahora podemos añadir con más auge, que el propio modelo está fallando en los ejes centrales del sistema y de la derecha caviar. Que en la práctica ya no da para más; primero, el eje de la promesa del crecimiento perpetuo está en cuestión, y, en segundo lugar, la orientación privada del Estado era lo que iba a evitar la corrupción, eso lo que está saltando en el corazón del sistema. Por lo tanto, el corazón del sistema es la corrupción y todos los actos delictivos que hoy está a la vista en lo social y en lo político.

Lo que si hay que estar convencidos los dignos peruanos y peruanas, que el modelo no se agota únicamente por el tema de la corrupción, se agota en su esencia, y esta fue una fórmula para generar una ganancia extrema en manos de las multinacionales a costa de un negocio rápido, descalificando al Estado y que se desentienda de los temas económicos y que toda las empresas públicas sean entregada a manos del sector privado, porque las empresas privadas eran el símbolo de la eficiencia, de la calidad y de la trasparencia, además de eso de la moralidad. Toda esta utopía y endiosamiento del sector privado ha quedado descartado, porque se está demostrando, que son un sistema incompetente en la profundidad de la palabra.

Antes que se profundice el sistema neoliberal, sus activistas promovieron la estrategia de desprestigiar al Estado, que representaba a la ineficiencia, que no era transparente, que era corrupto e inmoral, pero hoy, nos damos cuenta que fue un discurso que se utilizó para presionar y confundir al pueblo y hacer que el Estado entregue los recursos estratégicos a las multinacionales que vieron como negocio rápido; y lo hicieron bajo mandato constitucional de 1993, hechura de la mafia fujimontesinista.

Hoy con sus escándalos de corrupción y mafia, eso se ha ido abajo, porque ahora se cuestiona por qué se les da las concesiones por décadas a los privados, y eso no solamente pasa con Odebrecht, sino con Plaza Norte, con la Telefónica, con Saga Falabella, empresas españolas, chilenas y argentinas. El capital utilizó una fórmula de “eficacia y desarrollo” para decirle a los estados y el mundo, que eran el símbolo de la solución a los problemas que atravesaban los estados, eso fue el discurso y la cuestión ideológica que vendieron, pero en el fondo solo buscaron ganancias rápidas, porque estos eran los negocios más rentables que había en el planeta.

Si la desgracia del Perú lo hicieron bajo mandato constitucional, hoy levantamos, los dignos peruanos y peruanas, la consigna de agitación por la nueva Constitución, y para ello se necesita un discurso potente donde de manera pedagógica con las técnicas de la comunicación política se le diga al pueblo, porque esta Constitución de 1993 ya no nos representa, y porque esta clase política que apareció hegemónica en todos los terrenos a tenido una completa degeneración y cuya degeneración de ellos pretenden que salpique a todos. Pareciera que el interés es no dejar que nadie se salve, porque en este contexto limpian el espacio de maniobra a favor de los sectores más recalcitrantes cuyos representantes políticos guardan silencio o lanzan mensajes bien calculados. Lo que, si queda claro, es que la Fiscalía de la Nación en el Perú no dirige las investigaciones, la dirige Odebrecht y los EEUU.


Entonces nosotros nos preguntamos ¿cuál es la consigna? nosotros venimos sosteniendo que se requiere trabajar por la regeneración moral de la patria a través de una nueva Constitución. Con el agregado que la nueva Constitución es para la refundación de la república, para cerrar el ciclo de dictadura neoliberal que son categorías y propuestas dialécticamente interrelacionadas como las dos caras de una misma moneda, pero con distintos procesos. Es bueno precisar, que nosotros vamos a trabajar la refundación de la república y eso pasa por la Constitución. Una nueva constitución donde tome en cuenta los deberes y derechos de todos los peruanos y peruanas de todas las regiones y sus diferentes provincias, distritos, caseríos, rondas campesinas, comunidades campesinas y nativas, es decir una constitución que defienda el bien común. Una Carta Magna que integre a todos los peruanos y peruanas sin distinción de raza, credo, sexo o condición social; y donde se plasme la verdadera justicia que alcance a todos sin acepción.

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