EL GRUPO COMERCIO Y SUS ESTRATEGIAS INEFICIENTES
Por: Ydelso Hernández Llamo
Las delaciones del caso Odebrecht no solo compromete a la estructura política, a Toledo, García, Humala y PPK, sino también a la estructura mediática como Graña y Montero y al propio Grupo El Comercio, todo lo que tenían ellos para el control de la información a una parte del empresariado y sobre todo a un conjunto de tecnócratas que han estado abundando a partir de los grandes estudios de abogados que hoy día andan en silencio porque todos están comprometidos. Hay fujimoristas como (Fernando Altuve), solo por mencionar a uno de los grandes estudios, que han estado vinculados y han tenido representación en Odebrecht. La bomba que se podría producir, como se dice que la delación es completa, puede comprometer al conjunto del Estado neoliberal.
El Comercio y la derecha días
atrás han salido a decir: “Evitemos que en esta crisis los antisistema digan:
“es la crisis del sistema”, hay que decir que el sistema funciona, solo que hay
que sancionar a unos 4 o 5 bandidos”. Quieren evitar que los dignos peruanos y
peruanas no cuestionemos y desenmascaremos al sistema, quienes en realidad son
culpables de la inmoralidad social y política de la mano con sus acólitos
gobernantes de turno, que nos conducen a la debacle desde 1985 hasta la
actualidad.
Hoy, siguen persistiendo en que
hay que reforzar más el sistema actual y que si funciona, que está bien, solo
que ha habido bandidos y hay que sancionarlos; hay que hacer que esto se
plantee como una lucha contra la corrupción, y ello empate con ese discurso.
Ahora podemos añadir con más
auge, que el propio modelo está fallando en los ejes centrales del sistema y de
la derecha caviar. Que en la práctica ya no da para más; primero, el eje de la
promesa del crecimiento perpetuo está en cuestión, y, en segundo lugar, la
orientación privada del Estado era lo que iba a evitar la corrupción, eso lo
que está saltando en el corazón del sistema. Por lo tanto, el corazón del
sistema es la corrupción y todos los actos delictivos que hoy está a la vista
en lo social y en lo político.
Lo que si hay que estar
convencidos los dignos peruanos y peruanas, que el modelo no se agota
únicamente por el tema de la corrupción, se agota en su esencia, y esta fue una
fórmula para generar una ganancia extrema en manos de las multinacionales a
costa de un negocio rápido, descalificando al Estado y que se desentienda de
los temas económicos y que toda las empresas públicas sean entregada a manos
del sector privado, porque las empresas privadas eran el símbolo de la
eficiencia, de la calidad y de la trasparencia, además de eso de la moralidad.
Toda esta utopía y endiosamiento del sector privado ha quedado descartado,
porque se está demostrando, que son un sistema incompetente en la profundidad
de la palabra.
Antes que se profundice el
sistema neoliberal, sus activistas promovieron la estrategia de desprestigiar
al Estado, que representaba a la ineficiencia, que no era transparente, que era
corrupto e inmoral, pero hoy, nos damos cuenta que fue un discurso que se
utilizó para presionar y confundir al pueblo y hacer que el Estado entregue los
recursos estratégicos a las multinacionales que vieron como negocio rápido; y
lo hicieron bajo mandato constitucional de 1993, hechura de la mafia
fujimontesinista.
Hoy con sus escándalos de
corrupción y mafia, eso se ha ido abajo, porque ahora se cuestiona por qué se
les da las concesiones por décadas a los privados, y eso no solamente pasa con
Odebrecht, sino con Plaza Norte, con la Telefónica, con Saga Falabella,
empresas españolas, chilenas y argentinas. El capital utilizó una fórmula de
“eficacia y desarrollo” para decirle a los estados y el mundo, que eran el
símbolo de la solución a los problemas que atravesaban los estados, eso fue el
discurso y la cuestión ideológica que vendieron, pero en el fondo solo buscaron
ganancias rápidas, porque estos eran los negocios más rentables que había en el
planeta.
Si la desgracia del Perú lo
hicieron bajo mandato constitucional, hoy levantamos, los dignos peruanos y
peruanas, la consigna de agitación por la nueva Constitución, y para ello se
necesita un discurso potente donde de manera pedagógica con las técnicas de la
comunicación política se le diga al pueblo, porque esta Constitución de 1993 ya
no nos representa, y porque esta clase política que apareció hegemónica en
todos los terrenos a tenido una completa degeneración y cuya degeneración de
ellos pretenden que salpique a todos. Pareciera que el interés es no dejar que
nadie se salve, porque en este contexto limpian el espacio de maniobra a favor
de los sectores más recalcitrantes cuyos representantes políticos guardan
silencio o lanzan mensajes bien calculados. Lo que, si queda claro, es que la
Fiscalía de la Nación en el Perú no dirige las investigaciones, la dirige
Odebrecht y los EEUU.
Entonces nosotros nos preguntamos
¿cuál es la consigna? nosotros venimos sosteniendo que se requiere trabajar por
la regeneración moral de la patria a través de una nueva Constitución. Con el
agregado que la nueva Constitución es para la refundación de la república, para
cerrar el ciclo de dictadura neoliberal que son categorías y propuestas
dialécticamente interrelacionadas como las dos caras de una misma moneda, pero
con distintos procesos. Es bueno precisar, que nosotros vamos a trabajar la
refundación de la república y eso pasa por la Constitución. Una nueva
constitución donde tome en cuenta los deberes y derechos de todos los peruanos
y peruanas de todas las regiones y sus diferentes provincias, distritos,
caseríos, rondas campesinas, comunidades campesinas y nativas, es decir una
constitución que defienda el bien común. Una Carta Magna que integre a todos
los peruanos y peruanas sin distinción de raza, credo, sexo o condición social;
y donde se plasme la verdadera justicia que alcance a todos sin acepción.
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