“Si
Odebrecht ya confesó la coima a Toledo y Camargo Correa le mandó plata a Maiman,
¿qué espera PPK para ponerle fin a la concesión?”.
La
justicia está tras los pasos del feroz robo que es la Interoceánica Sur. Sé lo
que hiciste, Alejandro. La coima es la punta del iceberg.
La IIRSA tenía
rentabilidad social negativa incluso a su costo inicial de 800 millones de
dólares. La razón es que el flete terrestre al Brasil es entre 5 a 10 veces
mayor que el marítimo. No es sorpresa, entonces, que en el tramo 4 de la IIRSA transiten
11 vehículos pesados por hora, que menos del 2% de las ventas al Brasil sean
por tierra, y que las exportaciones a Acre y Rondonia apenas llegaron a 3
millones de dólares en el 2015. Como comparación, el tráfico en la Carretera
Central y en la Panamericana es 25 y 50 veces el de la IIRSA.
Peor
aun, gracias a 22 adendas, 9 de las cuales firmó el gobierno de Toledo, el
costo de la IIRSA se ha multiplicado hasta los 3,500 millones de
dólares de 2016, entre obras y mantenimiento. Como Odebrecht, Camargo Correa y
sus socios tienen la concesión hasta el 2030, hemos estimado con Valeria
Morales que el costo total de la carretera llegaría, en valor presente, a 6,666
millones de dólares.
Es
un insulto a la pobreza del sur, en que la anemia infantil supera el 60%, haber
hecho la IIRSA a ese costo. Con la plata perdida se podría poner doble
vía a la Panamericana de Tumbes a Tacna, construir el túnel trasandino, unir
Cerro de Pasco con Pucallpa por tren, darle agua y desagüe a un millón, y
construir y equipar cien mil aulas. La pérdida social de la IIRSA es
equivalente a renunciar a la producción de Loreto, Ucayali y Madre de Dios de
un año. Y ni siquiera hemos calculado los daños a la Amazonía y a la
democracia.
¿Por
qué los ministros de Toledo no se opusieron a la Interoceánica? ¿Por qué más
bien se la eximió del SNIP, se elevó el techo de endeudamiento público, y
se permitió que participe Odebrecht, que tenía juicios con el Estado, haciendo
caso omiso a la Contraloría? ¿Por qué Proinversión, con PPK a la
cabeza, fue caja de resonancia del despilfarro? ¿Por qué el Congreso no
encontró nada irregular?
Más
aun, si Odebrecht ya confesó la coima a Toledo y Camargo Correa le mandó plata
a Maiman, ¿qué espera PPK para ponerle fin a la concesión? ¿Por qué
sus procuradores no piden la intervención de la IIRSA? ¿Por qué el
gobierno le sigue pagando puntualmente a Odebrecht por la carretera? ¿Cómo así
seguir llenándole los bolsillos a coimeros confesos es luchar contra la
corrupción?
Si
la IIRSA es un asalto a mano armada al ciudadano, el gasoducto pudo
ser una de las estafas más grandes en la historia del Perú. La justicia justa
ajusta a los culpables.
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