DIÁLOGO PPK Y KEIKO ¿DIÁLOGO ENTRE OFICIALISMO y OPOSICIÓN?

Por: José Antonio Luna Neyra.

Después de varios capítulos de la telellorona de PPK Y KEIKO y de la dramática censura del ministro de educación Jaime Saavedra, el Cardenal fujimorista aparece en escena para cumplir su bien montado papel de mediador del “conflicto”.

El gringo y la china quieren seguir tomándonos de cholitos. Su primer ardid fue hacernos creer que en la segunda vuelta ellos eran diferentes y contrarios, cuando PPK es un fujimorista convicto y confeso. Después, con PPK en el poder, KEIKO no quiere aceptar que comparten la defensa y ejecución del modelo neoliberal, la constitución fujimorista y los planes de gobierno. Ahora, tras una audaz estrategia, el fujimorismo ha logrado ubicarse en la “oposición”, gracias a sus 72 congresistas y a la ausencia de una verdadera oposición democrática y patriótica.

¿Alguien puede negar, después de 5 meses de impertinencia bruta y achorada, que el fujimorismo ya logró convertirse en la “OPOSICIÓN” al gobierno de PPK? ¿No es, acaso, que como “lideresa de la oposición” y por “exigencia” del pueblo KEIKO dialogará con el presidente PPK? ¿Acaso no es PPK el fujimorista más interesado para que KEIKO gane las elecciones del 2021? ¿O creen que PPK quiere que el próximo presidente sea un candidato de izquierda?

Lo que ocurrirá en el diálogo entre PPK y KEIKO, será su tan promocionada “reconciliación” y la consolidación del programa del COGOBIERNO, dejando algunas diferencias de forma para las tribunas, mientras la izquierda parlamentaria (FA) seguirá arrinconada, a la cola de PPK, participando de las reuniones con el presidente en el marco del ACUERDO NACIONAL, cuya camisa de fuerza serán los acuerdos entre PPK y KEIKO.

A los sectores democráticos y patrióticos, solo nos queda rechazar estas farsas, desenmascarar y combatir las políticas entreguistas, autoritarias y corruptas del cogobierno PPK-KEIKO, luchar unitariamente en defensa de nuestros derechos y por las reivindicaciones de los trabajadores y el pueblo y persistir en la construcción de una opción de gobierno que derrote el continuismo, la corrupción y la delincuencia, con un nuevo modelo económico y una nueva constitución.