Ranrapata, arqueología
preincaica en Huancavelica
A una hora de la capital de Huancavelica se
encuentra una zona arqueológica ignorada por la mayoría de viajeros... pero no
por Rumbos. Descúbrala en la siguiente crónica.
Ranrapata o 'loma de piedra' es el tesoro arqueológico de Acoria,
Huancavelica.
Gunther Félix / Revista Rumbos
A pesar de la escasa distancia entre los de arriba (hatun ranra) y los
de abajo (uchuy ranra), los habitantes de ambos sectores no
podían cruzarse, saludarse ni estrechar lazos, porque eran de clases
sociales distintas.
Así se vivía en el asentamiento preinca de Ranrapata (3
855 m.s.n.m.) que, para algunos, podría ser llamado un pueblo 'ordenado',
aunque, para otros, sería la prueba de una sociedad profundamente
clasista. Sea como fuere, lo cierto es que aquí se continuó con el legado
del imperio wari.
Esas son las impresiones que surgen al recorrer las arterias empedradas
de este complejo arqueológico del centro poblado Ccaccasiri, en el distrito Huancavelicano de
Acoria.
Ascenso a Ranrapata, un complejo arqueológico de 700 hectáreas de pura
cultura e historia.
“Los canales se relacionaban con los cuatro puntos cardinales.
Cada uno de sus extremos unían a los pueblos o ‘markas’ de esta ciudadela”,
explica el alcalde Irineo Dávila, respecto la red de caminos que enlazaban las
calles delasentamiento erigido por los señoríos de los astos (Periodo
Intermedio Tardío).
En el ascenso a la zona arqueológica los pasos se vuelven agitados.
Pero la agonía de los viajeros al recorrer Ranrapata o 'loma de piedra',
se desvanece al ver los muros, pisos y terrazas que aparecen impresionantes,
tras subir los escalones que conducen a la cúspide.
Tesoro andino
Pinceladas de cultura e historia en una sociedad basada en el
ayllu. Donde los campesinos, pastores, artesanos y guerreros mantenían
sus cargos de por vida, difunde el alcalde algunas de las hipótesis
planteadas por los arqueólogos y estudiantes que visitaron el complejo.
Los caminos de Ranrapata son utilizados por los campesinos.
Una de esas investigaciones se centró en la arquitectura de la ciudadela
fortificada, menciona un docente del colegio Manuel Scorza Torres,
institución educativa en la que actualmente se ejecuta un proyecto de Ecoturismo
Escolar.
Y es que la capacidad constructiva de los astos de Ranrapata queda en
evidencia en sus rígidas casas con bases circulares, en sus templos
rectangulares, en sus terrazas o andenes agrícolas y en los cinco
torreones desde el cual vigilaban el panorama altoandino.
Religión y
misticismo
Los habitantes de esta joya histórica de Huancavelica, también creían
en la vida después de la muerte. De acuerdo con los estudios
realizados por los expertos de la Dirección Desconcentrada de Cultura de dicha
región, la kallanka, es decir, la amplia estructura rectangular ubicada en el
centro del complejo, fue un pequeño nicho para los jerarcas de ciudadela. Ellos
eran enterrados en posición fetal.
Vistazo a las terrazas o andenes agrícolas de Ranrapata.
“Lo extraño de este sitio fue encontrar nichos rectangulares.
Normalmente las personas eran enterradas en posición fetal. Entonces,
posiblemente los españoles llegaron e impusieron su religión”, explica un
funcionario.
Aunque todavía hay mucho por investigar y sean pocos los viajeros que
llegan a esta zona arqueológica, Ranrapata es un potencial destino
turístico en Acoria. Recorrerlo es dar los primeros pasos para conectarse
con la historia preincaica de Huancavelica, concluye el burgomaestre.
Restos óseos descubiertos en el complejo se exhiben en el colegio Manuel
Scorza Torres.
Los datos
El complejo arqueológico de Ranrapata está en proceso de ser declarado
Patrimonio Cultural de la Nación.
En la ciudadela se encontró la 'Piedra astronómica de Ranrapata' que
habría servido para predecir las cosechas.
En Rumbo
Ruta: De Lima a
Huancavelica por la carretera Central. Tiempo aproximado: 12 horas.
Continuar en bus o colectivo hacia Ccaccasiri (Acoria). Tiempo: 60 minutos.
Paradero del centro poblado de Ayaccocha.
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