jueves, 1 de diciembre de 2016

Ranrapata, arqueología preincaica en Huancavelica
A una hora de la capital de Huancavelica se encuentra una zona arqueológica ignorada por la mayoría de viajeros... pero no por Rumbos. Descúbrala en la siguiente crónica.  

Ranrapata o 'loma de piedra' es el tesoro arqueológico de Acoria, Huancavelica.
Gunther Félix / Revista Rumbos
A pesar de la escasa distancia entre los de arriba (hatun ranra) y los de abajo (uchuy ranra), los habitantes de ambos sectores no podían cruzarse, saludarse ni estrechar lazos, porque eran de clases sociales distintas
Así se vivía en el asentamiento preinca de Ranrapata (3 855 m.s.n.m.) que, para algunos, podría ser llamado un pueblo 'ordenado', aunque, para otros, sería la prueba de una sociedad profundamente clasista. Sea como fuere, lo cierto es que aquí se continuó con el legado del imperio wari.
Esas son las impresiones que surgen al recorrer las arterias empedradas de este complejo arqueológico del centro poblado Ccaccasiri, en el distrito Huancavelicano de Acoria. 

Ascenso a Ranrapata, un complejo arqueológico de 700 hectáreas de pura cultura e historia. 
Los canales se relacionaban con los cuatro puntos cardinales. Cada uno de sus extremos unían a los pueblos o ‘markas’ de esta ciudadela”, explica el alcalde Irineo Dávila, respecto la red de caminos que enlazaban las calles delasentamiento erigido por los señoríos de los astos (Periodo Intermedio Tardío). 
En el ascenso a la zona arqueológica los pasos se vuelven agitados. Pero la agonía de los viajeros al recorrer Ranrapata o 'loma de piedra', se desvanece al ver los muros, pisos y terrazas que aparecen impresionantes, tras subir los escalones que conducen a la cúspide.
Tesoro andino
Pinceladas de cultura e historia en una sociedad basada en el ayllu. Donde los campesinos, pastores, artesanos y guerreros mantenían sus cargos de por vida, difunde el alcalde algunas de las hipótesis planteadas por los arqueólogos y estudiantes que visitaron el complejo. 

Los caminos de Ranrapata son utilizados por los campesinos.
Una de esas investigaciones se centró en la arquitectura de la ciudadela fortificada, menciona un docente del colegio Manuel Scorza Torres, institución educativa en la que actualmente se ejecuta un proyecto de Ecoturismo Escolar.
Y es que la capacidad constructiva de los astos de Ranrapata queda en evidencia en sus rígidas casas con bases circulares, en sus templos rectangulares, en sus terrazas o andenes agrícolas y en los cinco torreones desde el cual vigilaban el panorama altoandino
Religión y misticismo
Los habitantes de esta joya histórica de Huancavelica, también creían en la vida después de la muerte. De acuerdo con los estudios realizados por los expertos de la Dirección Desconcentrada de Cultura de dicha región, la kallanka, es decir, la amplia estructura rectangular ubicada en el centro del complejo, fue un pequeño nicho para los jerarcas de ciudadela. Ellos eran enterrados en posición fetal

Vistazo a las terrazas o andenes agrícolas de Ranrapata.
“Lo extraño de este sitio fue encontrar nichos rectangulares. Normalmente las personas eran enterradas en posición fetal. Entonces, posiblemente los españoles llegaron e impusieron su religión”, explica un funcionario.
Aunque todavía hay mucho por investigar y sean pocos los viajeros que llegan a esta zona arqueológica, Ranrapata es un potencial destino turístico en Acoria. Recorrerlo es dar los primeros pasos para conectarse con la historia preincaica de Huancavelica, concluye el burgomaestre.  

Restos óseos descubiertos en el complejo se exhiben en el colegio Manuel Scorza Torres.
Los datos
El complejo arqueológico de Ranrapata está en proceso de ser declarado Patrimonio Cultural de la Nación.
En la ciudadela se encontró la 'Piedra astronómica de Ranrapata' que habría servido para predecir las cosechas. 
En Rumbo

Ruta: De Lima a Huancavelica por la carretera Central. Tiempo aproximado: 12 horas. Continuar en bus o colectivo hacia Ccaccasiri (Acoria). Tiempo: 60 minutos. Paradero del centro poblado de Ayaccocha. 

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