jueves, 25 de mayo de 2017

Ollanta Humala: Familia Ávila fue espiada durante su gobierno por Inteligencia de la Policía
Cuatro entidades de la Policía destinaron fondos para financiar la operación de Inteligencia.

Familia Ávila fue espiada durante el gobierno de Humala por agentes de inteligencia de la Policía
Carlos Neyra
Teresa Ávila Rivera, quien acusó al ex presidente Ollanta Humala de haber asesinado en el año 1992 a su hermana Natividad y su cuñado Benigno Sullca, en el poblado de Madre Mía, fue víctima de espionaje por parte de agentes policiales entre los años 2011 y 2013.
“Un grupo de Inteligencia tuvo la misión de espiar a la familia Ávila e informar de los resultados al ex presidente Humala”, reveló un agente policial que integró este grupo especial y contó este episodio, hasta ahora desconocido.
Según el agente policial, que pidió que no se revele su identidad, en noviembre de 2011 fueron convocados por el coronel Miguel Rojas Flores, entonces jefe de la Oficina de Inteligencia y actual mandamás de la División de Secuestros de la Policía, para formar un grupo especial, cuya misión sería tomar conocimiento de las pruebas que Teresa Ávila tenía contra el ex mandatario Humala.
“Esta misión fue clandestina e ilegal, no se formularon planes de operaciones ni se informó a la Fiscalía. Se realizó reglaje y escuchas”, sostuvo el colaborador.
La operación fue financiada con aportes (S/10 mil mensuales) que entregaban Dirincri, Dirandro, Dirin y Región Policial Lima al coronel Rojas y lo sustentaban como gastos de Inteligencia para operaciones contra la delincuencia.
Según esta fuente, los resultados obtenidos por los agentes de Inteligencia eran transmitidos por Rojas a Hermógenes Pérez Mego, primo político de Nadine Heredia y seguridad personal del ex presidente Humala.
Esta versión fue ratificada por otro agente policial, que integró el grupo especial de Inteligencia, quien laboró bajo las órdenes de Rojas.
VERSIÓN DE LOS ÁVILA
Para corroborar ambas versiones, Perú21 fue en busca de Teresa Ávila, en Ventanilla.
Antes de describir lo que nos dijo la familia Ávila, es importante precisar que, el 19 de octubre de 2015, este diario publicó una nota en la que daba cuenta de que Teresa Ávila había sido víctima de reglaje y chuponeo por parte de policías. En aquel entonces no pudimos profundizar el tema porque la familia decidió no recibirnos.
En marzo último, salieron a la luz las transcripciones de las escuchas interceptadas por la Dirandro a Humala y a su entorno de confianza, evidenciando el interés de controlar la versión del clan Ávila.
Este diario publicó una de las transcripciones, correspondiente a una conversación del 2 de mayo de 2011, entre Humala y Amílcar Gómez:
Ollanta: De averiguarme de dónde viene esto, no vayan a hacer que estén tratando de…comprar testimonios o comprar cosas con mucho cuidado pregúntale (…).
Amílcar: Sí.
Ollanta: Con mucho tino pregúntale, de repente le han visitado a ella (Teresa Ávila), te acuerdas que la vez pasada quisieron hacer problemas.
Amílcar: Ajá, eh… me estoy comunicando con Walter.
Luego de tomar conocimiento de estas nuevas noticias, Teresa Ávila accedió a reunirse con este diario y contar su versión de los hechos.
“En noviembre de 2011, mi vecina toca la puerta de mi hija Delia y le presenta a ‘Liz’, una muchacha que pedía ingresar a la Iglesia Evangélica y luego la invitamos a la congregación”, recuerda.
La visita se produjo en la casa en la que vivían en ese entonces, Nueva Ventanilla, Callao.
“‘Liz’ contó a mi familia (Ávila) que trabajaba cerca y estudiaba Derecho, vivía lejos de Ventanilla y se sentía sola, mantenía un romance con un policía que trabajaba en la comisaría. Pensé que era un hombre casado, por eso le tomé cariño y acogí en mí casa. La muchacha venía dos o tres veces por semana a visitarme, siempre buscó a mi hija y traía víveres. Mostraba mucho interés en conocer con quiénes me reunía”, sostuvo Teresa Ávila.
Y agregó: “Un hecho que ahora lo considero importante. En la iglesia me invitaron a un congreso evangélico en Arequipa, estaba apenada porque no tenía dinero para viajar. ‘Liz’ me pagó el pasaje en la empresa Cromotex. No viajamos juntas. Me dijo que no encontró pasaje en el mismo bus y ella llegó tres horas después”.
Ávila mostró el original del pasaje que utilizó para viajar el 12 de setiembre de 2012 a la ciudad de Arequipa y fotografías de ‘Liz’ abrazando a sus nietos y comiendo un helado, para corroborar su testimonio.
Este diario conversó con Teresa, con sus dos hijas y cuatro nietos, quienes proporcionaron mayor información sobre ‘Liz’ y ‘Candy’, las dos agentes que incursionaron en el entorno familiar de los Ávila bajo engaños.
Delia, la hija de Teresa, contó detalles de la relación con ‘Liz’ y ‘Candy’: “Recuerdo, ‘Liz’ primero se hizo mi amiga. Cuando le pedía su número de celular e información de su vida, contestaba con evasivas y luego se retiraba. Ante mi insistencia, me dijo que se iba de viaje. Eso fue a fines de 2012 y nunca más la vimos. Me presentó a su amiga ‘Candy’, otra estudiante de Derecho que se ganó la confianza de la familia con regalos”, recuerda.
Según cuenta la familia Ávila, ‘Candy’ tenía especial interés en conversar con Teresa sobre el caso Madre Mía y, ante las suspicacias de la sexagenaria, no le respondía. ‘Candy’ utilizó el argumento de su tesis universitaria para obtener los secretos que guardaba Teresa Ávila. Y los obtuvo. Ella le contó todo lo de Madre Mía y le entregó documentos sobre el proceso judicial que se archivó en el año 2009.
En diciembre de 2013, ante las interrogantes de Teresa y su hija sobre que una estudiante tuviera dinero para víveres, ropa y regalos para toda la familia, empezaron las preguntas directas a ‘Candy’, quien desapareció sin dejar rastro.
Este diario mostró fotografías de manera individual a los siete integrantes de la familia Ávila, quienes reconocieron al unísono a ‘Candy’, quien, según la ficha Reniec, sería Jeny Raymundo, natural de Huánuco.
En una lista interna de la Policía, a la que accedió Perú21, se le consigna como agente de Inteligencia de la Dirincri desde 2012, bajo las órdenes del coronel Miguel Rojas.
La otra agente, ‘Liz’, aún no ha podido ser identificada por este diario.
Tenga en cuenta
·         El coronel Miguel Ángel Rojas Flores, ante el pedido de réplica formulado por este diario, sostuvo: “Se ha equivocado, no sé nada”. Luego colgó el celular y no volvió a responder.
·         Julio Espinoza, abogado del ex presidente Ollanta Humala, se comprometió a informar a su patrocinado. Al cierre de la edición, no respondió a nuestro llamado.
·         Sobre Hermógenes Pérez Mego, este diario lo buscó en su domicilio y tienda de su propiedad, se dejó mensajes que no respondió.

·         Jeny Raymundo, policía en actividad, negó que el celular le pertenezca.

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