FERNANDO CALLE HAYEN SOBRE ELEVADOS PRECIOS DE
PRODUCTOS DE PRIMERA NECESIDAD:
“Acá
se cometen los delitos de acaparamiento y especulación”
Constitucionalista
pide al Congreso aplicar penas más severas para quienes se aprovechan del dolor
generalizado.
-Doctor,
se ha comentado que algunas empresas o supermercados han subido los precios de
los alimentos de primera necesidad, con diferentes y realmente notorias
diferencias, ¿eso es sancionable?
Por
cierto que son delitos sancionables penalmente y con serios agravantes, por
cuanto se trata de figuras delictivas cometidas en una etapa de calamidad
pública y un dolor humano tremendo, del que no entendemos ni comprenderíamos de
ser cierto lo que usted dice, por qué el Estado no actúa. Estamos hablando en
la práctica legal en materia penal de los delitos de acaparamiento y
especulación, contemplados en los artículos 233, 234 y concordantes del Código
Penal vigente.
-¿Qué
sanción implica estos delitos?
Las
personas naturales que, por ejemplo, compran mercadería de primera necesidad y
otros y las venden a precios elevados aprovechando esta conmoción y dolor
generalizado de toda la nación, cometen el delito de acaparamiento, y en el
caso de las empresas delito de especulación, y podría darse el caso de gravedad
si existiera el acaparamiento o concertación de precios con otras empresas, y
sobre esto hay antecedentes. La circunstancia actual implica no solo elevadas
multas, sino severas sanciones cuya responsabilidad tipificada se encuentra en
el artículo 27 y concordantes del código penal referido.
-Entonces,
¿quiénes deberían tener la responsabilidad de controlar esta situación
sumamente grave para el pueblo?
Fíjese
usted, sería interesante que informe a la nación el ministro del Interior
[Carlos Basombrío] o el director de la Policía Nacional [Vicente Romero] sobre
los resultados y denuncias que al respecto han realizado; porque precisamente
para estos delitos existía o existe en dicha institución la División contra la
Especulación y Acaparamiento, que por su propio nombre cumplían una buena
labor, y que de no existir dicha división sería importante que la prensa y el
titular de dicha institución informen por qué ha desaparecido y quién o quiénes
son los responsables, hoy, de su ausencia.
Indudablemente
aquí tiene una participación inmediata el Ministerio Público, inclusive tiene
la Fiscalía de Prevención del Delito, quienes actúan de oficio al amparo del
Decreto Legislativo 052; razón por la que creo ya deben de haber actuado, y
quizás como el caso Odebrecht mantienen un privacidad exagerada y privilegiada,
porque de acuerdo con lo que usted me pregunta o refiere habría flagrancia
porque, por ejemplo, si usted ingresa a un local comercial o en la vía pública
y sabe que el precio del agua envasada mineral u otra es de un nuevo sol y lo
están vendiendo a 3 o 5 soles o más, el ilícito ya es flagrante y la nación,
como en otros casos severos de corrupción e impunidad, se pregunta: ¿a los que
se enriquecen del dolor y la desesperación de la calamidad del pueblo no les
pasa nada?
-¿Y
el Parlamento qué podría hacer en este caso?
Mucho, amén de fiscalizar la labor de estos organismos constitucionales
autónomos, debe, a mi modesto entender, revisar la legislación penal de estos
ilícitos penales, que al parecer de su revisión son sanciones leves, tienen una
penalidad que no está acorde al daño causado y menos aún por las agravantes de
calamidad pública y de dolor nacional; es decir, debería elevarse la pena y
considerar la gravedad y sanción mayor si se trata de empresas que incurriesen
en tan serio crimen. Ahora bien, esto no exime la actuación de los fiscales y
jueces, quienes a pesar de que la pena no pudiera ser severa, pueden aplicarla
cuando tengan que sancionar con pena efectiva y el Congreso debe anular los
beneficios que pudieran corresponder a estos ilícitos cuando hablamos de estado
de emergencia.
Sobre el estado de emergencia
-¿Cree usted que es necesario el estado de
emergencia? ¿Por qué cree que el Gobierno se resiste a hacerlo?
Da la impresión que el Gobierno
tiene miedo a lo mejor de un “poquito” de corrupción, lo cual es cierto en la
medida en que en los estados de emergencia decretados en nuestro país se han
presentado casos de corrupción y también cuando no hay emergencia, y lo grave
es que existe impunidad. Pero deben tener algunas razones técnicas de mayor
alcance que las que yo pueda estar dando, por cuanto lo contrario nos llevaría
a pensar que no existe la Contraloría, Ministerio Público o los procuradores,
lo que sería muy serio porque daría la sensación de un deslegitimación del
Gobierno y del Estado.
SE TRATA DE ILÍCITOS DE LESA NACIÓN
Según el profesor universitario
Fernando Calle Hayen, ex integrante del Tribunal Constitucional, frente a los
especuladores se debe legislar con la severidad que corresponde a ilícitos
penales de esta naturaleza, con el agravante del estado de calamidad y
conmoción que vive el país. “Se trata de delitos de lesa nación”, advirtió.
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