PPK se enfrenta a una fuerte crisis social
y económica en Peru
En el caso del actual mandatario,
la Procuraduría solicitó que se investigue su caso a raíz de una serie de
transferencias realizadas entre octubre de 2007 y julio de 2008 por Odebrecht a
las empresas First Capital Inversiones y Asesores, dirigida por Gerardo
Sepúlveda, un antiguo socio chileno de PPK
Desde el Congreso
Desde su rol preponderante en el
Congreso la mayoría fujimorista se ha encargado de mellar la gobernabilidad de
PPK. La estrategia utilizada para dicho fin tiene varios frentes, uno de ellos,
la erosión de sus representantes -o al menos aliados- en el Congreso. Así el
fujimorismo consiguió -moción de censura mediante- la destitución del ministro
de Educación Jaime Saavedra, recientemente nombrado jefe de Educación del Banco
Mundial. Otros caminos han sido la movilización de una porción de la sociedad
civil en torno a mantener el status quo en reclamos tradicionales tales como la
resistencia a la implementación de educación sexual en los colegios públicos o
el cuestionamiento del proyecto de incorporar la unión civil de personas del
mismo sexo[1]. Del mismo modo el pleno del Parlamento ha aprobado la
interpelación del primer vicepresidente quien también funge como ministro de
Transporte y Comunicaciones, Martín Vizcarra. La medida busca que el ministro
dé cuenta acerca del contrato para la construcción del aeropuerto de Chinchero,
en Cusco.
El vicepresidente, Martín
Vizcarra, fue acusado por la Procuraduría Anticorrupción por el delito de
colusión, al favorecer al consorcio Kuntur Wasi, en la construcción del
aeropuerto en Cusco. Aunque la concesión fue firmada por el Gobierno de Ollanta
Humala y ganó la licitación por presentar el presupuesto más bajo: 265 millones
de dólares (un monto que sería abonado por el Estado luego de los cinco años
que acarrearía la ejecución de la obra), la empresa luego aclaró que no se
incluyeron los intereses que se generarían en el tiempo de construcción. Ante
este hecho fue realizada una adenda al contrato original por la que el Estado
se comprometió a pagar el monto previamente y no al cabo de los cinco años
estipulados. El Gobierno ha alegado que lo ha hecho para no demorar el inicio
de obras en el aeropuerto de Chinchero. Otras opciones hubieran sido que el
Ministerio de Transportes y Comunicaciones dejara sin efecto el contrato,
cobrara la carta fianza[2] o convocara una nueva licitación.
Martín Vizcarra es el segundo
ministro del Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) que pasa por una
interpelación. A diferencia de lo sucedido en diciembre con el entonces ministro
de Educación, Jaime Saavedra, en esta oportunidad no se percibe en las bancadas
la intención de proceder a la censura lo que ha levantado suspicacias acerca de
negociaciones entre el fujimorismo y el oficialismo. En principio la fecha
prevista para la rendición de cuentas fue el jueves 16 de marzo, sin embargo,
se aplazó debido a la catástrofe climática que enfrenta el país andino producto
de las inundaciones que han llevado a declarar el estado de emergencia en la
mitad del país.
Por último, el posicionamiento en
torno a la interpelación del ministro de Transporte ha representado una
divisoria de aguas dentro del propio progresismo que ya había presentado
rispideces desde fines del año pasado. En el Frente Amplio se observan dos
facciones; quienes se sumaron a la moción y quienes se abstuvieron. Así, la
división es entre un bloque liderado por Arana, a favor de la interpelación, y
un bloque abstencionista, bajo el liderazgo de Veronika Mendoza en
representación del espacio Nuevo Perú.
Caso Odebrecht en Perú
La constructora brasileña que
saltó a la fama luego del escándalo de corrupción de Lava Jato ha dejado su
estela en Perú, donde se asoció con cuatro empresas peruanas para la ejecución
de cinco megaproyectos en el país andino. La propia empresa declara haber
realizado sobornos millonarios por un monto de 29 millones de dólares a altos
funcionarios con el fin de ganar licitaciones en diversos proyectos de
infraestructura durante el periodo 2005-2014 y que compromete a cuatro
presidentes: a Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta
Humala (2011-2016); también involucra al actual presidente quien se desempeñó
como ministro de Economía y luego como Primer Ministro bajo Gobierno de Toledo.
En el caso de Toledo la
constructora afirma haber entregado 20 millones de dólares en calidad de coimas
para hacerse con la licitación de la carretera interoceánica que conecta a
Brasil con Perú. La Fiscalía anticorrupción ha solicitado 18 meses de prisión
preventiva para Alejandro Toledo, además de su captura inmediata en el país o
fuera de el.
Alan García fue acusado de recibir
el pago de 8,1 millones de dólares para favorecer a la constructora brasileña
en la adjudicación de la obra de la línea uno del Metro de Lima. El 31 de enero
pasado, las autoridades peruanas detuvieron a Jorge Cuba, quien fuera
viceministro de Comunicaciones durante el segundo mandato presidencial de
García. La Fiscalía acusa a Cuba de recibir coimas por el monto de dos millones
de dólares por ayudar a Odebrecht a quedarse con la licitación de las obras del
metro.
Ollanta Humala, quien también ha sido involucrado en el escándalo es acusado de recibir una coima por 3 millones de dólares de Odebrecht. La Fiscalía abrió una investigación contra su esposa, Nadine Heredia, por favorecer la licitación del Gasoducto del Sur, la obra de infraestructura más grande en la historia del país, que ha sido paralizada por no contar con la financiación necesaria para ser finalizada.
Ollanta Humala, quien también ha sido involucrado en el escándalo es acusado de recibir una coima por 3 millones de dólares de Odebrecht. La Fiscalía abrió una investigación contra su esposa, Nadine Heredia, por favorecer la licitación del Gasoducto del Sur, la obra de infraestructura más grande en la historia del país, que ha sido paralizada por no contar con la financiación necesaria para ser finalizada.
Como consecuencia, el Gobierno
ejecutó una fianza y la constructora debió pagarle una penalidad de 262
millones de dólares[3] y ha dejado nada menos que 15.000 personas desempleadas.
En el caso del actual mandatario,
la Procuraduría solicitó que se investigue su caso a raíz de una serie de
transferencias realizadas entre octubre de 2007 y julio de 2008 por Odebrecht a
las empresas First Capital Inversiones y Asesores, dirigida por Gerardo
Sepúlveda, un antiguo socio chileno de PPK en varios negocios, y Latin America
Enterprise Managers, un fondo de inversiones ligado al presidente. En este
último caso la Unidad de Inteligencia Financiera del Perú (UIF) señaló que no
encontró transacciones ilícitas entre Odebrecht y la empresa Latin American
Enterprise Fund.
En una reciente entrevista al
diario argentino Página 12[4], PPK se refirió al impacto económico del
escándalo en el crecimiento económico del país y a las medidas implementadas en
la “lucha anticorrupción”. Tales medidas han sido la imprescriptibilidad de
estos delitos, la inhabilitación de los funcionarios condenados de asumir
nuevamente un cargo público y el incremento de recursos para la Fiscalía. Sin
embargo, omitió la mención a sus repercusiones políticas.
La respuesta del Gobierno de Pedro
Pablo Kuczynski fue la modificación de la Ley de Contrataciones, la cancelación
del gasoducto -junto con la implementación de la multa más onerosa de la
historia del Perú- y el pedido a su homólogo estadounidense, Donald Trump, para
facilitar la captura del expresidente Alejandro Toledo a fin de que afronte su
proceso con la justicia peruana. De este modo, Alejandro Toledo podría
convertirse en el segundo presidente peruano preso, luego de Alberto Fujimori.
Lo cierto es que el escándalo parece engullirse a la clase política del país
cada vez más deslegitimada.
Catástrofes naturales
Actualmente Perú atraviesa una de
las mayores catástrofes climáticas de las últimas décadas, el país está siendo
azotado por lluvias, inundaciones y los llamados huaicos o deslizamientos de
roca y lodo, producto de grandes cantidades de lluvia. El Instituto Nacional de
Defensa Civil (Indeci) lleva registradas 62 víctimas fatales, más de sesenta
mil personas damnificadas y unas 6.500 viviendas, 27 escuelas y un centro de
salud destruidos, según el último reporte difundido. Además, medio millón de
personas han sido afectadas indirectamente por el corte de carreteras y del
suministro del servicio eléctrico y de agua potable en varios municipios del
litoral peruano. El Gobierno ha declarado la emergencia en varios distritos,
aplazó las clases en los colegios y cortó el suministro de servicio de agua
potable por miedo a nuevos desbordamientos.
Los aludes y desbordamientos de
las márgenes del río llegaron el miércoles a Lima, arrastrando personas,
animales y viviendas. Los expertos climatológicos anunciaron que las lluvias
continuarán al menos por otras dos semanas y podrían intensificar los daños. El
primer ministro, Fernando Zavala, destacó que el hecho de que haya podido estar
operativa la Carretera Central, vía que comunica Lima con el centro del país,
permitió evitar el riesgo de desabastecimiento de productos de primera
necesidad en la capital. Sin embargo, Martín Vizcarra -en su rol de ministro de
Transportes y Comunicaciones- afirmó que la carretera Panamericana Norte está
cortada por el colapso de tres puentes, lo que impide el transporte de vía
terrestre de provisiones al norte como en el caso de Tumbes, Piura y
Lambayeque, las más golpeadas por las inundaciones.
Juegos Panamericanos 2019
La discusión en torno al rédito de
que Perú se convierta en la sede de los Juegos Panamericanos 2019 constituye
otro frente de críticas a la administración PPK, incluso anterior a los
desastres naturales que azotan el norte y sur del país. La onerosa organización
supone más gastos que beneficios ya que la recuperación de la inversión inicial
no está garantizada al tratarse de un evento deportivo regional sin repercusión
a nivel mundial en términos de publicidad o gran afluencia de turistas que
justifique la inversión.
El legislador aprista, Javier
Velásquez Quesquén, presentó un proyecto de ley promoviendo la cancelación de
los Panamericanos, a fin de destinar sus recursos para la reconstrucción de las
zonas afectadas por las lluvias e inundaciones. No se trata del único que se ha
pronunciado en este sentido sino que todo el arco político no oficialista se ha
sumado al pedido. El alcalde de Lima, Luis Castañeda, avaló la propuesta de
fuerzas políticas opositoras al Gobierno peruano, quienes consideran
prioritario traspasar la organización de los Juegos Panamericanos de Lima a otro
país, como fue el caso de Colombia cuando en 1986 cedió a México la realización
de la Copa del Mundo.
Frente a este escenario PPK
manifestó que “sería una tragedia no poder cumplir con Panamericanos”. Además
tanto el presidente como el primer ministro consideraron que son dos temas que
marchan por dos carriles distintos con presupuestos independientes y que los
recursos para ambos compromisos se encuentran garantizados. También acusaron a
las autoridades locales de no ejecutar la totalidad del presupuesto asignado
para obras preventivas. Cabe recordar que, según el Ministerio de Educación, se
estarían destinando para los Juegos Panamericanos 2019 un total de 4.125
millones de soles (unos casi 1.300 millones de dólares).
Muchos analistas sostienen que el
empecinamiento del Ejecutivo por continuar con lo previsto, aún a expensas de
su propia población, podría significar un duro golpe para su imagen, teniendo
en cuenta que su valoración positiva presenta una clara tendencia a la baja.
Según un sondeo de Datum Internacional S.A., a menos de un año de su asunción,
su nivel de aprobación ha descendido al 35%[5], acumulando una caída total de
30 puntos en los últimos seis meses, con una desaprobación que llegó al 57%.
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